Lo nuevo viejo
Todo lo que rinde un beneficio, ya espiritual ya material, está vivo. Hay palabras que esta sociedad viste de desprestigio: viejo, tradición, decencia, esfuerzo, excelencia, belleza. Pero, lo que es útil, permanece. ¡Que un pintor se considere carca porque pinta, es como que un cerezo se mustie por estar florido! En We Collect se ha presentado la pintura de Pablo Merchante, impantacte, como la que exhibe Charles Villeneuve en el Botánico. ¡El arte, la poesía, es lo único que no envejece!
«Más Puro que el viento. Festival de Cante Jondo a la orilla del mar». 2020. Técnica Mixta. Encáustica sobre papel maché y tela; obra de Muerta Jacinta
Voy a hablar más de ignorancia que de sabiduría. Una persona, con inteligencia natural, puede desconocer un asunto, no ser un erudito, pero actuará con la luz de su talento, con la prudencia del quien ve la claridad, aunque esté acosado por la noche. Ignorante es el que no quiere aprender, porque cree que todo lo sabe y, ante esa convicción, todo le sobra, desde la razón al arcano cultural. Ignorante es el que renuncia a vivir, como ser sentiente, ya que cree estar un escalón más arriba y se refugia en la acción.
Es precioso respetar la limpidez de las palabras, sus fundadas mutaciones. Y preciso. No podemos entendernos si a cada palabra le asignamos un ánimo subjetivo. No todos somos Valle-Inclán, por eso urge estudiar más y conocer mejor el idioma en el que nos comunicamos. Las palabras nuevas han de tener por calántica el halo de la idoneidad, el resplandor del milagro. La ignorancia es camaleónica, al igual que la ironía, y hay que estar finos para detectarlas, desenmascararlas o admirarlas.
En el reciente Congreso Internacional de la Lengua Española en Cádiz tuvo lugar un taller y un “show con tres de los grandes nombres de la escena <freestyler> nacional”. En otra entradilla de la noticia, ABC, leemos: “Un <freestyler>, una <host> y un DJ reflexionan sobre el arte de la improvisación y el vacile”. ¿Qué puede entender el lector medio de este galimatías desangelado con pretensiones intimidatorias?
Otra vista de «Festival de Cante Jondo a la orilla del mar»; la bailaora 26x10x37 cm, las figuras sentadas: 9x10x26 cm. Obra de Muerta Jacinta
El periódico asegura: “es Mnak uno de los mejores <freestyler> de España”. Menos mal que Ignacio Romero Montero, Mnak, afirma: “No hemos inventado nada, todo esto viene de la trova. Somos trabajadores de la palabra, exprimimos el diccionario al máximo”. Queen Mary, “una de las celebérrimas <host> en España” apunta: “En las batallas se está creando un nuevo lenguaje más universal, validado por todos, en América y en España{….}Los que compiten son artistas, gente que ya está muy formada, con mucha cultura”.
Intervino también DJ Verse, pinchadiscos, promotor musical, mezclador, que pone música de fondo al encuentro. Y se cita una publicación de la jerga <freestyler>. Con perlas como <beatboxer>, que deriva de <beat boxer>, caja de ritmos, y que identifica a una persona que imita sonidos con la voz. <Booker>, representante de estos raperos; <blinblin>, estilo excesivo de vestir; <host>, presentador/ra, anfitrión/na o locutor/ra. Añadiendo que son ya muy conocidos en el ramo los <beatboxer> Jals y Zerpa.
Sabemos por la información abecedaria que Mnak quiere que la RAE acepte <freestyle> en el DILE, porque “no es lo mismo que estilo libre, eso si, escrito <fristail>, como quería el académico Salvador Gutiérrez Ordoñez. En fin, una clamorosa confesión de que todas estas personas no están tan formadas como dicen, ni son tan cultas como presumen. Por ello decía de suso que hay que estar ojo avizor con la ignorancia y la ironía. ¿Qué es eso de crear “un nuevo lenguaje más universal”?
«Clavel y lirio cerca de Portugal», 2022; oleo, spray y gesso sobre lino, 280×200 cm; Pablo Merchante en WE Collect
Estoy a favor de las novedades, soy filoneísta. El filoneísmo es la actitud de quien defiende y promueve lo nuevo, lo que se genera cada instante. Es curioso que ambas palabras han desaparecido del DRAE, vigésima segunda edición. En tanto que mantiene misoneísta, hostil a las novedades, y misoneísmo, actitud propia del misoneísta, aversión a lo nuevo. Palabra acuñada por el criminalista Cesare Lombroso en 1884 y forma parte del DRAE desde 1925, apareciendo en Diario Oficial de Avisos de Madrid, el 12 de enero de 1885.
Todo evoluciona y la lengua no iba a ser una excepción. Nosotros mudamos con harta frecuencia. Mas, una cosa es evolucionar, asimilar, integrar nuevas acepciones; y otra, muy distante, echarse en brazos de la zafiedad, la incultura y la ignorancia, de la que no se libra la venerada “Española” a través de algunos de sus componentes.
Pedro Álvarez de Miranda, numerario de la RAE, relaciona “la alergia a las novedades” con el purismo, ”referencia a las actitudes de hostilidad o resistencia ante las novedades idiomáticas”. Advirtiendo que la palabra purista accede al español con las Cartas eruditas y curiosas de Feijoo, 1742. Ingresando purismo y purista en el diccionario de Terreros, en 1762, y en el de la Academia en 1803.
Estas peleas de gallos, estos enfrentamientos de raperos, retóricas y gangosas, empalagosas y sin ángel son tan antiguas como la historia. Incluso tuvieron antaño una altura de la que carecen hogaño. Las conocieron los griegos, los romanos. Y fueron los trovadores quienes las institucionalizaron entre los siglos XI e inicios del XIV, en el sur de Francia, norte de Italia y noreste de España.
El trovador es un caballero medieval que trovaba en lengua provenzal; músico y poeta que componía sus obras y las interpretaba en entorno de nobleza. Martín de Riquer dice que nunca se les llamó poetas. El ministril es el músico que acompañaba al juglar o trovador. Se conocen varias suertes: trobar ric, trobar clus y el trobar leu, con cierto perfume a dolce stil novo.
Enrique del Río, Merchante y Constantino Molina, en We Collect
Los troveros aparecieron más tarde en el mismo ámbito de la lengua d’oc. Las formas habituales de sus composiciones son: lais, pastorales, romances, rondós, sirventés y virelais. La obra mejor conservada del s. XIV es la del clérigo y poeta Guillaume de Machaut. En la actualidad, trovero es quien improvisa cantando en el medio caribeño. No se puede obviar los concursos de poetas centroamericanos realizando sus combates con décimas, lo que lo hace más complicado y exigente la trova.
Aún, está la tenzón o tenson, poema provenzal de controversia que disputaban un trovador y un juglar. Aquel que iniciaba la tirada de versos elegía el argumento, tendiendo a ridiculizarse entrambos. Está estructura es considerada como un subgénero de las cantigas de escarnio. Se conservan, amén de en occitano, treinta tenzones galaicoportuguesas. Su acmé tuvo lugar en el reinado de Alfonso X el Sabio, entre 1250/1280. La más antigua de las que conocemos es de Ugo Catola y Marcabruno, 1134/36.
¡No me digan que no hay razones para emplear tenzón, juglar, trovador, trovero o ministril, antes que <fristail>, <host> y <disc-jockey> o pinchadiscos! Cada generación pretende tener su propia mirada. Nada que objetar, es una razonable aspiración, pero, ¡por favor, un mínimo de elegancia con todo lo mejor que nos ha precedido! Si no podemos obviar a Cervantes, El Quijote, Quevedo, Lope, Góngora y su excelsa compañía, ¿a qué abandonarnos en brazos de la ignorancia en aras de la modernez? Nada de todo ésto es nuevo; lo determinante, lo revolucionario, lo profundo es la belleza, en el lenguaje y en cualquier forma de expresión.
En Estudios literarios, Austral, Espasa-Calpe 1938, escribe Ramón Menéndez Pidal: en la España de los Trastámara “había un ejercicio literario, la recuesta o disputa de dos trovadores, obligando al segundo a responder en la misma forma y rimas que había usado el primero {…} este juego literario fue ganando el terreno que la poesía amorosa dejaba vacío, y llegó a ser el preferido entre los poetas de Enrique III”, p. 213, 8ª edic, 1957.
«Gerión», 2000, piedra de Tamajón, 28x20x11 cm, talla directa, Alcántara
En esas recuestas participaron micer Francisco Imperial, Ferrán Manuel, Juan Alfonso de Baena, Juan García y Álvarez de Villasandino, por el que no sienten aprecio ni Baena, a pesar de recopilarlo en su Cancionero, ni Menéndez Pidal, cuyo olfato para la poesía era justito, al margen de sus hitos como investigador de nuestra lengua. Avaro, mendicante, borracho y orgulloso cantaba: “Señores, para el camino/ dat al de Villasandino”.
Con probabilidad, para la mayoría de las personas, recuesta, tenzón, ministril, trovador, cantiga de escarnio, son palabras que no les dicen nada hoy, pero es culpa de su desidia, porque la ignorancia es algo propio, no se puede culpar a los demás de ella. Son palabras con raigambre, prosapia, con historia, que han gozado de uso, sobredoradas por los siglos y los vuelos de escritores y músicos que tentaron la gloria. Y en todo caso, ¿qué puede sugerir a un hispanohablante las palabras <fristail>, <dj>, <host>, <beatboxer>, <booker>, <bot>, etc.
El ridículo está siempre animado por sentimientos y actitudes negativas, por la degradación, la estulticia, la ignavia. Nadie hace el ridículo a sabiendas ante los demás. A una vestimenta excesiva, inapropiada, kitsch, estrambótica, llamarle <blinblin>, simplemente me parece una catetada, impropia de quien se autodefine formado y culto.
Con los elementos de comunicación, con lo que hay que compartir porque pertenece a todos, hay que ser muy respetuosos, limpios, aseados; pulcros, si es posible. Hablo de la lengua, del español que es lo que nos concierne. Se nota cierta inquietud en este asunto y es bueno, pero deberían abstenerse azoreros, arribistas y tramposos. A una persona tan inteligente como Martín Caparrós se le ocurren también muchas pavadas, una de ellas es llamar al español, ñamericano; teje un argumentario tan pobre que no cuadra con su brillantez ¡Y mira que tiene legión de seguidores y que es un profeta del futbol!
«Toledo, antes de amanecer, desde la iglesia de los jesuitas», 2021, acuarela y tinta sobre papel Saunders waterford, 183×350 cm; autor, Charles Villeneuve (fotografía de Juan Portones)
Concluye Caparrós, El País Semanal, 9.IV.23, que hay que buscarle otra denominación al español:“Y así, algún día, sabremos qué idioma hablamos, cómo se llama nuestra lengua”. ¡Me extraña tanto, que me asombra Caparrós¡ Él sabe muy bien el idioma que habla, cómo el lector menos leído lo sabe. ¡Hombre, por cambiar que no falte, podríamos llamar al inglés, globalés; al italiano, vaticanés; al chino, arrocés y al árabe, desiertés o petrolés!
Algunos iluminados aseguran que el futuro es el espanglish, olvidando que el futuro lo hacen los hombres que sueñan y quienes sueñan no están nunca atados a directrices, ni consignas. Para el sardo Antonio Gramsci “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”. Estamos en época de aparición de monstruos. Debemos estar comprometidos en no contribuir a la monstruosidad. Aunque todo hace indicar que ya nos ha caído encima y nos hemos habituando a ella. ¡Atención, no claudiquen ante los verdugos de la lengua, sean decentes no más!
Toda esta bazofia del lenguaje inclusivo y sus voceros tiene una insoportable carga de ignorancia y de cinismo y de hipocresía y de falsía. Un problema no se arregla con cambiarle de nombre y un nombre se deturpa cuando cambia su contenido. Los ignaros son transparentes, se les ve venir, aunque se disfracen de ministras, de académicas o de gregarios adictos al ditirambo. ¡Los macarras cantan, se los oye a distancia!
Ignoramos nuestro pasado, queremos vivir tan rápido que, el presente es menospreciado con la pretensión de vivir en el futuro. No se vive en el futuro. Sin un presente feraz, no hay más que incertidumbre, ocurrencias y ausencia de porvenir. Lo nuevo viejo es un debate muy Juan de Mairena y viene a decirnos que ni todo lo que creemos nuevo lo es, ni todo lo que ha sucedido está muerto, borrado, por más que lo ninguneemos.
» Busto de niño», bronce, 40 x 30 x 20 cm, Pedro Quesada
El hurmiento, la gracia de una acción humana, material o inmaterial, se detecta asohora, pero son sucesivas generaciones humanas las que avalan su constante contemporaneidad. Las imágenes que acompañan estas palabras tienen un valor intrínseco excepcional. El ángel de Muerta Jacinta y sus flamencos es inconmensurable, como lo es la actualidad de la pintura, la que realizan Merchante o Soledad Fernández, tan diferentes. La piedra es vieja, milenaria, pero el arte que conforma es universal, vívido, de ahora mismo.
El realismo no tiene edad, puede ser excelente o un muermo: lo constatamos en las esculturas de Pedro Quesada y de Alcántara. No hay debate entre abstracción y figuración, el arte es plural. ¿A qué se debe el éxito de Charles Villeneuve en su impresionante exposición en el Jardín Botánico? A que el micelio de su obra lo ahorman una mano soberbia para el dibujo y una dulce solercia para la acuarela. Lo reaccionario es alejarse de la cultura, ignorarla, falsificarla; lo contestario es la belleza, su búsqueda, su protección, su canto.
Tomás Paredes
Presidente H. de AICA Spain