AÑO MUÑOZ DEGRAÍN: En el centenario de su nacimiento

Por Enrique Carlos Fernández Barrado

Graduado en Historia del Arte

La sinceridad en el arte según el pintor Antonio Muñoz Degraín

 

El 19 de febrero de 1899 ingresaba en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, como académico, el pintor Antonio Muñoz Degraín, ocupando la vacante que dejó el artista Vicente Palmaroli tras su fallecimiento en 1896. El discurso leído en su recepción pública, conciso pero contundente en sus afirmaciones -en consonancia con su carácter sencillo y franco-, nos permite acercarnos a ciertos aspectos que condicionaron su manera de concebir el arte.

A la altura del año 1899, Muñoz Degraín había conseguido importantes distinciones y triunfos, siendo dos de los más señalados, los primeros puestos en las Exposiciones Nacionales con los cuadros: Otelo y Desdémona y Los amantes de Teruel, en los años 1881 y 1884, respectivamente. Ambas obras se enmarcan dentro de lo que se ha venido conociendo como pintura de historia. No obstante, el paisaje fue la dimensión pictórica más grata para el pintor valenciano. Amós Salvador y Rodrigáñez comentaba su amor al natural, aunque no todo lo natural tuviera porqué ser bello, según la propia creencia de Muñoz Degraín. Sin embargo, en su discurso de ingreso deja claro que es la “Naturaleza” el origen de las artes, incluso de la más etérea y espiritual, como lo consideró con respecto a la música. Y esa mirada puesta en la Naturaleza se produce en el ámbito artístico, en comunión con la sinceridad. Esto dio como resultado, para nuestro pintor, la comprensión de la obra de arte como una representación de lo esencial de la Naturaleza, en la que el artista, identificado con ella, es capaz de reproducir la sensación experimentada con verdad tan variada como el manantial de donde nace.

 

Por tanto, hasta ahora, lo que tenemos es el reconocimiento de la Naturaleza como arjé o principio, de la que -como diría Bécquer- es vaso el poeta. Por otro lado, el reconocimiento sincero de la sensación individual del propio artista, como hacedora de la obra, implica asumir la propia subjetividad del individuo. Cuestión que me hace recordar las famosas palabras de Santo Tomás, recipitur ad modum recipientis recipitur; es decir, todo lo que se recibe se recibe al modo de receptor. Sin embargo, miradas hay muchas, tantas como observadores. De ahí la importancia de la sinceridad, que implica voluntad y compromiso del artista para observar y estudiar aquello que es capaz de sentir, en aras de una provechosa transmisión para quien contempla la obra de arte.

Con esta forma de concebir la creación artística, no es de extrañar el reproche que en su discurso le hizo a la fotografía, considerándola monótona e impersonal. Combatividad que no vino exclusivamente por parte de pintores y escultores del momento -basta ver la crítica que tiempo atrás realizó el propio poeta Charles Baudelaire, considerando que el lugar que había de ocupar la nueva tecnología era la de ser sirvienta de las ciencias y las artes. No podemos olvidar que, por entonces, surgió un movimiento en el mundo de la fotografía conocido como pictorialismo, que buscaba a través de sus composiciones asimilarse a la pintura. Destacados pictorialistas fueron Oscar Gustave Rejlander o Henry Peach Robinson, quien llegó a teorizar sobre esta particular forma de fotografía en libros como Pictorial Effect in Photography (1869) o Picture-making by Photography (1884).

Por otro lado, Antonio Muñoz Degraín condenó como funesta tendencia la de querer hacer del arte un instrumento que propague ideas y enseñanzas provechosas, dado que esta forma de proceder por mentes demasiado utilitaristas, como él mismo señalaba, iba en contra del propio sublime desinterés de la emoción estética. Esta forma de interpretar el arte le pone en conexión con la corriente romántica, que se caracterizó por la búsqueda de la autonomía del arte. Sin embargo, la aceptación de estas implicaciones deriva, en parte, de los planteamientos de Immanuel Kant, pues fue él quien en 1790 ya defendió que para poder apreciar estéticamente un objeto debía darse una actitud no egoísta ni interesada. Y esa gratuidad por parte de quien mira, genera a su vez un placer que aunque es subjetivo, puede ser compartido de forma universal. Esta manera particular es la que consideró Muñoz Degraín que podía ser docente y transmisora de verdades, sin pretender decir razones -tal y como señaló Jesús de Garay con respecto a la multiplicidad de formas de lenguaje en las que habita la verdad. Esta particularidad del arte, entre otras muchas formas de comunicación, incide en lo experiencial, no en lo experimental. De ahí que nuestro pintor tome distancias con las ciencias y proclame la singularidad del arte cuando se aúnan en él Naturaleza, técnica y, sobre todo, sinceridad.

AÑO ROMERO DE TORRES: En el 150 aniversario de su nacimiento

Por Juan José García López

Licenciado en Filosofía y Letras

Presidente de la Asociación Cultural Pro Casa Museo Julio Romero de Torres en Córdoba

Un gran acontecimiento

Comenzamos esta sección dedicada al 150 Aniversario del Nacimiento del Pintor – Socio de Honor (1910) Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874-1930).

Represento a la Asociación Cultural Pro Casa Museo Julio Romero de Torres en Córdoba, constituida el 15 de diciembre del 2023 tras un periplo de un año que aparecimos para sensibilizar sobre porque la Casa Familiar del pintor cordobés se encuentra aún cerrada a cal y canto. Desde hace meses hemos ido desarrollando varias acciones culturales para la puesta en valor de este bien cultural, consiguiendo presentar una moción al pleno del Ayuntamiento de Córdoba (Febrero 2023), y otra moción al pleno de la Diputación de Córdoba (Marzo 2023), así también la presencia en medios periodísticos, radiofónicos y televisivos de ámbito local, a raíz de los sucesivos Encuentros Artísticos en la misma fachada de la Casa Familiar ubicada en la Plaza del Potro, nº 1, que aún estamos cada domingo a las 12h del mediodía hasta que se consiga la rehabilitación de la Vivienda Familiar, y su apertura como Casa Museo Natal del ilustre pintor cordobés junto a los dos Museos ya existentes en la Plaza del Potro: Museo de Bellas Artes y el Museo de Pinturas Julio Romero de Torres.

Durante estos meses hemos recibido el apoyo incondicional de la Asociación Española de Pintores y Escultores desde primer momento que nos pusimos en contacto con su Junta Directiva, a la que agradecemos en todas sus orientaciones en el proceso iniciado desde octubre del año 2022.

Invitamos a quién visite Córdoba o desde su competencia artística a adherirse a esta reivindicación cultural Pro Casa Museo Natal para que sea realidad antes del 2030, fecha del Centenario de su fallecimiento.

Los objetivos de la Asociación Cultural Pro Casa Museo Julio Romero de torres son:

Mantener  viva la memoria y obra  de  Julio Romero  de Torres y su familia.

Trabajar para  que  tenga una casa museo digna acorde con su reconocimiento mundial.

Promover la casa museo en relación al uso para investigaciones y actos culturales: lecturas, publicaciones, declamaciones, debates y tertulias relacionadas con la vida y obra de Julio Romero de Torres y familia artística.

Fomentar exposiciones de alumnos seguidores de la obra de Julio Romero de Torres y familia artística.

Crear el Día de Julio Romero de Torres, donde expertos-autoridades en el estudio de su obra impartan conferencias sobre el pintor ilustre, y otros artistas de la Familia Romero de Torres.

Apoyar, colaborar e impulsar investigaciones sobre la vida y obra de esta saga familiar artística.

Fomentar programas de difusión sobre la obra de la Familia Artística Romero  de Torres.

Divulgar a través de actividades presenciales y on-line todo la historia de la Saga Familiar Artística Romero de Torres.

Proponer  este complejo museístico Los Romero de Torres a la UNESCO como bien  patrimonial mundial.

Desarrollar programas de formación a las personas  asociadas sobre la Saga Familiar Artística Romero de Torres.

Desarrollar programas de apoyo y promoción para Artistas de Córdoba y provincia en relación al objeto de esta asociación.

Generar proyectos en el ámbito educativo sobre la vida y obra  artística de los Romero de Torres.

Actividades a desarrollar a través de la Asociación son:

La organización de actividades para difundir el legado Romero de Torres en toda la ciudad y provincia de Córdoba.

La creación de proyectos para fomentar la divulgación de este  patrimonio artístico de Córdoba vinculado a la Familia Romero de Torres.

Coordinar, organizar y ejecutar iniciativas, proyectos y actividades  para  la formación  de las personas asociadas entorno a la Familia Romero de Torres.

Creación de una web dedicada a la Familia Romero de Torres.

La edición y publicación de libros, revistas y cualquier otro tipo de obras en soporte papel y digital.

La convocatoria de premios, certámenes y concursos relativos al objeto de esta Asociación.

La cooperación con entidades públicas y privadas que estén interesadas en los fines de la Asociación.

Cualesquiera otras actividades que sean acordadas por el órgano competente de la asociación en cada caso.

La administración de los recursos de la propia Asociación.

Hace un año se inició el camino con los Encuentros Artísticos para la valorización de la Casa Familiar Romero de Torres. De ahí surgió un grupo público en la red social Facebook donde se fueron encontrando para dialogar y proponer actividades de sensibilización, difusión en prensa, radio y televisión local, presentar dos mociones consensuadas al Pleno del Ayuntamiento de Córdoba y el de la Diputación, difundiendo la labor artístico de la familia Romero de Torres, además de aportar su saber y conocimiento en relación a cada miembro de la familia.

Por lo pronto, la Diputación ha avanzado que llevará a cabo, con fondos europeos New Generation y fondos estatales del 2% Cultural, la rehabilitación de la antigua casa familiar Romero de Torres y su adecuación como futuro Museo Natal Julio Romero de Torres durante estos próximos años, e incluso se está ya trabajando en una programación de actividades culturales para el 150 Aniversario del Nacimiento Julio Romero de Torres por parte de las administraciones públicas, que será en 2024.

Igualmente, han salido adelante dos mociones en el Ayuntamiento, en febrero pasado, y en la Diputación, en marzo, ambas consensuadas por unanimidad por todos los grupos políticos representados en ambas administraciones públicas. «Ahora tenemos el 150 Aniversario Nacimiento Julio Romero de Torres para realizar una programación cultural entre toda la sociedad cordobesa y andaluza dentro de la marca cultural #julioromerodetorres. Estamos en el camino de la Conmemoración mirando hacia el presente y el futuro».

Presentamos estos enlaces publicados en el Canal Youtube de Proyectogarlo para ilustrar dónde se encuentra este futuro Museo Casa Natal del pintor Socio de Honor Julio Romero de Torres, cómo ha sido todo este proceso de reivindicación y valorización cultural que aún esperamos obtener la respuesta definitiva por parte de las Administraciones Públicas con la Firma del Convenio, la rehabilitación de la casa familiar, el uso y gestión del Museo Casa Natal Julio Romero de Torres en Córdoba, donde el 09 de noviembre del año 1874 nació. En este año 2024 …………..

Enlaces:

Entrevista a la Asociación Cultural por Onda Cero Córdoba. Año 2024.

https://www.youtube.com/watch?v=kM9fRYOkzeo&t=6s

149 Aniversario Nacimiento Julio Romero de Torres en Córdoba. Acto Homenaje en Plaza del Potro.

https://www.youtube.com/watch?v=CVI0xdHT42w&t=26s

¿Dónde se encuentra la Casa Familiar Julio Romero de Torres en Córdoba? Año 2023

https://www.youtube.com/watch?v=L5_SWdw7f8k

En el Gran Teatro de Córdoba, #tunaespana #tuna #teatro #cordobaespaña

https://www.youtube.com/watch?v=jXaEMCLPtLM

AbraMOs al mundo la puerta del ARTE de Córdoba (PolZenit). #casafamiliar #julioromerodetorres #cordobaespaña

https://www.youtube.com/watch?v=5cMcQ9i0o2A

Todos a una por la Casa Familiar Romero de Torres: Años 2014-2015.

https://www.youtube.com/watch?v=-cW5YJI0ALI&t=351s

Enlace : https://www.facebook.com/groups/asociacionculturalprocasamuseojulioromerodetorres

Email: mariaromerodetorres1991@gmail.com

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE: Emilio García Martínez

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

La  Gaceta de Bellas Artes 1932 -1933

Como venimos viendo en los últimos meses, entre  1932 y 1933, el comité de redacción de la Gaceta de Bellas Artes estaba integrado por: Enrique Estévez Ortega, Emilio Romero Barrero, Julio Moisés Fernández de Villasante, Julio Vicent, Juan Adsuara, Enrique Pérez Comendador, Francisco Llorens, Luis Rubio, Ramón Pulido, Guido Caprotti, Carlos Casado, Luis Benedito, Miguel Lucas S. Mateo y Fructuoso Orduña.

 

Emilio García Martínez

 

GARCIA MARTINEZ, Emilio          P    1911(F)          MADRID     OVIEDO (Asturias 3)/MADRID

Socio Fundador de la AEPE

Socio de Mérito

Una fotografía del artista de 1922

 

Emilio García Martínez nació en Madrid el 15 de septiembre de 1875.

Con formación artística, desde su adolescencia mostró una gran afición por la pintura y la arquitectura.

Casado con la ceramista Inocencia Arangoa Figueroa (1880-1972), sobrina y discípula de Francisco Pradilla, tuvieron un hijo, el prestigioso arquitecto y profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio García Arangoa.

Su primera obra, una acuarela de la Casa de Campo de Madrid, está fechada en 1890.

Entre 1909 y 1917 trabajó en Oviedo, pasando después por Segovia, donde recibe una clara influencia del ceramista Zuloaga, al que unió una gran amistad y que le introdujo en la pintura sobre cerámica.

Mañana de agosto. Museo del Prado

 

Paisaje

 

Hacia 1923 se traslada a Madrid, donde comenzó a presentar de forma habitual sus obras a certámenes y exposiciones, logrando siempre excelentes críticas que los medios de la época publicaban.

Participa en el I Certamen artístico de la revista “Blanco y Negro” de 1900, con la obra “El invierno en Guadarrama”.

En 1900 participa en la Exposición bienal del Círculo de Bellas Artes que se celebró en el Palacio de Cristal del Retiro.

En 1903 participó en la Exposición del Círculo de Bellas Artes, logrando Premio de 250 pesetas en pintura.

En la Exposición de Bellas Artes de 1908 consigue Tercera Medalla de Pintura.  Ese mismo año, en la Exposición de Otoño del Círculo de Bellas Artes, el óleo que presenta merece reseñas en la prensa que subrayan que es una obra “magníficamente vista, de un modernismo templado por un ambiente de realidad y de color dichosísimos”.

En la Exposición del Círculo de Bellas Artes de 1909, la prensa destaca que “de Emilio García Martínez hay un cuadro con 17 estudios pequeñitos, algunos de los cuales, dentro de su modestia, ofrecen notas interesantes”.

Participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1910.

Segovia al caer la tarde. Museo del Prado

Caserío

 

En 1921 sus pinturas ocupaban las portadas de diarios como ABC o del Blanco y Negro.

Socio de Mérito del III Salón de Otoño de 1922.

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1924, la prensa decía que “EMILIO GARCÍA MARTÍNEZ, en las «Ruinas de Segovia», demuestra que domina el arte paisajístico, encuadrando un motivo y desentrañándolo en serie de matices para la cabal justeza”.

Vista de Segovia

 

En 1925 inauguró una Exposición de Paisajes de Castilla y Asturias en el salón del Círculo de Bellas Artes, cerca de setenta obras “que han llamado poderosamente la atención por su honrada espontaneidad, luminosidad y bello colorido, habiendo sido el autor muy felicitado por el numeroso público asistente al acto”. La muestra fue muy comentada en la prensa, destacando la obra castellanista, que no es la triste imagen que daban los autores del 98, sino que vemos “Segovia incendiada bajo el sol… Sepúlveda deslumbrante… con una profusión de verde opuesto al gris que vemos en casi todos los cuadros que a Castilla quieren representar”…

En 1926 obtuvo la Segunda Medalla de pintura en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

En 1929 formó parte de la Exposición que la Agrupación de Paisajistas realizó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Presentó obra a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930 y a la del Círculo de 1931, realizando labores del Jurado en el Salón de Otoño de 1931.

Apuntes de paisajes

 

En 1931 participó en la Exposición de Pintura Española de Oslo y en los Salones de España en Venecia.

Participó también en el Salón de Otoño de 1932 y en la Exposición Nacional de Bellas Artes de ese mismo año.

En octubre de 1933 realizó una exposición en los salones del Círculo de Bellas Artes que fue ampliamente comentada en los medios periodísticos con reproducciones de algunas de sus obras. Así, se podía leer: …”No hay que buscar en la obra pictórica de García Martínez ampulosidades ni pedantescas habilidades y subterfugios. Su sabiduría técnica puesta en juego con su modestia ejemplar (modestia de auténtico hombre de talento), da como resultado el equilibrio de resoluciones en dificultades lumínicas y cromáticas. No es este paisajista, tampoco, ni de los denominados modernos, ni mucho menos de ¡os clasificados como artista pasado; es, por encima de todo prejuicio o dogma, lo que pudiéramos llamar un perfecto paisajista. Enamorado del aire libre, del color y de la luz de esta España sin par. García Martínez capta con singular acierto, como consecuencia de la mayor probidad profesional, los aspectos emotivos de nuestro ambiente, interpretándolos con una visión temperamental de poeta, transmitiendo al observador del cuadro aquella emoción experimentada y que despierta, al par del interés, el sentimiento de lo bello y el amor a la Naturaleza. La luz y el color tienen en el notable pintor uno de sus más exaltados cantores, y cada lienzo, cada estudio o cada nota son muestra de la fina sensibilidad del maestro, que enfrentado ante el natural, pone, ante todo el goce íntimo de su desahogo espiritual con la mayor honradez, sin prejuzgar el caso de posteriores sagacidades de exigencias ajenas. Del profuso núcleo de los grandes paisajistas españoles, Emilio García Martínez es uno de los más significados. Débesele incorporar al grupo de los realistas, por la fidelidad de su manera técnica, que no creemos incompatible con la propiedad emotiva poética que acusa su temperamento, ya que en el artista jamás se pudieron observar preocupaciones que desvirtuaran su atávico amor a las bellezas naturales, traduciéndolas con formas o caracteres seudo-originales, y así pudo verse claramente expresado en su reciente exposición del Círculo de Bellas Artes, de Madrid, en cuyo conjunto y en la lógica variedad de los aspectos que eligió veíanse a través del último placer ejecutivo las características de un cromatismo lumínico y las diversidades de gamas de los países que fueron preferidos por el artista para la reproducción”…

Obtuvo la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1934.

Participó en la V Exposición de Arte Libre de la Diputación de Segovia de 1936.

En 1946 presentó obra a la Exposición de Artistas y temas segovianos celebrada en el Palacio de Archivos, Bibliotecas y Museos.

Su último cuadro, un paisaje de Fuenterrabía,  está fechado en 1964.

Falleció en Madrid, el 27 de mayo de 1970.

A lo largo de su carrera artística utilizó diversas técnicas, con preferencia del óleo, dibujo y la acuarela.

Paisajes y dibujos del artista

 

Emilio García Martínez y la AEPE

Al III Salón de Otoño de 1922 presentó: El barrio de San Nicolás

Al IV Salón de Otoño de 1923: Arroyo de la Sierra de Guadarrama y Recuerdo de una expedición a la Maliciosa

La V Salón de Otoño de  1924: Contraluz de agosto y Vega del Nalón

Al VI Salón de Otoño de 1925: Un hocino en Cuenca

Al VIII Salón de Otoño de 1928: Un rincón de Segovia y La iglesia de Arroyomuerto

Al X Salón de Otoño de 1930: Tarde de mayo en la sierra

Al XII Salón de Otoño de 1932: Vieja calle de Segovia y Templete del lago (Aranjuez)

Paisaje de Soller

 

Paisaje

Vista de Sepúlveda

 

Firmas con sello de lujo. Tomás Paredes

¿Alta y baja cultura?

Llegó el informe PISA y todos han puesto el grito en el cielo ¡Hipócritas! ¡Cuando se menosprecia la formación, qué podemos esperar? España lleva años cambiando sistemas educativos sin rumbo y nadie ignora que los olmos no dan peras ¡El colmo ha sido el sanchavismo! La ley Celáa, una ministra de Educación que dice “traducieron”, una vicepresidenta analfabeta radical y un ministro de cultura, que es un furtivo, aunque sea guapo, como destacan sus gregarias. ¡Mal se aviene el don con el Turuleque!

Para los rezagados- ¡no se hagan ilusión, nada que ver con Italia y su torre inclinada, si con las siglas de la denominación en inglés-, el informe PISA, Programa de Evaluación Internacional de los Estudiantes, es un estudio de la OCDE a escala mundial, que mide el nivel de los alumnos, a partir de 15 años, en matemáticas, ciencias y compresión lectora. Hace unos días se hacía público y los resultados para España son lamentables.

El bochorno de Cataluña ha tenido una respuesta racista de la Generalitat, hasta que han caído en la cuenta y han rectificado. Cada periódico, para contentar a sus secuaces, ha retorcido las cifras, ninguno tan servil como El País. No se trata de diferenciar Madrid de Cataluña o de Castilla-León, debemos estar preocupados por España: un país que alardea de cultura, de tierra de artistas y de un gobierno, que dice haber pasado por la Universidad. ¡Si la Universidad hubiere pasado por ellos!

Los columnistas hablan con diuturnidad de alta y baja cultura, como de un concepto novedoso, recién parido. El término high culture aparece por vez primer en la obra Culture and Anarchy, 1869, de Matthew Arnold. En esa obra determinante, defendía la cultura como “el empeño desinteresado por la perfección del hombre”. ¡Hermoso! Más adelante matiza que su significación u objeto es “conocer lo mejor de lo que se ha dicho y pensado en el mundo”.

Matthew Arnold, 1822-1888-, poeta, crítico, teólogo e inspector de escuelas, es una luminaria del s. XIX en Inglaterra, coetáneo de Tennyson y Browning, que le arruinaron su presente como vate; pero, él tenía fe en remontar y ¡vaya si lo ha hecho! En contraposición a la alta cultura estaba la low culture, la cultura baja, popular o de masas.

T.S. Eliot, ese soberbio crítico, más conocido por La tierra baldía, en Notas para la definición de la cultura, 1948, defiende la cultura completa, the complete culture, compuesta por alta y la baja cultura. Existen diversas culturas, en el tiempo y en el espacio, pero no una baja y una alta cultura. La cultura es la herramienta del hombre para configurarse, para ahormar su identidad con conocimientos y actitud. O se adquiere o se carece de ella, se es culto o inculto, no hay tintas medias.

Lo que sentimos, lo que conocemos, cómo nos comportamos determina nuestra cultura. No es cuestión de títulos, ni de erudición, ni de creencias, ni de poderes, ni de dinero, se trata de una actitud en la vida, orientada por la ética, el juicio, el respecto al otro y el amor a la libertad. Como liberal que soy, siempre defenderé que el fin no justifica los medios; que el otro es mi igual y tiene el mismo derecho; que la buena educación es imprescindible para la convivencia y que no todo lo que no está prohibido es legítimo llevarlo a cabo. Por tanto, no creo ni en el azar ni en las tutelas ni en las añagazas. ¡Cuanto menos Estado, menos vividores, más privacidad, más libertad, más desarrollo del talento humano! Aseguraba Arnold que “sólo aquellos que no esperan nada del azar son dueños de su destino”.

La Escuela de Atenas, Rafael Sanzio

 

Me estremece ver, sobre todo a los jóvenes, que sacan su tarjeta de crédito hasta para pagar un café, cuando protestan de los bancos y de Hacienda. Les están dando a esas instituciones el control completo de sus vidas. Yo debo cooperar a la vida en común, pagar impuestos, cumplir las leyes, pero no estoy a favor de la extorsión que hacen los poderes públicos para su autobombo, ni de que controlen hasta donde tomo el café.

¿Acaso creen los columnistas que, cuando escriben lawfare, trending topic, cool, community manager, casting, fake, linck, catering, spoiler, cruising, comunican algo? Esos términos en inglés, ¿qué significan para el lector medio? Nada, no entienden, porque no conocen lo que leen. ¿No sería mejor hablar de acoso a los jueces, tendencia, administrador, audición, falso, enlace, tentempié, descubrir o cancaneo? ¿Por qué emplear, con tanta incultura, e-book, hater, pendrive, chat, ranking, coach, feedback, si tenemos, documento, odiador, archivo, charla, clasificación, instructor, retorno?

Ha poco, un presentador preguntó a una señora si sabía qué era el cruising. Creía que era una carrera en el campo y se rieron de la respuesta. Cruising significa practicar sexo ocasional en cualquier especio público entre personas lgtbi; el palabro tiene su origen en un bar, Booze ‘n’ Cruise, ruta 66, Albuquerque, EE.UU., donde se reúnen homosexuales en encuentros sexuales efímeros. Hay otra palabra para lo mismo entre heterosexuales: dogging, que se relaciona con hábitos de los canes, que copulan en cualquier espacio público. ¡Qué pintan estas preciosidades en nuestra lengua!

El término cultura procede de agricultura, un concepto positivo del desarrollo humando que define la diferencia entre los campos salvajes y los campos roturados, cultivados. De los eriales poco o nada se aprovecha, en los cultivados se procura un producto útil al hombre, es la distancia que hay del acebuche al olivo. Fichte relaciona los conceptos de cultura y de nación, resumiendo que toda cultura exige un Estado, algo arbitrario en lo que se apoyan muchos nacionalismos, que confunden hábitos locales con cultura.

La Escuela de Doloriñas, Julia Minguillón

 

Gustavo Bueno escribió Mito de la cultura, para demostrar que la cultura es una realidad, no un mito. Un mito es construcción alegórica que en la antigua Grecia imponía su simbolismo. Y aduce la recreación de la caverna de Platón como un mito luminoso, en contraposición a los mitos tenebrosos, que mixtifican y confunden. La cultura es una realidad que el hombre ha ahormado para desarrollar su andadura con dignidad, creatividad y expectativas de perfección.

La alta cultura, para sus defensores, es la heredada de la Atenas de Pericles, de la edad de oro de Roma, cuando reinan Virgilio, Horacio, Cicerón. Engloba los conceptos de arte superior, música culta, cine de arte, ópera y danza, etc. Hay gran confusión con estos términos y entre cultura y espectáculo. No hay arte superior e inferior, hay arte o artesanía. No es culta sólo a la música clásica, culta es la buena música de cualquier época. No hay cine culto y cine de masas, hay películas que son una obra de arte- Angelopoulos, Oliveira, Dreyer, Renoir, Claire, Tornatore- y otras que son un aseado pasatiempo; unas debaten los enigmas de la existencia del hombre, la belleza, la libertad; otras, nos entretienen.

La educación, la formación debería llevarnos a conocer “lo mejor de lo que se ha dicho y pensado en el mundo” y a pensar sobre ello, en lugar de renunciar al conocimiento y halagar el deterioro ético y estético. Bourdieu afirmaba que la cultura dependía de las clases sociales. ¿Tan poco hemos avanzado? La educación pública nace con el objetivo de socializar la enseñanza, pero socializar no quiere decir vulgarizar, dirigir, sino proporcionar las mismas posibilidades a todos con independencia de su estatus. No se adelanta renunciando, sino esforzándose, trabajando con sentido de superación.

Me resisto a la existencia de la baja cultura. La cultura, depende del tiempo, el espacio y la persona. Pero no es baja, ni de masas, ni populachera, ya conocemos los resultados del comunismo, los seguimos comprobando. El comunismo es un repartidor de pobreza, de mediocridad, de incultura, de prohibiciones, cuando no de hechos letales.

Nerón , por Jan Styka

 

Asegura T. S. Eliot que “sólo hay buena poesía, mala poesía y caos”. Discrepo del ilustre. Hay poesía o su ausencia. Hay educación o zafiedad, porque se es educado o burdo. No existe un bajo arte y un arte alto. Las elites son grupos de presión que pretenden evidenciar su poder, pero no determina un nivel cultural. Un millonario puede ser tan hortera como un macarra, del mismo modo que un sujeto sin grandes medios económicos puede ser una persona culta.

Un ministro puede ser inculto y zafio, ¡tenemos ejemplos adunia!; en tanto con un ujier puede ser una persona culta. Querer justificar carencias, abandono, vulgarización, con una forma de cultura es una trampa innoble. Hoy por hoy todo español tiene acceso a la cultura, pero ocurre que los planes de estudios se van degradando, están empecinados, y en lugar de formar, proporcionan un barniz y al final, a lo que se accede es a ese barnizado que pretende semejar la cultura, pero que no deja de ser calderilla que hipoteca el futuro de nuestros jóvenes. ¿Por qué estamos a la cabeza del paro juvenil? ¿No tiene nada que ver con la falta de formación?

A pesar de la dureza de los hechos, los negamos. No sé por qué, recuerdo ahora el cesarato neroniano. Nerón es proclamado emperador el 13 de octubre del 54. Asistido por Seneca y Afranio Burro, consiguen el quinquenio áureo, por sus aciertos de gobierno. Cegado por su éxito, Nerón desplazó a sus estoicos asesores y se rodeó de palmeros, que ensalzaban sus dotes poéticas divinas. Se hizo tirano, monstruoso, corrupto. Mandó prender fuego a Roma, culpando a los cristianos para que se les persiguiera, y así fue. Al final, se vio sólo, proscrito, y se suicidó con ayuda, 9 de junio del 68. Tácito lo cuenta y asegura que “en un espíritu corrompido no cabe el honor”. ¡No importa tanto un loco, como quienes le jalean!

¿Si llamamos baja cultura a la chabacanería, a la mentira, a la ausencia de ética? ¿Qué estamos defendiendo? Le preguntan a Robert Creeley si la sinceridad determina la calidad poética: “No veo cómo no […]Los fanáticos son a menudo muy sinceros, pero yo me refiero a la sinceridad en el sentido de Pound, ese ideograma que forma: el hombre sostenido por su propia palabra”. ¡El hombre sostenido por su palabra! ¿Por qué habituarse al estiércol cuando hay tantos aromas sugerentes?

                                                                                                                    Tomás Paredes 

                                                                                              Presidente H. de AICA Sapin

Lenin y Stalin, Revolución de octubre

Recordando… Rafael Botí Torres

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

El guardián de su memoria

Rafael Botí Torres

Socio de Honor

 

Buen hijo, guardián de su memoria, de su obra y de su legado, Rafael Botí Torres ha dedicado su vida a velar por el conocimiento y reconocimiento de la figura del pintor y músico. Lleva una vida entera entregada a este noble fin.

El día 21 de diciembre de 2018, Rafael Botí Torres recibió la Medalla de Honor de la AEPE en un acto repleto de cariño y sensibilidad al que acudieron numerosos amigos y personalidades del mundo del arte y la cultura como Tomás Paredes, el Director del Museo de Bellas Artes de Córdoba, José María Palencia, el crítico de arte y poeta Juan Manuel Bonet Planes…

En ese mismo acto, una tarde emocionante en la que pudimos comprobar su gallardía, tuve el honor de presentar, a modo de introducción, un breve recorrido por la biografía casi desconocida del mecenas, eclipsado siempre a voluntad propia, por la figura de su padre.

No encuentro mejor modo de describirlo que reproducir las palabras que en aquel acto pronuncié.

Rafael Botí Torres nació en Madrid en 1930, pese a no poder olvidar la Córdoba natal de su padre, a la que ama como a una hija.

Hijo único del músico y pintor, pasa su infancia entre Madrid y la localidad ciudadrealeña de Manzanares.

 

El matrimonio Botí con su hijo en 1932, en la Casa de Campo

 

Terminada la Guerra Civil, la familia regresa a Madrid, en donde aunque pequeño, nuestro Rafael JR. compartió el ambiente artístico y cultural que rodeaba a su padre, acercándose a figuras como Vázquez Díaz, José Caballero, la Duquesa de Alba, Sáez de Heredia, Micaela Amaya “La Chunga”, José Camón Aznar, Antonio Manuel Campoy, Marino Gómez-Santos, Elena Flórez… en tertulias y visitas en las que acompañaba a su padre, que de niño lo llevaba a todas partes, yendo de su mano a los estudios de todos sus amigos.

Rafael Botí junto a su hijo Rafael Botí Torres y a Daniel Vázquez Díaz

 

Así, tuvo la dicha de ser un niño que jugaba entre los lienzos y pinceles de Vázquez Díaz, los hermanos Solana y otros grandes artistas amigos de la familia.

Según él mismo ha declarado, posó mucho para Vázquez Díaz entre los años 50 y 55. Lo hacía en su estudio, los domingos por la mañana y allí lo pasaba de maravilla.

Por este motivo, ha vivido toda su vida rodeado de arte y de artistas.

Por eso, podemos decir que lleva el arte dentro.

Rafael Botí Gaitán y Rafael Botí Torres

 

Desistió de pintar desanimado por su progenitor, ya que según ha declarado en alguna ocasión, su padre le dijo: «Mira, niño, dedícate a otra cosa que Dios no te ha llamado por ese camino»…

A fuerza de batallar por reivindicar la figura paterna, de invertir trabajo y dadivosidad a favor de Rafael Botí padre y de Vázquez Díaz, muy poco sabemos en realidad de Rafael Botí hijo.

Rafael Botí Torres estudio Economía y trabajó en la Banca, con categoría de Director de Sucursal.

Agente de la Propiedad Inmobiliaria, empresario y emprendedor, editor de numerosas obras sobre el arte, director de la Sala del Banco de Córdoba en Madrid, promovió la difusión del arte de los andaluces y, en general, del arte español comisariando exposiciones y escribiendo textos para catálogos.

Miembro de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte, de la Asociación Española de Críticos de Arte, de la Asociación Española de Escritores y Artistas.

Ha luchado incansablemente, y lo sigue haciendo, por la difusión y trascendencia de la obra de su padre, el músico y pintor Rafael Botí Gaitán.

Lucha que se materializó en la adquisición de parte de sus obras por la ciudad de Córdoba, a través de su Diputación provincial, ya que había apoyado al artista en vida con la concesión de diferentes becas.

La necesidad de gestionar este legado es el germen para la creación de la Fundación provincial de artes plásticas Rafael Botí, de la que nuestro Rafael es Miembro del Consejo Rector, además de Miembro de su Comisión Técnica.

 

Sus desvelos y trabajos culturales y artísticos le llevaron a la Vicepresidencia de la Academia Libre de Arte y Letras de San Antón.

Es además Socio de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores

En el año 2010 fue nombrado Hijo Adoptivo de Torrelodones (Madrid), donde organiza el “Certamen de Pintura en Directo Rafael Botí”

En el año 2012 fue nombrado Académico de Honor de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba.

En 2016, y coincidiendo con la celebración del día de Andalucía, recibió la insignia de oro y plata y Diploma de Honor del Real Círculo de la Amistad, Liceo Artístico y Literario de Córdoba.

Como coleccionista de obras de arte, con predilección por las de Vázquez Díaz, y José Caballero, Rafael Alberti, Antonio Cobo y otros muchos pintores maestros en los que ha centrado su difusión, es el máximo especialista, experto  y conocedor de la obra de Vázquez Díaz y de Juan Antonio Morales.

Su generosidad es bien conocida por la donación de obras de Vázquez Díaz y de Rafael Botí, y por el préstamo de otras muchas para su exhibición en importantes exposiciones pictóricas.

En la actualidad, colabora siempre que es convocado, como Miembro de Jurados de premios, certámenes y bienales.

Enamorado de Córdoba, pasión que comparte con su esposa, Dely Blanco, reparten su tiempo entre Madrid y esta ciudad en la que posee una vivienda junto a los jardines de Los Patos, muy cerca del palacete que perteneciera a Manolete, y que a su padre le habría encantado, por lo mucho que a él le gustaban los toros.

Allí miran también el patio de la Calle Isabel II, en el que sus padres se conocieron y en el que por iniciativa propia, logró ubicar una placa alusiva al pintor y músico cordobés como reconocimiento del que fuera su hogar.

Rafael es discreto, elegante, una excelente persona. No habla mal de nadie, no falta nunca a nadie, es generoso, amigo de sus amigos, paciente, luchador, optimista y creyente fiel de la realidad de las cosas.

Sincero y sensato, lo único que le hubiera pedido a la vida después de tantos sacrificios compartidos con su esposa Dely, presente en este homenaje como no podía ser de otra manera, es tener descendencia, pero echando mano de su optimismo, eso también lo han arreglado, haciendo hija a la hermosa ciudad de Córdoba, de la que ambos están completamente enamorados, y no sin razón, me consta.

Al realizar este perfil, creo que la AEPE no puede ocultar su alegría y entusiasmo por otorgar hoy esta merecida Medalla, un honor que debe convertirse en estímulo cargado de pleno y consciente sentido de responsabilidad que todos compartimos con Rafael.

Gratitud y reconocimiento son los sentimientos que en este momento nos embargan a la hora de pensar en Rafael y analizar el devenir de su vida, rodeado de arte y de artistas y de vivencias que han sido constante preocupación en su vida.

Constituye no sólo un noble hábito, sino un obligado gesto el reconocimiento y recuerdo de las virtudes humanas y valores artísticos de un mecenas como Rafael. Estoy convencida de que todos los aquí presentes, todos los que te conocemos, corroboramos el sentimiento generalizado de quienes te hemos tratado, destacando tus afables dotes personales y tu extraordinaria vocación altruista.

Nos gustaría que este acto constituya para todos el recuerdo de tu figura, nobilísimo arte y una ejemplo de energía y fecundidad al servicio de los demás.

Etimológicamente el término proviene del nombre del famoso consejero de Augusto, Mecenas, protector de las letras y de las artes, que implica una idea y conciencia del arte como realidad que incluye unos valores y unos sentimientos de amor y generosidad como los que encarnas.

Estamos acostumbrados a entender el mecenazgo como un amor por las letras y las artes que se manifiesta en forma de acción de estímulo y ayuda de gobiernos y de hombres ricos y poderosos. Incluso hoy en día, esa generosidad está ligada a motivos utilitarios de poder, de prestigio social y de otro tipo de iniciativas de los grandes grupos industriales y económicos.

Rafael Botí Torres firmando en el Libro de Honor de la AEPE

 

En el caso de Rafael, debemos entender el mecenazgo como misión, tal y como nos advertía en su momento el propio Ortega y Gasset.

No pretendo en esta introducción acumular sólo datos de un currículo de Rafael Botí Torres. Creo que era indispensable presentar aquí un apretado perfil humano de quien se ha pasado la vida difundiendo con eficacia el legado de los demás.

Al rememorar su presencia activa en todo tipo de actos de difusión de otros pintores, destacaremos sobre todo la fecunda labor que viene realizando en la ciudad de Córdoba, en la Fundación que lleva los apellidos de su padre. Una Fundación que intenta de forma cíclica renovarse y transformarse en una institución sólida y a la altura, y que tanto hace en el campo de las artes.

Desde la AEPE, desde AECA, podemos dar fe de los esfuerzos realizados en épocas de bonanza y de crisis para cumplir las ilusiones y los sueños de su fundador, contando siempre, eso sí, con su extraordinaria generosidad a la hora de ceder obras en beneficio y consecución de este fin.

Me resulta indispensable vincular el entusiasmo que ha puesto en realizar publicaciones de gran calidad que rememoren el importantísimo trabajo de los pintores, en realizar exposiciones antológicas, temáticas, y una fecunda labor que se acompaña de múltiples gestiones y trabajos cuyo detalle oscuro, laborioso, callado, no cabe aquí.

Rafael Botí Torres con Tomás Paredes en la inauguración de una retrospectiva de Rafael Botí

 

Me he resistido con todas mis fuerzas a hablar en esta introducción de Rafael Botí Gaitán como artista, no así como padre y amigo, y de Daniel Vázquez Díaz, puesto que hoy el protagonista indiscutible y absoluto de nuestro reconocimiento es Rafael Botí Torres. Él sólo y por él mismo. Por su trabajo, y su personalidad.

La callada memoria del olvido debe ser devuelta y recordada para homenajear a Rafael Botí Torres.

Por eso quiero proclamar que Rafael Botí Gaitán será por siempre el maestro y pintor cordobés por excelencia del siglo XX, pero tú, Rafael, sólo tú, serás únicamente nuestro Rafael, con entidad propia más allá de la memoria de tu amado padre, nuestro Rafael más allá de posibles comparaciones o referencias, nuestro Rafael más allá de quienes te asocien únicamente a él.

Tú serás ya por siempre el Rafael de la Asociación Española de Pintores y Escultores que hoy te agradece una vida entera dedicada al arte y los artistas.

Felicidades y muchas gracias”.

Rafael Botí Torres y su esposa, Dely Blanco

 

De la misma manera, el discurso que pronunció en aquel acto el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, nos dice también mucho de la esencia de Rafael Botí Torres. Por ese motivo, lo reproduzco a continuación, como la mejor definición de quien lleva una vida guardando la memoria de uno de los mayores artistas que ha tenido España:

“La AEPE siempre ha sabido reconocer todas las disciplinas que conforman las Bellas Artes: la formación de una base sólida, la selección de la mejor materia prima, la suma de destrezas y buen gusto, la búsqueda de la belleza, en suma, el aroma que, como la cultura, caracteriza a una prestigiosa entidad como la nuestra.

En los últimos años la AEPE ha sabido reescribirse: con decisión firme y vocación de servicio bien demostrada, ha apostado sin ambages por la pintura y la escultura, dos de las más nobles entre las Bellas Artes, para convertirse en el catalizador del arte y los artistas en Madrid y en toda España.

En un siglo tan agitado como en el que nos ha tocado vivir, este reconocimiento al mérito que hoy otorga la AEPE es también una invitación a detenerse en una biografía ejemplar, en esa parte inmutable de la vida que es la inquietud artística. No hay más que mirar su rostro para descubrir la suma de facultades, afán y trabajo que representa y que hoy se concentran en esta Sala “Eduardo Chicharro”.

Las Bellas Artes requieren el impulso generoso y apasionado de los mecenas y de quienes trabajan en beneficio de la cultura sin esperar nada a cambio. Por eso reconocemos hoy la labor de Rafael Botí Torres, que ha dedicado su vida al estudio y la difusión del arte, presentando una atención especial a la obra de su padre y a la de su maestro, Vázquez Díaz, a través de todo tipo de trabajos y desvelos, actividades, y por cuantos medios han estado a su alcance.

En la AEPE abundan los mecenas y benefactores culturales, ya que como sabéis, todos los miembros de la Junta Directiva trabajamos por amor al arte. 

Juan Manuel Bonet Planes, Tomás Paredes, Mª Dolores Barreda Pérez, José Gabriel Astudillo López, Dely Blanco, Rafael Botí Torres y José María Palencia

en el acto de entrega de la Medalla de Honor de la AEPE

 

De igual forma, Rafael une a su cualidad de mecenas y benefactor, la de académico: su vida ha sido una perseverante investigación de toda aquella  manifestación artística relacionada con la obra de su padre, que le apasiona, logrando la excelencia y la fama por sus estudios al respecto. Como promotor cultural, ha depositado todo su talento y su energía en detectar, impulsar y hacer brillar las obras de los demás.

En realidad, su trabajo constituye también toda una auténtica obra de arte, porque sin él, sin su empuje e iniciativa, muchos talentos permanecerían ocultos toda la vida y nos privarían, a quienes disfrutamos a diario de la cultura, del placer de conocerlos.

Por eso hoy reconocemos y galardonamos a uno de esos grandes exponentes de la promoción cultural, a Rafael Botí Torres. Toda su vida ha sido un esfuerzo constante por acercar al público el arte y la creación cultural. La divulgación pictórica de la obra de su padre, y de su maestro, es la pequeña muestra de cómo ha logrado contagiar su pasión pictórica a tantos ciudadanos, a través de la generosidad extrema y gracias a la perseverancia de una vida dedicada a ello.

Rafael Botí Torres es un modelo de conducta para la sociedad; un alma que ha logrado superarse en la conquista de la excelencia, haciendo de su trabajo una transmisión y difusión de la pintura y del arte que no puede pasar inadvertida.

Pero hoy Rafael no está aquí como representación ni como difusor de la obra de otros artistas, sino que está con nosotros por ser reconocido como un gran filántropo y una excelente persona. Está aquí por méritos propios y no cabe hablar más que de él.

Decía la Secretaria General y Secretaria Perpetua, Mª Dolores Barreda Pérez, en su nota biográfica, que no quería hablar más que estrictamente lo necesario del pintor Botí y de Vázquez Díaz. Efectivamente, hoy el único protagonista aquí es Rafael, cuya forma de ser, cuya bondad y  cuyo perfil humano le ha granjeado el cariño y el agradecimiento de cuantos estamos en esta sala, de los que no están, de los cordobeses, de los españoles, de todos los que amamos el arte y alabamos la generosidad de su vida.

El esfuerzo que hoy reconocemos no caerá en saco roto. Porque toda una vida entregada a las Bellas Artes es una enorme fuente de fecundidad y riqueza para toda la sociedad, y es, además, un orgullo para todos los españoles, para todos los artistas y para esta Asociación Española de Pintores y Escultores que hoy te aplaude.

Hoy es un día para celebrar. La Asociación Española de Pintores y Escultores está de fiesta y este acto de entrega de la Medalla de Honor es una buena muestra del espíritu de agradecimiento y de servicio que vivimos en esta centenaria institución a la que me gusta llamar casa de todos.

Hemos aprendido de nuestros predecesores -y hoy lo vemos encarnado en Rafael- a trabajar con alegría y con afán de ayudar a los demás, al servicio del arte y de los artistas. Probablemente todos me habéis oído decir que cada día nos empeñamos en que la AEPE sea uno de los mejores lugares del mundo en donde reconocer el arte y la creación. Estoy persuadido del privilegio que tenemos quiénes cada día compartimos una misión tan relevante en servicio de la sociedad.

Por supuesto, los obstáculos no nos faltan: así ha ocurrido en el pasado y así seguirá sucediendo en el futuro, en medio de las tormentas se descubre el temple de los buenos marineros. Y ahora podemos estar contentos porque las circunstancias del entorno nos hacen ver que ni podemos ser mediocres, ni podemos vivir instalados en la cultura de la queja.

Pero mis palabras deben ser fundamentalmente de felicitación y agradecimiento a Rafael Botí Torres. Hoy recordamos la suma de muchas tareas sencillas, silenciosas, calladas, realizadas con el empeño de servir: a la memoria de su padre, a la del maestro Vázquez Díaz, a la de ciudades como Córdoba, Nerva, Jaén, a empresas y fines de todo tipo relacionados siempre con el mundo del arte… a la de nuestra propia entidad y a la de otras muchas instituciones.

En un gesto más de generosidad y altruismo, Rafael nos ha hecho llegar la obra que aquí exhibimos del pintor Rafael Botí Gaitán, cuya donación a esta Asociación Española de Pintores y Escultores quedará reflejada en el acta que a continuación firmaremos para que quede ya por siempre unida a nuestra institución, en un acto que nos abruma y recuerda la grandeza de quien hoy homenajeamos. 

Por esta ingente tarea, llena de coraje y magnanimidad, la Asociación Española de Pintores y Escultores te manifiesta su reconocimiento y su gratitud. Rafael: te quiero dar las gracias, en nombre de todos, porque con tu compromiso, con tu capacidad de superar las dificultades con paciencia, ingenio y creatividad, has contribuido a plasmar el espíritu que da vida al acto creativo y al arte.

El amor al trabajo bien hecho, el afán de descubrir la verdad y darla a conocer, la lealtad, el ambiente de afecto y preocupación por los demás, son rasgos de ese espíritu fundacional -que enseguida perciben quienes se acercan a la AEPE- y que son reales porque muchas personas como tú se empeñan en vivirlos cada día.

Además de felicitarte y de agradecerte que hayas hecho tuyos los fines y los proyectos de nuestra entidad, quiero decirte que tu espíritu de servicio es una fuente de inspiración para quienes trabajamos ahora en el difícil mundo del arte y la cultura.

Llevas toda una vida luchando por difundir el arte de los demás, el arte de muchos artistas y lo has hecho trabajando cada día con ahínco, no por vanagloria, sino por servir mejor a los demás, al arte, a los artistas, enseñando con el ejemplo y con la palabra, con toda tu vida, mediante publicaciones, textos, exposiciones, premios, certámenes, en definitiva, con logros repletos de beneficios para los creadores y para toda la sociedad.

Las instituciones, como las personas, se hacen mejores cuando se acostumbran a dar las gracias a quienes las sirven con lealtad. Esta entrega de la Medalla de Honor es, por tanto, un bien para todos y no sólo para el galardonado.

Por esta vida dedicada a preservar la memoria de los artistas, nuestra Junta Directiva ha acordado concederte la Medalla de Honor. Quienes hoy te acompañamos –y otras muchas personas que no han podido acudir- te felicitamos de todo corazón, y nos unimos a tu alegría y grandiosidad.

Muchas gracias”.

Como recomendación final, la vida, obra, crítica, premios, títulos y reconocimientos, bibliografía y todo lo relacionado con el pintor y músico Rafael Botí Gaitán, quedan recogidos en la espléndida página web que al autor ha dedicado su hijo, Rafael Botí Torres, completa y tratada con sensibilidad, donde el mecenas ha volcado tantos años de lucha y de trabajo por guardar su memoria.

http://www.rafaelboti.es/

Tomás Paredes, Mª Dolores Barreda Pérez, José Gabriel Astudillo López y Rafael Botí Torres en el acto de entrega de la Medalla de Honor de la AEPE

 

 

Recordando… Rafael Botí Gaitán

Obras, artistas, socios, pequeñas historias…

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Rafael Botí Gaitán

BOTI GAITAN, Rafael       P      1923       8.ago.1900  CORDOBA      MADRID/CORDOBA     6.feb.1995

Socio de Honor

Retrato de Rafael Botí (1921), de José Dabrio Pérez

 

Rafael Botí Gaitán nació en Córdoba, el 8 de agosto de 1900, fruto del matrimonio de Santiago Botí Company, natural de la localidad alicantina de Alcoy, músico del Centro Filarmónico de Córdoba y de la Orquesta Sinfónica de Madrid, y de la cordobesa Margarita Gaitán Gavilán, natural de El Carpio.

Con inclinación para el dibujo, con tan solo nueve años comenzó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba de la que era director Mateo Inurria. Allí tuvo como profesores  al socio de la AEPE, Julio Romero de Torres, Victoriano Chicote y Ricardo Agrasot.

Algunos de sus compañeros fueron Antonio Rodríguez Luna, Enrique Moreno “El Fenómeno”, Ángel López Obrero, Antonio Merlo, Rafael Romero de Torres y Octavio Nogales.

Además, la afición musical que le brindaba la rama paterna, hizo que también cursara estudios de música en el Conservatorio Superior Eduardo Lucena de Córdoba, teniendo como profesor a Cipriano Martínez Rücker.

En 1917 se trasladará a Madrid, continuando sus estudios en el Real Conservatorio de Música con Tomás Bretón y Conrado del Campo. Dos años más tarde ingresará en la Orquesta Filarmónica de Madrid, mediante oposición, como profesor de viola, pasando ya en 1930 a la Orquesta Nacional de España.

Desde 1918 cursó también estudios en la Escuela de San Fernando de Bellas Artes, asistiendo además como discípulo al taller del socio de la AEPE, Daniel Vázquez Díaz, que sería su profesor en la cátedra de pintura mural. Es entonces cuando se forja una gran amistad entre ambos, puesto que además de ser uno de los discípulos predilectos del maestro, éste le utilizaba como modelo en repetidas ocasiones.

Ensayando, en 1919

 

Es así como Rafael Botí logró reunir una gran colección de obras de Vázquez Díaz, sobre todo una fantástica serie de retratos de personajes de la cultura española del momento.

En el estudio de Vázquez Díaz coincidirá con otros artistas como Pablo Zelaya, Miguel Rodríguez Acosta, Jesús Olasagasti, Díaz Caneja, Cristino de Vera, Rafael Canogar y José Caballero.

Su integración en el ambiente artístico del Madrid de la época es total, comenzando por aquel entonces a asistir a las tertulias de los cafés Zaragoza, Fornos, Pombo, Lyondior, Nuevo Levante, Colonial y Oriente, donde conectará con poetas, escritores, músicos y pintores. Las nuevas amistades durarán toda su vida: Eugenio Noel, Alberto Sánchez, Juan Esplandiú, Aurelio Arteta, Eduardo Vicente, hermanos Solana, Manuel Ángeles Ortiz, Barradas, Santiago Pelegrín, Tomás Borrás, Emilio Carrere, Jorge Luis Borges, José Bergamín e Iturrino, Julio Romero de Torres, Zuloaga, Ramón del Valle Inclán, Penagos, el Dr. Jiménez Díaz, Eliodoro Puche, Vicente Ríos, Pepito Zamora, Juanito Tallería, Antonio de Hoyos y Vinent, y Manuel Fontanals entre otros.

Santiago Pelegrín, Retrato de Rafael Botí, 1921

 

En 1922 participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes, en el IV Salón de Otoño de la AEPE y en la II Exposición de Arte de la Sociedad Cordobesa de Arqueología.

En 1923 celebrará en el Círculo de la Amistad de Córdoba, su primera exposición individual.

En 1924 contrae matrimonio con la cordobesa Isidra Torres Lerma. Fruto del matrimonio nacerá un hijo, Rafael Botí Torres, Medalla de Honor de la AEPE, heredero, valedor y depositario del legado de su padre, cuya labor de mecenas ha beneficiado sobremanera a la cultura y el arte españoles.

En ese mismo año, participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes obtiene como premio una bolsa de viaje. Participará también en el V Salón de Otoño de la AEPE celebrado ese mismo año.

En 1925 participa en la Exposición de Bellas Artes de Cádiz y en el VI Salón de Otoño de la AEPE.

Acompañado de su maestro Vázquez Díaz, viajará con frecuencia a la localidad de Fuenterrabía, plasmando en sus lienzos paisajes vascos que les cautivan.

En 1926 participa en el I Salón de Pintores Andaluces y en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

En 1927 lleva a cabo una exposición en Casa Nancy de Madrid y participa en distintas colectivas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en el Salón del Heraldo de Madrid en la muestra de artistas andaluces.

 

En una foto de 1927

 

Pensionado por la Diputación de Córdoba, entre 1929 y 1931 se traslada a París para ampliar sus estudios de pintura. Allí conocerá a Picasso y a Braque y su pintura adquirirá el color de Matisse y el cubismo picassiano que marcó toda su obra.

En 1929 participa en la Exposición de Artistas Independientes del Salón Heraldo de Madrid, en la Exposición Nacional de Barcelona, y en la Exposición Regional de Arte Moderno de Granada, donde fue premiado por la obra “De la Sierra de Córdoba”, hoy en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.

En 1930 es galardonado en la exposición del Patronato Nacional de Turismo “Casa de los Tiros” de Granada y participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes y en el Círculo de Madrid.

De regreso a Madrid, en 1931 funda la Agrupación Gremial de Artistas Plásticos (AGAP), junto a otros artistas como Emiliano Barral, Winthuysen, Planes, Moreno Villa, Castedo, Souto, Climent, Díaz Yepes, Pérez Mateos, Rodríguez Luna, Santa Cruz, Isaías Díaz, Pelegrín, Servando del Pilar, Francisco Mateos… el 29 de abril lanzarán un “Manifiesto vanguardista” dirigido a los jóvenes artistas, cuyo fin es apostar por la renovación completa de la vida artística española como una forma para luchar contra todo lo que signifique arbitrariedad.

En 1931 expone en la Diputación Provincial de Córdoba y en la Galería Castelucho y Diana de París.

En 1932 participa en distintas exposiciones celebradas en el Museo de Arte Moderno, la Nueva Federación de las Artes y en el Lyceum Club Femenino de Madrid.

Un año más tarde realizará una exposición individual en la Asociación de Artistas Vascos de Bilbao.

Cocina

Entrada al Santuario de la Fuensanta

Casa de la Calle de Santiago, Córdoba

Genil-Guadalquivir, Palma del Río

Patio de la Fuensanta, Córdoba

Girasoles del Jardín Botánico de Madrid

 

En 1934 presentará obra a la Exposición Nacional de Bellas Artes y en 1935 llevará a cabo una muestra individual en el Salón de Arte Moderno de la Biblioteca Nacional de Madrid.

En 1936 participa en la Exposición Regional de Bellas Artes de Córdoba y en la Exposición Nacional de Bellas Artes, que no llegó a inaugurarse debido al estallido de la guerra.

En los primeros días de la Guerra Civil, una bomba destruye su casa de la calle Gobernador, 21, frente al Jardín Botánico que tanto pintara,  lo que obliga al traslado de la familia a la localidad ciudadrealeña de Manzanares, donde ejercerá durante toda la contienda como profesor de Dibujo y bibliotecario en el Instituto de Segunda Enseñanza.

Al finalizar la guerra, regresa a Madrid, si bien no será hasta el año 1947 cuando reiniciará su actividad pictórica participando en una exposición organizada por la Sala Gumiel.

Brevas

Nocturno del Cristo, Córdoba

Noche en la plaza de los Dolores (Córdoba)1978

Patio de la Judería, Córdoba

La fuente del Olivo (Patio de los Naranjos, Córdoba

 

Un año más tarde participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes y en la I Bienal Hispanoamericana de Arte de 1951.

En 1953 participa en la exposición de Pintura española contemporánea de Lima, celebrada en el Museo de la Universidad de San Marcos de Santiago de Chile; también estará presente en la Exposición del arte español actual o I Feria-Exposición de Productos Españoles de Madrid, en el Homenaje a Vázquez Díaz celebrado en las Salas de Exposiciones de la Dirección General de Bellas Artes, y en el Centenario de la fundación del Liceo Artístico y Literario de Córdoba.

A partir de 1958 y hasta su fallecimiento, participará en incontables muestras colectivas por toda la geografía nacional.

Un año después, lleva a cabo una exposición individual en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y a lo largo de los años, hasta 1979, en distintas exposiciones individuales en la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy, en Salamanca, en la Galería Toisón de Madrid, en la Galería Lázaro de Madrid, en la Galería Studio de Córdoba, en la Galería Giotto de Madrid, en la Sala de Santa Catalina del Ateneo de Madrid, en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba, en la Caja de Ahorros de Córdoba, en Cajamadrid de Barcelona, en el Palacio de la Merced de Córdoba, en la Galería Ansorena de Madrid, en el Patio de la Cultura de Tabacalera de Madrid, en la Caja de Ahorros de Córdoba, en el Museo de la Ciudad de Madrid…

Fuente Goiri, Deusto

Palma del Río, Córdoba

Vallecas

Moratalaz

Viejo París o el Sena

Patio del Museo Romántico

 

En 1979 el Ayuntamiento de Córdoba le nombró Hijo Predilecto de la ciudad, concediéndole además la Medalla de Oro de Córdoba.

También la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba le nombrará académico correspondiente.

Presidente de Honor de la Asociación de Artistas Plásticos Cordobeses.

Académico Ilustre de la Academia Libre de Arte y Letras de San Antón.

En 1980 el Ministerio de Cultura le concedió la Medalla de Plata al Mérito en las Bellas Artes.

Tras una larga vida dedicada al arte y a la música, Rafael Botí falleció a consecuencia de una neumonía pulmonar el 4 de febrero de 1995, a los noventa y cuatro años.

El hondo pesar por la triste noticia derivó en la realización de múltiples homenajes, exposiciones póstumas –especialmente, aunque no sólo, en Madrid y en Córdoba– y reconocimientos institucionales, como la inauguración en 1996 de una plaza con su nombre en su Córdoba natal y la creación en 1998, también en Córdoba, de la Fundación provincial de artes plásticas que lleva su nombre, entidad dependiente de la Diputación de Córdoba a la que el hijo del pintor donó la mayor parte de su colección, con obra tanto propia como de otros artistas coetáneos. Igualmente lleva su nombre la convocatoria bienal de artes plásticas que se celebra desde ese mismo año, organizada por la Diputación de Córdoba, y el centro de arte contemporáneo inaugurado en el año 2015, adscrito a la fundación.

Ruinas de San Isidoro del Parque del Retiro de Madrid

Rafael Botí, por Juan Cantabrana

 

Poseen obras suyas, en Madrid: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, Museo de la Historia de Madrid, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Palacio de Liria (Duques de Alba), Ayuntamiento de Madrid, Ministerio de Trabajo, Tabacalera y Banco de Madrid. En Córdoba: Museo Provincial de Bellas Artes, Museo Taurino, Ayuntamiento, Diputación, Museo Diocesano, Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí, Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, Conservatorio Superior de Música, Cajasur. Patronato Lozano Sidro y Diario Córdoba. En Zaragoza: Museo Camón Aznar. En Cuenca: Excma. Diputación. En Almería: Cuevas de Almanzora, Museo Antonio Manuel Campoy. En Bilbao: Museo de Bellas Artes y Asociación Artistas Vascos. En La Coruña: Museo Camilo José Cela. En Nerva (Huelva): Museo Daniel Vázquez Díaz y en Sevilla: Palacio de las Dueñas (Duques de Alba) y Museo de Bellas Artes. En Jaén Museo Provincial, en Huelva Museo Provincial. En Alicante, el Museo de BBAA de Alicante.

Paisaje de Torrelodones

Patio antiguo, Córdoba

Nota vespertina

Satán

Primavera desde mi estudio (Casa de Campo, Madrid)

La fuente del patio del museo II Córdoba

 

Su dilatada vida, siempre en activo como artista, le hizo conocer y participar en el desarrollo del arte español de todo el siglo XX.

Hablar de Rafael Botí es hablar de Córdoba. Junto a Julio Romero de Torres, ellos encarnan la imagen misma de la ciudad y de sus gentes. De él escribió Antonio Manuel Campoy que “el pintor Rafael Botí es cordobés, y esté donde esté, y pinte lo que pinte, está siempre en Córdoba y todo lo que pinta, de Córdoba es… pinta siempre en su ámbito cordial de Córdoba. Córdoba siempre”.

Los paisajes de Rafael Botí conjugan la armonía y el ritmo de la música con el equilibrio, la profundidad y la expresividad del arte poético. En ellos demuestra que es un enamorado de la naturaleza y que siente la misma con una especial espiritualidad.

En la puerta del Museo de su maestro Julio Romero de Torres, en Córdoba. 1980

En la Fuente del Olivo del Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba, en 1973

Pintando en su estudio de la calle Gaztambide, Madrid, en 1978

Pintando en el campo con su maestro Vázquez Díaz

Con Rafael Romero de Torres en Córdoba en 1980

 

Sus primeras obras abrazan aún los restos del decadentismo de fin de siglo, pero conforme pasa el tiempo, su pintura evoluciona hacia el tímido arranque de las vanguardias y al proceso de la modernización artística que se llevó a cabo con la entrada de las distintas corrientes artísticas internacionales.

La influencia del magisterio de Vázquez Díaz le dirigió hacia el sentido constructivo de la forma, pero el paso del tiempo le llevaría a crear su propio estilo, y aunque su paleta tiende a decantarse por tonos terrosos en sustitución de la gama fría, su obra se centra básicamente en el paisaje, pese a cultiva de manera ocasional otros temas como el bodegón o los interiores intimistas.

El dominio del color es patente en su obra, así como la fidelidad que siempre mostró a su técnica y temática, con un estilo coherente, irreductible, de sencillez seductora y pureza inquebrantable. El uso libre de la pincelada de sus primeras obras fueron ganando en estructuración, definición de volúmenes e importancia del dibujo que al final de su vida adquirió una profundidad lírica y aire nostálgico inolvidables.

Patio de la Madama del Palacio de Viana

Patio amarillo, Córdoba

El Cristo de los Faroles, Córdoba

Pez (vaca)

Barca en La Mata, Torrevieja

 

De él escribieron artistas, críticos, músicos, políticos y personalidades de todo tipo contemporáneos de su vida y de su obra.

Waldo Aguiar: “Tú ya no estás aquí entre nosotros, pero tú no estás muerto, te tenemos en tus cuadros, en tus obras: color, alegría de vivir, antiretórica, antipetulancia, tan al uso hoy, sin haberte dejado colonizar por dictaduras estéticas ni modas”…

Francisco Alcántara: “Rafael Botí es muy joven, delgado, sutil casi, como los sonidos armoniosos que produce en su oficio de instrumentista de orquesta”…

Mario Antolín: “Rafael Botí pertenece a ese pequeñísimo grupo de los limpios de corazón. Fiel a sí mismo, ajeno a maniobras de grupos, de grupitos o de escuelas. Botí sonriente y cordial, humilde y silencioso, lleno de admiración hacia los otros, es un ejemplo de amor a la pintura y un maestro –aunque él no se lo crea– del difícil oficio de pintar”.

Juan Barjola: “El gran artista Rafael Botí, hombre sencillo, sensible y armónico, tanto en la pintura como en la música”.

Tomás Paredes: “En la vida con luz de gas, sencilla y honesta, de este pintor azulenco, cantan pájaros de lapislázuli, conformando un universo turquí, donde nacen todos los azules del mundo, su mundo añil, andaluz, iluminado por los sueños del agua, del cielo, del mar, del co­balto, de la soledad y la distancia azul del Sur”…

Vázquez Díaz: “Él vive una vida callada, Lejos de buscar renombre está entregado al goce íntimo de la creación, de una obra inyectada de sueños y palpitaciones, de alma delicada y sencilla. Siempre he sentido devoción especial hacia estos hombres entregados a la realización de una obra en silencio, poniendo en ella lo más hondo de su corazón –que la obra sea tan pura como el alma de un niño–, por eso el pájaro siempre acude al paisaje cuando Botí pinta musicando el silencio”.

Waldo Aguiar, Retrato de Rafael Botí, 1992

Rafael Botí en el Patio de los Naranjos (Córdoba), 1987

Jardín Botánico de Madrid

Bodegón de la bota

Córdoba callada

Frutas

Manzanas y tazón

Cerámicas

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes de la AEPE: Emilio García Martínez

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Los Directores de la Gaceta de Bellas Artes

de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

La Gaceta de Bellas Artes: 1932-33

Como venimos viendo en los últimos meses, entre  1932 y 1933, el comité de redacción de la Gaceta de Bellas Artes estaba integrado por: Enrique Estévez Ortega, Emilio Romero Barrero, Julio Moisés Fernández de Villasante, Julio Vicent, Juan Adsuara, Enrique Pérez Comendador, Francisco Llorens, Luis Rubio, Ramón Pulido, Guido Caprotti, Carlos Casado, Luis Benedito, Miguel Lucas S. Mateo y Fructuoso Orduna.

 

Emilio García Martínez

GARCIA MARTINEZ, Emilio  P  1911(F)  MADRID      OVIEDO (Asturias 3)/MADRID

Socio Fundador de la AEPE

Socio de Mérito

 

El artista en una fotografía de 1922

Emilio García Martínez nació en Madrid el 15 de septiembre de 1875.

Con formación artística, desde su adolescencia mostró una gran afición por la pintura y la arquitectura.

Casado con la ceramista Inocencia Arangoa Figueroa (1880-1972), sobrina y discípula de Francisco Pradilla, tuvieron un hijo, el prestigioso arquitecto y profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio García Arangoa.

Su primera obra, una acuarela de la Casa de Campo de Madrid, está fechada en 1890.

Entre 1909 y 1917 trabajó en Oviedo, pasando después por Segovia, donde recibe una clara influencia del ceramista Zuloaga, al que unió una gran amistad y que le introdujo en la pintura sobre cerámica.

Hacia 1923 se traslada a Madrid, donde comenzó a presentar de forma habitual sus obras a certámenes y exposiciones, logrando siempre excelentes críticas que los medios de la época publicaban.

Participa en el I Certamen artístico de la revista “Blanco y Negro” de 1900, con la obra “El invierno en Guadarrama”.

En 1900 participa en la Exposición bienal del Círculo de Bellas Artes que se celebró en el Palacio de Cristal del Retiro.

 

 

En 1903 participó en la Exposición del Círculo de Bellas Artes, logrando Premio de 250 pesetas en pintura.

En la Exposición de Bellas Artes de 1908 consigue Tercera Medalla de Pintura.  Ese mismo año, en la Exposición de Otoño del Círculo de Bellas Artes, el óleo que presenta merece reseñas en la prensa que subrayan que es una obra “magníficamente vista, de un modernismo templado por un ambiente de realidad y de color dichosísimos”.

En la Exposición del Círculo de Bellas Artes de 1909, la prensa destaca que “de Emilio García Martínez hay un cuadro con 17 estudios pequeñitos, algunos de los cuales, dentro de su modestia, ofrecen notas interesantes”.

Participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1910.

En 1921 sus pinturas ocupaban las portadas de diarios como ABC o del Blanco y Negro.

Socio de Mérito del III Salón de Otoño de 1922.

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1924, la prensa decía que “EMILIO GARCÍA MARTÍNEZ, en las «Ruinas de Segovia», demuestra que domina el arte paisajístico, encuadrando un motivo y desentrañándolo en serie de matices para la cabal justeza”.

En 1925 inauguró una Exposición de Paisajes de Castilla y Asturias en el salón del Círculo de Bellas Artes, cerca de setenta obras “que han llamado poderosamente la atención por su honrada espontaneidad, luminosidad y bello colorido, habiendo sido el autor muy felicitado por el numeroso público asistente al acto”. La muestra fue muy comentada en la prensa, destacando la obra castellanista, que no es la triste imagen que daban los autores del 98, sino que vemos “Segovia incendiada bajo el sol… Sepúlveda deslumbrante… con una profusión de verde opuesto al gris que vemos en casi todos los cuadros que a Castilla quieren representar”…

En 1926 obtuvo la Segunda Medalla de pintura en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

En 1929 formó parte de la Exposición que la Agrupación de Paisajistas realizó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Presentó obra a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930 y a la del Círculo de 1931, realizando labores del Jurado en el Salón de Otoño de 1931.

En 1931 participó en la Exposición de Pintura Española de Oslo y en los Salones de España en Venecia.

Participó también en el Salón de Otoño de 1932 y en la Exposición Nacional de Bellas Artes de ese mismo año.

En octubre de 1933 realizó una exposición en los salones del Círculo de Bellas Artes que fue ampliamente comentada en los medios periodísticos con reproducciones de algunas de sus obras. Así, se podía leer: …”No hay que buscar en la obra pictórica de García Martínez ampulosidades ni pedantescas habilidades y subterfugios. Su sabiduría técnica puesta en juego con su modestia ejemplar (modestia de auténtico hombre de talento), da como resultado el equilibrio de resoluciones en dificultades lumínicas y cromáticas. No es este paisajista, tampoco, ni de los denominados modernos, ni mucho menos de ¡os clasificados como artista pasado; es, por encima de todo prejuicio o dogma, lo que pudiéramos llamar un perfecto paisajista. Enamorado del aire libre, del color y de la luz de esta España sin par. García Martínez capta con singular acierto, como consecuencia de la mayor probidad profesional, los aspectos emotivos de nuestro ambiente, interpretándolos con una visión temperamental de poeta, transmitiendo al observador del cuadro aquella emoción experimentada y que despierta, al par del interés, el sentimiento de lo bello y el amor a la Naturaleza. La luz y el color tienen en el notable pintor uno de sus más exaltados cantores, y cada lienzo, cada estudio o cada nota son muestra de la fina sensibilidad del maestro, que enfrentado ante el natural, pone, ante todo el goce íntimo de su desahogo espiritual con la mayor honradez, sin prejuzgar el caso de posteriores sagacidades de exigencias ajenas. Del profuso núcleo de los grandes paisajistas españoles, Emilio García Martínez es uno de los más significados. Débesele incorporar al grupo de los realistas, por la fidelidad de su manera técnica, que no creemos incompatible con la propiedad emotiva poética que acusa su temperamento, ya que en el artista jamás se pudieron observar preocupaciones que desvirtuaran su atávico amor a las bellezas naturales, traduciéndolas con formas o caracteres seudo-originales, y así pudo verse claramente expresado en su reciente exposición del Círculo de Bellas Artes, de Madrid, en cuyo conjunto y en la lógica variedad de los aspectos que eligió veíanse a través del último placer ejecutivo las características de un cromatismo lumínico y las diversidades de gamas de los países que fueron preferidos por el artista para la reproducción”…

Obtuvo la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1934.

Participó en la V Exposición de Arte Libre de la Diputación de Segovia de 1936.

En 1946 presentó obra a la Exposición de Artistas y temas segovianos celebrada en el Palacio de Archivos, Bibliotecas y Museos.

Su último cuadro, un paisaje de Fuenterrabía,  está fechado en 1964.

Falleció en Madrid, el 27 de mayo de 1970.

A lo largo de su carrera artística utilizó diversas técnicas, con preferencia del óleo, dibujo y la acuarela.

 

Mañana de agosto. Museo del Prado

Paisaje de Soller

 

Emilio García Martínez y la AEPE

Al III Salón de Otoño de 1922 presentó: El barrio de San Nicolás

Al IV Salón de Otoño de 1923: Arroyo de la Sierra de Guadarrama y Recuerdo de una expedición a la Maliciosa

La V Salón de Otoño de  1924: Contraluz de agosto y Vega del Nalón

Al VI Salón de Otoño de 1925: Un hocino en Cuenca

Al VIII Salón de Otoño de 1928: Un rincón de Segovia y La iglesia de Arroyomuerto

Al X Salón de Otoño de 1930: Tarde de mayo en la sierra

Al XII Salón de Otoño de 1932: Vieja calle de Segovia y Templete del lago (Aranjuez)

 

 

 

Lola González Rodríguez

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

 

Lola González Rodríguez

GONZALEZ RODRIGUEZ, Lola      P     1934    CANARIAS    MADRID Calle Cardenal Cisneros, 23, Madrid

 

La única fotografía que se tiene de la artista

 

Dolores González Rodríguez, conocida como Lola, era natural del municipio tinerfeño de Valverde del Hierro, en el que tiene dedicada una calle a su memoria y donde nació el 2 de febrero de 1890.

Hija de Manuel González Cejas, era la mayor de una familia de siete hermanos: Luciano, Salomé, Manuel, Jesús, Jorgina y Felipa, destacando desde muy niña su afición al dibujo y la pintura.

Prima hermana suya era la poetisa grancanaria Pino Valido Rodríguez.

En 1903 ya logró un Primer Premio en la sección de dibujo de plano a plano sombreado, en la Clase Especial de Señoritas, según informaba El Guadalete.

En 1907 fue Premio de Honor del curso de la Clase Especial de Señoritas, sección del antiguo, de la Academia de Bellas Artes de Santo Domingo, recibiendo el Primer Premio en el año 1908.

Siendo muy niña, la familia se traslada a vivir a Las Palmas de Gran Canaria, donde cursará estudios de Bellas Artes, teniendo como maestro al profesor de Bellas Artes de la Real Academia de San Fernando de Madrid, Federico Valido Guerra.

En 1915 la familia emprende su traslado a la capital cubana, en la que ingresa en la Academia Nacional de Bellas Artes de San Alejandro, recibiendo premios y distinciones en todas las asignaturas.

Allí tiene como maestros a los pintores cubanos Leopoldo Romañach Guillén, considerado uno de los grandes maestros cubanos de la plástica de los siglos XIX y XX.

En 1916 consigue Premio en Dibujo Elemental de la Academia de Bellas Artes de San Alejandro.

En 1924 en La Gaceta de Tenerife, aparece un artículo titulado “El triunfo de una paisana”, que recoge la admiración artística que en La Habana está cosechando Dolores y por el que sabemos que tenía …”excepcionales condiciones para la pintura… discípula predilecta del maestro Romañac… el colorido de sus cuadros, la precisión en las líneas, son especialidades de ella… el dibujo en la figura, la composición artística de sus obras es insuperable”…

En 1925 realizó su primera exposición individual en la Asociación de Pintores y Escultores de Cuba, institución nacida en el año 1916, donde presenta medio centenar de telas, algunas de las cuales son consideradas como de “una espléndida y rotunda justificación del Salón inaugurado”, recibiendo numerosas felicitaciones del público y la crítica.

En 1927 se traslada a Nueva York, estudiando dibujo en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York, situada en Manhattan, y teniendo como profesor a George Bridgman, maestro de otros estudiantes como Will Eisner o el ilustrador Norman Rockwell.

La popularidad de la Liga de Estudiantes está más que justificada, ya que a sus clases asistieron artistas como Pollock y otros vanguardistas que alcanzarían la fama en los años 40.

Por esos años, la Hispanic Society of America, tan conocida en España gracias a los encargos que realizara a artistas como Sorolla y Benlliure, adquiere algunas de sus obras.

Allí realizó una exposición individual en el International Housse de Nueva York, una especie de “Residencia de Estudiantes” a la americana, fundada en 1924 donde se daban cita estudiantes de todo el mundo gracias al mecenazgo de John. D. Rockefeller Jr. y por el que han pasado desde ganadores del Premio Nobel, jefes de estado, autores premiados, cantantes, actores y directores ejecutivos, hasta maestros, médicos, propietarios de pequeñas empresas, líderes comunitarios y voluntarios en todo el mundo.

En 1928 expuso en los Salones del Diario La Marina de La Habana. Una muestra de la que se ocupó su hermano y en la que la crítica comentó que la “señorita González tiene buena vista, dibuja mucho y maneja los colores admirablemente. Las flores que pinta son iguales a las que se ven en la casa Lang-withe y Cº y si pintara una vajilla cual las que detalla La Copa, se vería brillar la loza finísima con mucha naturalidad… “Contemplación” es otro cuadro magnífico… un derroche de luz y colorido admirablemente manejado. Aquella agua se mueve, se ondula, da reuma… por eso solo quiero felicitar a la ya ilustre pintora y a su insigne maestro que ha dado a la humanidad una discípula digna de su portentoso cerebro”.

En febrero de 1929 expuso nuevamente en el Diario La Marina de La Habana, donde envió desde las Canarias unos lienzos que demostraban que Lola González “sigue siendo la artista admirable del pincel que sabe ver y plasmar las cosas en el lienzo tal y como son. En sus cuadros deja plasmados la naturaleza tal y como la ven los sabios y los ignorantes. Los paisajes que ha mandado de Canarias son verdaderamente admirables por su técnica y colorido. Hay pueblos inundados de luz donde se contemplan sembrados, casas, montañas, arroyos, carreteras polvorientas, etc. Tal y como la naturaleza nos los presenta a nuestra vista. Ello indica que la ideal artista sigue viendo bien y, lo que es más difícil, trasladando al lienzo lo que contempla con asombrosa veracidad, que es lo que la hace ser tan admirada en todas partes donde exhibe sus lienzos. Reciba la señorita González mi entusiasta felicitación en el lejano y simpático Madrid donde está dando cima a sus estudios”.

Son años de continuos viajes en los que llegó a Madrid, donde terminó sus estudios de arte mientras estaba domiciliada en la Calle Rafael Calvo, 28, 3º, hasta que en 1930 regresa a Cuba.

En 1931 expuso en el Salón Dardo de Madrid, donde también exponía otro artista canario que en aquella época vivía en la capital de España, Guillermo Sureda.

En 1933 presentará obra al XIII Salón de Otoño, y también al XV de 1935, en el que Luis de Galinsoga reseñará en el ABC que …“Otra artista canaria, Dolores González, muestra un gran sentido decorativo y una excelente técnica del color”.

Nada sabemos de ella en los años de la contienda nacional, pero en 1943 participó en la  Exposición de Artistas de la provincia de Tenerife que se celebró en Madrid, en el Museo de Arte Moderno, y estaba formada por 156 cuadros de 30 artistas, entre los que se encontraba Dolores González Rodríguez, además de 18 esculturas de 4 artistas diferentes.

Concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1945 y participó en la Exposición Regional de Bellas Artes del Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria en sus ediciones de 1946, 1956 y 1958.

Exhibió sus obras de forma individual en el Museo de Arte Moderno de Madrid en 1948.

Su obra estuvo presente en la Exposición de Homenaje a Canarias celebrada en el Museo Municipal de Madrid en mayo de 1963

Comenta su biógrafo que murió soltera y sólo le obsesionaba su quehacer pictórico. Amena, de agradable conversación, afable y sencilla, de porte señorial, de constante amor a su tierra, a su isla, y la de ser herreña.

Falleció el 25 de marzo de 1972 en Madrid, a los 82 años de edad.

Uno de sus cuadros, titulado La violetera y donado por la artista, se conserva en el Casino de Valverde.

El Cabildo Insular de El Hierro publicó un libro titulado “Dolores González Rodríguez, una pintora herreña”, obra de José Ayala Zamora

Firmaba todas sus obras con el nombre de “Lola González”.

La hortelana, presentada al XV Salón de Otoño de 1935

 

Lola González Rodríguez y la AEPE

Al XIII Salón de Otoño de 1933 presentó dos obras: Desnudo y Huerfanitas madrileñas.

Al XV Salón de Otoño de 1935: La hortelana y Bodegón

 

La violetera, Casino de Valverde

España: el país de los eufemismos

Mª Dolores Barreda Pérez

Secretaria General

Secretaria Perpetua de la AEPE

 

Según la RAE, el eufemismo “es la manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión directa sería dura o malsonante”.

De unos años a esta parte, los que manejan los hilos de la nueva sociedad que ya han creado, han presupuesto que para los individuos que presumen de incultura, que ahora está eso muy de moda, una expresión directa sería ofensiva, despectiva, agresiva y de mal gusto. Lo presuponen con ojos malsanos en la actitud a la hora de decirlo, no en lo que realmente se está diciendo.

Y lo han hecho poco a poco, de manera que ya para casi todos, resulta ofensiva la verdad y hay que suavizarla para no ofender. Porque como digo, todo está basado en la supuesta ofensa que significa.

Decía en un artículo anterior, que el negro es negro igual que el gordo es gordo. El problema es que ahora ya al negro, no le suena bien que le llamen negro, a pesar de que sea ese su color. Y el gordo ya no quiere que se le llame gordo, aunque en lo más interno de su ser sea consciente de que lo es.

Nos han creado un complejo moral tan bien diseñado, que ahora ya nos molestamos por cualquier cosa, llegando a situaciones surrealistas en las que el uso del lenguaje se ha acomodado a la llamada “corrección política”.

El nuevo lenguaje así nacido, suaviza las palabras y se basa en disfrazar la idea a base de expresiones que no hacen más que generar ambigüedad innecesaria, nos impiden ser directos, ralentizan la conversación y hacen hueco el lenguaje. Pero lo más importante de todo es que cambiar las palabras no cambia la realidad expresada con ellas.

Llamar negro a un negro se ha convertido en racista, por eso lo llaman persona de color, persona de piel oscura… pero la realidad es que es un negro. Otra cosa es el tono utilizado para decirlo, que es el que genera rechazo.

Una revisión del lenguaje nacida como algo contracultural que debía acallar valores machistas y racistas, pero que ha venido a degenerar en prohibiciones absurdas, groseras, intolerables, puritanas y en lo que es peor, un nuevo lenguaje que empobrece el nuestro y una nueva incultura de la intolerancia que se ha adueñado de la sociedad.

Lo políticamente correcto se ha vuelto la norma en la progresía de España y usar eufemismos para ellos, viene a decir que queremos ser amables y menos agresivos en nuestras expresiones, en lugar de decir la verdad con el lenguaje de toda la vida, porque nos han hecho creer que ese lenguaje daña. No han dejado de repetirnos que hay que ser sensibles con grupos, sexos, géneros y colectivos, y que el lenguaje utilizado hasta ahora es soez y vulgar.

Y nos lo dicen los que han normalizado el insulto y las palabras malsonantes desde la tribuna del Congreso, que debía ser el último y principal reducto de las expresiones y opiniones verdaderas de la realidad del país.

Hemos normalizado los insultos y palabras malsonantes frente a la extrema censura de actitudes y formas de manera desproporcionada. Por eso, llamar hijo de puta a cualquiera, ya no ofende, pero sí lo hace llamar “mono” a un jugador de fútbol; la demencial justificación de un partido político que llama a “normalizar” el insulto porque es algo de lo más normal que está en redes sociales, me parece infame, sobre todo ahora que como vemos en el Congreso de los Diputados, nuestros representantes lo han institucionalizado. Ellos, que deberían ser un ejemplo de ética y moralidad para todos los ciudadanos (me niego a decir la ciudadanía), usan y abusan de actitudes que solo refuerzan el acoso, el odio y nos llevan a una mediocridad indecente, que es en la que está envuelta la sociedad.

Decía que los progresistas nos dan lecciones diarias de eufemismos. Lo hacen desde todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde el parlamento a la prensa, y a fuerza de  suavizar una realidad extrema, terminan por no definir correctamente esa realidad.

Pero los eufemismos inventados por la clase política adquieren categoría supina al esforzarse cada día por llamar de formas tan distintas y dispares, a la pura y cruda realidad.

Empezó con la llegada de la democracia y se disparó con la llegada de Rodríguez Zapatero al poder, y sus recordados “brotes verdes”. Ahora ya es un arte con el gobierno de Sánchez.

Hemos pasado por “desaceleración transitoria”, “crecimiento negativo”, “rescate”, “apoyo financiero”, “préstamos con condiciones muy favorables”, “línea de crédito”, “recargo complementario temporal de solidaridad”… para evitar llamar crisis económica lo que sufrimos.

Y con la veda ya abierta, el eufemismo pobló todos los sectores imaginables. Y así, pasamos de los órganos de dirección a “espacios representativos de la voluntad colectiva”, de toque de queda a “restricción de movilidad nocturna”, de peaje a “sistema de tarificación”, de antidisturbios a “unidades de intervención policial”, IVA por “gravamen adicional”, de la inflación a la “reacomodación de precios”, de emigración por “movilidad exterior”, de fuga de cerebros por “falta de oportunidades laborales”, de restricción de la movilidad nocturna” por toque de queda, de separación o divorcio por “cese temporal de la convivencia”, de austeridad a “sobriedad y moderación”, de homosexuales a “gays”, de discapacitados a “personas con capacidades diferentes”, de azafatas a “auxiliares de vuelo”, de inmigrantes a “indocumentados”, “presos políticos”, a los políticos presos no por sus ideas sino por los actos ilícitos que cometieron valiéndose de las facilidades de sus cargos,  “persecución política”, en consecuencia, a hacer justicia, “desprolijidades”, a los hechos de corrupción, “desvío de fondos”, al robo perpetrado por algún funcionario, “solidario” es todo esfuerzo que se hace con el dinero de los otros, de “gesto de generosidad” o “proceso de normalización” para decir amnistía, de “relator”, “verificador”, “mediador” y “acompañante del proceso” para desinar al intermediario, “España multinivel” o “España plurinacional” por crisis de Cataluña, de la gota fría a un “episodio o dana”… y una lista interminable que no es más que un instrumento de manipulación social.

Este gobierno del progreso, como se autodenomina, se alimenta de eufemismos porque sabe que lo que vende no tiene ningún fundamento moral o intelectual, y manipulando el lenguaje como lo hiciera en su momento Hitler, genera toda una colección de símbolos al servicio de una ideología, una “neolengua” al estilo de lo narrado por George Orwell en “1984”.

Pero esto, que ya es una normalidad en España, se ejerce a todos los niveles de la vida, no solo política, sino social y cultural. Y por supuesto, a nivel artístico y disparatado.

No hace falta poner ejemplos actuales, todos hemos leído críticas de arte que servirían para múltiples artistas con idénticas frases huecas y banales, sin consistencia ni sentido, pero traigo aquí una publicada en 1925 en esta misma Gaceta de Bellas Artes, como ejemplo hilarante de cómo no decir nada, y decir mucho a la vez. Un puro eufemismo que espero disfrutéis como lo he hecho yo.

Lectura de un proyecto de Ley en el Salón de Sesiones (detalle). 1908, por Asterio Mañanós

 

Se trata de un artículo de Cándido Rouco titulado “Exposición de Artistas ibéricos”. Sin más referencias al autor, fallecido prematuramente en 1927, que colaboró con la Gaceta de Bellas Artes con 24 trabajos, la mayoría de ellos de crítica de teatro y poesía y con otros medios como la revista “Gran Mundo” y “Almanaque Ilustrado Hispanoamericano”, el artículo en cuestión es un gran eufemismo de la crítica de arte del momento, aplicable a la actualidad y con un especial humor.

A título de curiosidad, y con la advertencia que al publicarse se incluyó, y que decía “(Aún cuando no somos conformes con alguno de los juicios emitidos en el artículo que sigue, lo publicamos siguiendo nuestra norma de absoluta imparcialidad)”, merece la pena reproducirlo y que cada uno saque sus propias conclusiones.

I Exergo preliminar.

Perfectamente.

¿Qué es lo que vamos a comentar dedicando nuestra profunda crítica a esta arquiforme exposición de artistas exotéricos?¿El ipsipilismo heteróclito, ignoscente y casi cosmofórmico de una protoplasmación ultraeficiente de los modernos cánones estéticos? ¿La pluscuamperfectización emnimoda, energésica y subintracordial del actual pimpampuntismo artístico? Porque, ibchwankerweiner Kraunbusche und landzwreschgrigan Haufskarijeen chbruberg liga, como claramente ha dicho el insigne Whtsgtz (pronuúnciese Wtgz). Y, siendo así, ¿qué de particular tiene que unchferglerunchsk Kameliche wankrinchaunlingen? (Escribo para doctos, no para el vulgo). Por consiguiente nada de vacilaciones y apechuguemos con la tarea, insistiendo en la pregunta: ¿De qué se trata? ¿De una clepsimosis ictrónica, de una zodiacalidad caótica, de una haunkykaariwiska, o de una manera, como tantas otras de demostrar que se tiene tiempo sobrante?

Vamos a verlo inmediatamente.

II ¿Hay quórum?

En esta sugerente Exposición de artistas histéricos, ¿puede afirmarse, realmente, que hay quórum?

-Hay quórum- contestaría sin vacilar el ilustre crítico parisioide Monsieur Joseph Français.

Esto, naturalmente, en el caso de que Monsieur Français sepa lo que quiere decir quórum.

-Hay quórum- corroboraría, ipso facto, el no menos ilustre, no menos crítico, no menos parisioide, Monsieur Jean de la Chene.

Esto, en el supuesto, claro está de que Monsieur de la Chene conozca el significado de la palabra quórum.

Pero acontece que Monsieur Joseph Français se mueve en una esfera artísticamente muy reducida, y moinsieur Jean de la Chene tiene la voz un poco tomada. Pulsemos, pues, la opinión de otros críticos de más voz y de más esfera, mientas la señorita del cuarto contiguo al mío pulsa el piano, y los señores organizadores de esta Exposición de artistas pretéritos pulsan el contrabajo a toda orquesta.

-Tal vez no hay quórum- replicaría, dubitativo, el eminente esteta polaco Ptrchwksky (Pronúnciese Pthkky).

-No hay quórum porque no me convidan a comer- razonaría, por último otro as de la crítica, cuya biografía ha honrado las páginas de la gran Revue Moderne, de París.

En resumen, que el pobre filisteo que estas líneas leyere se va a quedar como yo, esto es: sin saber si en esta magna Exposición de artistas esféricos hay quórum o deja de haberlo.

Y es lo que el pobre filisteo se dirá y se preguntará conmigo:

-Si hay quórum, bien está, y todo sea por el amor de Dios; pero, si no hay quórum ni centellas divinas, ¿a qué demonios conduce el cultivo de la guacanada pictórica por sistema?

III Tomemos una entrada, y entremos a ver.

Otro distinguido crítico, cuyo apellido corresponde exactamente a la denominación de un mes primaveral, hace reseña, sintetizada, de la formidable Exposición de artistas quiméricos:

“Allí sonríe Fulano, sonríe Zutano, sonríe Mengano y sonríe Perengano. Mahoma no sonríe, por la sencilla razón de que Mahoma no ha pintada nada para la Exposición que nos ocupa”.

-En efecto- convengo yo. –Y sonríe, además, el público, dedicando conjuntamente su sonrisa a los señores mencionados por el crítico y a la literatura del crítico mencionado.

Pero demos nombres: Barradas, Dalí, Maroto, Bores, Aida Uribe, Cossío, Fernando, Urcelay, etc., etc. Ejusdem fúrfuris.

(¡Caramba! ¿Habrá quórum?)

Adelante.

Barradas. Francamente, a mí con la pintura de Barradas me sucede lo mismo que con la prosa de D. José Francés, es decir, que la considero simplemente deplorable. Sin embargo, ello no puede constituir un obstáculo serio para el triunfo del citado pintor, si se tiene en cuenta que el escritor aludido disfruta de un alto puesto en nuestra literatura, se le ha elegido recientemente académico de Bellas Artes y hasta hay quien le cree una esperanza de la Patria.

¡Estaríamos frescos si no triunfaran más que los que valen! ¿Qué sería entonces, del Sr. Hernández Catá?

¿Y del Sr. Menéndez Pidal?

¿Y de…?

Más, no divaguemos, y expliquemos claramente por qué pinta Barradas, cómo pinta Barradas, qué pinta Barradas y con qué, en fin, pinta Barradas.

Pues, bien; Barradas pinta por la obvia conclusión de que le da la gana. Y asunto terminado.

¿Cómo pinta? Como Dios le da a entender, a la buena de Dios, a lo que saliere. Él sigue el precepto del escultor del cuento: si sale con barbas, San Antón, y si no, el marrano. ¡Le van a dar lo mismo!

¿Qué pinta? De todo un poco. Poliformidad, poliformidad; tal es lema de su bandera.

¿Con qué pinta? Según. Los albañiles, por ejemplo, conforme sagazmente observa el crítico del primaveral apellido, los pinta o, mejor dicho, los construye con cemento y ladrillo. Otras cosas las resuelve con manteca, y otras, con trapos. Según, ya digo. O más bien, ya dice el crítico.

Y, una vez dilucidados estos arduos puntos para la Historia de la Pintura… de Barradas, analicemos lo que hace García Maroto, otro ultra-estético de los del quórum. Otro que tal baila, vamos.

Ante todo, Maroto no presenta: ausentiza. Eso es: ausentiza el dibujo, ausentiza el color, ausentiza, en suma, todo lo que signifique molestarse. Maroto persigue exclusivamente la psiquificación hiperplasmática de lo incognoscible; para lo cual, como fácilmente se comprenderá, sobra todo lo que no sea intraestatismo folicular, versopea iridescente y prurito exhibicionista.

Dalí, por su parte, tiende a exultar la Pintura, como tiende a exultarla Fernando, y como Bores tiende, asimismo, a exultarla. A este concepto hay que otorgarle toda la atención que requiere, porque así, a primera vista, parece que dichos tres, más que a exultarla, es a insultarla a lo que tienden. Pero, no, repito. Si nos fijamos bien notaremos que en sus lienzos hay agnagnórisis, vertiginosis, suprafilia y demás cosas tan abstrusas como hiperestésicas, cabalísticas e hilarantes.

No dejaré de ocuparme de buena gana y particularmente de cada uno de los artistas que aquí se reúnen; pero, la verdad, el espacio de que dispongo es breve y he consumido demasiado investigando acerca del quórum. Por lo cual no me queda más remedio que dar por finalizada mi crítica, aunque no sin censurar el premio, un tanto caro, que a las entradas han puesto los organizadores de esta, por última vez citada, Exposición de Artistas radio-ibéricos. Cierto que así la gente podrá decir de ella lo que vulgarmente se dice del chocolate de a peseta: más barato, podrá ser; peor, ¡imposible!”

Cándido Rouco, 1925

Firmas con sello de lujo. Tomás Paredes

 

Dylan Thomas, 70 años después

1953 fue un año ajetreado y fatídico para el poeta. El 31 de marzo aparecía en los EE.UU. Collected Poems. El 9 de abril debuta en el programa televisivo Home Town Swansea, estando por vez primera en la pantalla de la BBC. El 21 inicia gira por EE.UU., tercer viaje. El 14 de mayo Dent publica en tierras americanas The Doctor and The Devils, guion cinematográfico, y presenta, en el auditorio Kaufmann de Nueva York, Under Milk Wood, pieza radiofónica.

El 2 de junio lleva a cabo su segunda grabación con Caedmon Records y el 3 regresa a Londres, día siguiente a la coronación de la Reina Isabel II. El 10 de agosto, BBC TV retransmite su única aparición en solitario en pantalla, lectura de A Story. En septiembre marcha a Laugharne, Gales, acompañado del profesor Bill Read y el fotógrafo Rollie Mckenna. El 9 de octubre se reúnen en Londres con Harry y Cordelia Locke, para viajar a EE.UU. Dylan irá sin Caitlin MacNamara.

El 19 de octubre Dylan llega a Nueva York, cuarto viaje, para hacer otra gira y trabajar con Stravisnky en un guion. Díez días luego, celebra una lectura en el City College, será la última vez que se le vea en público. El 5 de noviembre sufre una crisis etílica en el Chelsea Hotel. Es trasladado al Hospital St.Vincent. Comunican por telegrama a Caitlin su hospitalización. El 9 de noviembre, 12’40 horas, Dylan Thomas muere, mientras una enfermera le aseaba, en presencia del poeta John Berryman. Tenía 39 años.

 

Dylan Thomas

 

Tras recibir el telegrama, Caitlin se traslada a Londres para coger el primer avión, pero se marcha al Soho y bebe hasta emborracharse. El fotógrafo John Deakin quiso consolarla y le lanzó una botella a la cabeza, que pudo esquivar. La llevaron al avión, donde siguió bebiendo. Cuando llegó al Hospital neoyorquino, al ver a Dylan en coma, se lanzó sobre él y comenzó a arañarle la cara y quitarle los tubos de oxígeno, en un ataque de pánico. Hizo añicos y pisoteó la imagen de una Virgen que había en la habitación, entrando en un estado neurótico, que precisó camisa de fuerza y llevarla al Sanatorio Rivercrest, donde recibiría la noticia de la muerte de su marido.

El día 10 le dan el alta y se aloja en casa de Rose y David Slivka, amigo del poeta, que le había hecho una mascarilla tras su fallecimiento. Se organizó una misa en memoria de Dylan a la que asistieron los tres y muchos personajes conocidos como Tennessee Williams, e.e.cummigns, William Faulkner, Berryman, Ruthven Todd. Tras pelearse con la embajadora británica, Caitlin logró los visados necesarios para repatriar el cuerpo de Dylan, que fue embarcado a bordo del SS United States.

Durante el viaje, su delirio aumentó y Caitlin, poseída por los acontecimientos, profería insultos, gritos y blasfemias. Siguió bebiendo y se puso a bailar frenética. La tripulación estaba sorprendida y horrorizada. Pero, ignoraba que ella era bailarina y que utilizaba la danza como terapia; con el nerviosismo, no dejaba de danzar con contorsiones poco ortodoxas. Los pasajeros protestaron y los médicos tuvieron que ponerle, de nuevo, una camisa de fuerza para apaciguarla. Cuando se le pasó el ataque, se sentó cabe el féretro y no se movió de allí, imbele, hasta tocar puerto. Thomas fue inhumado en Laugharne el 25 de noviembre.

Dylan y Caitlin MacNamara

 

Su muerte generó toda clase de sospechas y bulos. Se ha escrito novelas y hecho películas especulativas. Para unos, se trata de un suicido, debido a un estado depresivo. Para otros, una consecuencia de su vida al límite, después de beberse no sé cuántos whiskies o cervezas. Aún, alguno piensa que fue víctima de una negligencia médica, al inyectarle una dosis de cortisona y medio gramo de morfina a un mix de anfetas y alcohol. Comenzaba a ser una leyenda, pero, tras su muerte, se convirtió en un mito.

En 1952 graba un L.P. para la Caedmon Records con cinco poemas, pero se queda corto y añade A Child`s Christmas in Wales y se convierte en el éxito de Reading Volume I, que vendió cuatrocientas mil copias; seguirían más L.P. Fue musicado por varios cantantes. Robert Allen Zimmerman, acabó llamándose Bob Dylan en su honor. En 1967, The Beatles incluyen a Dylan Thomas en la portada de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band.

En el obituario que publicó The New Yotker de Lou Reed, afirma Patti Smith: “Antes de dormirme busqué el significado de la fecha 27 de octubre, que era el cumpleaños de Dylan Thomas y Sylvia Plath”. Oficialmente, Lou Reed falleció el día 27 de octubre de 2013, a causa de un problema hepático tras haberle realizado un trasplante de hígado.

Un poeta de culto, no por todas estas circunstancias, sino debido a la dimensión de su poesía. Nos ha dado mucho más de lo que recibió. Nos ha dejado un legado universal y eterno a cambio de una vida a salto de mata y menosprecios adunia. En poesía no hay ranking, ni puntuaciones, pero está entre los poetas más brillantes del siglo XX en Inglaterra y más allá. Pamela Hansford recuerda la impresión acre que tuvo el día que conoció a T. S. Eliot: “<Me ha tratado…Me ha tratado…como si yo fuese un chico minero aspirante a poeta”>, le confesó Dylan.

Mascarilla de Dylan Thomas obra de David Slavki

 

En El Mapa del Amor, 1939, de uno de sus poemas, transcribo esta estrofa:

“Ruina, recodo de errores, cruz dejada caer,

abajo el mar amontonado y la sombra de pilares de agua,

sopesada en sudario roqueño, es mi altiva pirámide;

donde, envuelta en lino esmeralda y punzante viento

la cabeza del héroe yace raída por todas las leyendas,

 llega el anatomista del amor con mano de guante solar

y encierra al palpitante corazón en un diamante”. 

Nació en Swansea, Gales, 27 de octubre de 1914; estudió en el colegio en el que su padre era profesor. Mas, en lugar de ir a la Universidad, entró en un periódico y comenzó haciendo reportajes y críticas. A los veinte años ganó el Poetry Book Prize y eso le otorgó la condición de poeta y le abrió puertas. De carácter polémico, se fingió enfermo para esquivar el frente y así librarse de la guerra.

Trabajaba con el oído. Era su voz el imán, el talismán, poseía una voz deslumbrante, que se adherida al corazón de los oyentes; eso le dio plenitud de poeta oral y de chamán lírico. Es verdad que se creía un genio, pero leyendo algunos poemas de sus escasos libros, uno termina acariciando su genialidad, que asombró a cuantos le escuchaban. Un caso semejante a Oroza. En The Observer, Vita Sackville-West, escribió: “Resulta difícil expresar en pocas palabras la calidad de la poesía del Sr. Thomas, pues es, en el sentido literal del término, original […] Estos versos no son la descuidada y exuberante expresión que hace estallar la presa de la imaginación; al contrario: están cuidadosamente trabajados, son una extraña mezcla de vigor y virtuosismo”.

Para algunos, compulsivo bebedor de cerveza, que daba sablazos a los amigos y vivía de gorra. Para otros, genio que supo iluminar las palabras con un sonido y un esplendor desoído. Rechazaba la propiedad privada, pero se arrastraba ante sus protectoras para que le compraran una casa. Tenía la impronta de una estrella del rock y al tiempo rehuía presentarse a nombres importantes. ¡Fascinante, dipsómano, seductor, contradictorio, artero, ángel y demonio! Kingsley Amis lo retrata como “un hombre sumamente grosero”. Para su mujer, la escocesa Caitlin MacNamara,”Dylan era un cabronazo”.

Sus libros mayores: The Map of love, Deaths and Entrances, The Portrait of the Artist as a Young Dog, Under Milk Wood, 1954, y su correspondencia de interés. Ante todo, poeta, bardo de voz ardiente que conmovía los cimientos del ser; pero escribió críticas, cuentos, prosa testimonial, guiones radiofónicos y cinematográficos. Lo que no está nada mal para una vida desordenada, regada de alcohol y excesos y muy corta. El arte es una aspiración misteriosa, una obsesión perfeccionista; la moral, una conducta.

El primero en darle un trabajo, George Orwell. No fue poeta social, sino un ruiseñor universal. Admiraba a Harpo Marx, a quien decía parecerse, y le gustaba imitarlo. En un libro le asimilaban a los surrealistas y firmó “de ninguna manera superrealista”. En su visita a Hollywood coincidió con Shelley Winters y Marilyn y quiso conocer al creador de Charlot, pero fue a su casa completamente borracho, lo que molestó a Chaplin.

Han pasado setenta años de su muerte. Y su culto crece en cuanto a traducciones. Se ha vertido completo al español, con diversos títulos y editoriales varias, traducciones de Esteban Pujals, Piri Lugonés, Patricio Canto, Jorge Ferrer-Vidal, Ignacio Álvarez, Jori Oliver, Juan Ángel Cotta, Miguel Martínez-Lage, Patricia Cruzalegui, Marcelo Covián, Margarita Ardanaz Morán, Álvarez de Castro, Niall Binns y Vanesa Pérez-Sauquillo.

Existen numerosas ensayos y estudios biográficos, he manejado tres, pero al final el más completo y mejor construido resulta el de George Tremlett, libero de viejo de Laugharne, Dylan Thomas. Amparado por la gracia, traducción de Juan Abeleira, Circe, Barcelona 1996. No soy partidario de recomendar bibliografía, sólo la obra del poeta, pero Tremlett da muchas pistas para llegar a la intrincada soledad de Thomas.

El culto, lustroso; la lectura, pobre. Aún se sigue opinando y leyendo de oídas, con ideas recibidas. ¡A Thomas hay que leerlo! Muchos se acercarán a él, buscando el bohemio de vida al límite, el raro, el borracho desafecto a tradiciones, al Rimbaud de Cwmdonkin Drive. Da igual, lo importante es acercarse a este poeta gigante y bajito: los beneficios, infinitos; el esfuerzo, mínimo; el esplendor, absoluto. No es comparable a Eliot, Auden, Pound, Spender, a nadie. ¡Un riachuelo fresco y limpio que nace en las alturas y discurre por el barrizal sin enturbiarse, frente a guas estancas, fertilizadas, fósiles!

                                                                                                                    Tomás Paredes

                                                                                          Presidente de H. de AICA Spain

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