María García expuso en la galería leonesa Alemi

Bajo el título de Periplo, la socia María García expuso hasta el pasado 2 de abril, sus últimas obras en la galería de León Alemi.

Periplo es un viaje por la vida donde confluyen vivencias y emociones. Cada obra es parte de un puzzle que muestra, dolor, nostalgia y también la esperanza de todos aquellos que la vida colocó en la encrucijada del éxodo. En el proceso de creación brota un manantial de imágenes oníricas como resultado de recuerdos y añoranza que se entrelazan y se fusionan en la mente del artista. La pintura, la palabra y cada vivencia conforman una amalgama que invita al espectador a implicarse en la obra. La artista trabaja con acrílico y distintas matarías aplicadas sobre diferentes medios. La mataría está siempre presente. Con ella se configuran redes y estructuras que interactúan en el espacio. Se inducen vacíos, formas y rupturas que nos llevan a develar emociones y acrecentar nuestra sensibilidad ante la imagen. Periplo es parte de la propia vivencia de la autora y de su ir y venir. Es una obra llena de sentimientos. Sin ser colorida es cálida y serena, con la justa tristeza y el debido pesar, con destellos de luz para iluminar lamente y el camino hacia el logro.

María García García ha vivido un largo periplo a través de dos continentes antes de dedicarse plenamente a la pintura, arte que ejerce como profesional desde hace seis años.

La pintura de esta artista nacida en Asturias, pero cuya vida ha transcurrido casi totalmente en Venezuela, es enormemente personal.

Sus cuadros, además de una mirada atenta, requieren una explicación, pues hasta la última línea, hasta la más pequeña mancha de color tienen su mensaje propio. Por eso la pintora acompaña sus obras de una explicación literaria, aunque lo interesante de verdad es que ella cuente las emociones que le han llevado a pintar estas obras.

Sus paisajes, pues eso son sus cuadros a primera vista, nos presentan las skyline de grandes ciudades inventadas, de urbes que solamente emergen del subconsciente de la artista. «Periplo –explica la autora- es un viaje por la vida donde confluyen vivencias y emociones. Cada obra es parte de un puzzle que muestra, dolor, nostalgia y también la esperanza de todos aquellos que la vida colocó en la encrucijada del éxodo. En el proceso de creación brota un manantial de imágenes oníricas como resultado de recuerdos y añoranza que se entrelazan y se fusionan. La pintura, la palabra y cada vivencia conforman una amalgama que invita al espectador a implicarse en la obra».

En la superficie de sus cuadros brota una amplia gama de colores, pero, además, figuran también sugerentes collages. «Trabajo –explica- con acrílico y distintas matarías aplicadas sobre diferentes medios. La mataría está siempre presente. Con ella se configuran redes y estructuras que interactúan en el espacio. Se inducen vacíos, formas y rupturas que nos llevan a develar emociones y acrecentar nuestra sensibilidad ante la imagen. Los cuadros de la serie Periplo son parte de mis propias vivencias y de mi ir y venir. Es una obra llena de sentimientos. Sin ser colorida es cálida y serena, con la justa tristeza y el debido pesar, con destellos de luz para iluminar la mente y el camino hacia el logro».

María García García es licenciada en Química y pintora autodidacta, nació en Asturias pero con apenas tres años emigra a Venezuela junto a sus padres y es allí donde transcurre la mayor parte de su vida.

A partir del año 2011 siente que la pintura demanda toda su energía y decide que llegó el momento de dedicarse por completo a la actividad artística y regresa a España.

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