María A. Multedo Villarreal

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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MARÍA ANGUSTIAS MULTEDO VILLARREAL

 

MULTEDO VILLARREAL, María A.   P    1932   MURCIA   MADRID José Marañón, 12, Madrid

 

María Angustias Multedo Villarreal, pintora, ceramista, xilógrafa, arquéologa y restauradora murciana. Desde muy niña, demostró su afición por el arte, tanto en Murcia como en Granada, a pesar de contar con la oposición de sus padres frente a su vocación.

En 1921 cursó estudios y obtuvo el diploma superior en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, con calificaciones “excelentes”, logrando además el premio en la asignatura de Historia de las Bellas Artes.

En Valencia cursó igualmente estudios de porcelanas y cerámicas, técnica que también dominaba y cuyas muestras presentó en varias exposiciones.

María A. Multedo en 1934

 

Allí tuvo como profesores y guías al pintor valenciano Juan José Zapater y al maestro y también socio de la AEPE, José Benlliure. Curiosamente, los dos artistas destacan como pintores costumbristas y regionalistas valencianos que retrataron la Valencia de su época y supieron ver en María A. no sólo a una excelente pintora, sino a una estudiosa del arte, en todas sus facetas, con excepcionales dotes y gran sensibilidad.

Su tío fue el diplomático y escritor Manuel Multedo y Cortina, que en su tiempo, dio clases de Literatura junto a Menéndez Pidal o Menéndez Pelayo en el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid, antes de emprender una exitosa carrera diplomática que le llevó por muchos países de todo el mundo. Gracias a él pudo realizar distintos viajes por Europa, donde conoció los mejores centros artísticos del momento y emprendió su formación en Italia.

Residió allí largas temporadas, ampliando continuamente sus estudios y copiando de manera admirable grandes obras en sus museos, haciendo muchos trabajos como el realizado en el año 1924, sobre cerámicas “Etruscas”, en el Instituto Industrial, diplomándose también en aquel país en Xilografía.

En 1929  se licenció en restauración de pintura y cursó estudios en la Escuela de Artes Ornamentales y Pintura decorativa de la Universidad de Roma, y Arqueología y Bellas Artes, todo ello con calificaciones más que sobresalientes.

En Roma, estudió de forma especial las decoraciones pompeyanas, realizando el Curso de pintura al fresco y técnicas de pintura mural, logrando la Medalla de Plata en 1930, concedida por el Gobernatore de Roma.

Algunos de sus maestros son hoy en día reconocidos estudiosos especializados en diversas materias, como el profesor Venturini-Papari, especialista en pintura mural y Director de la Escuela de Arte Ornamental de Roma. Gracias a su apoyo y ánimo, María A. publicó sus notas sobre “Las técnicas de las pinturas murales”, de obligado conocimiento en los estudiosos de la materia.

En 1931 regresa a Madrid, impartiendo conferencias especializadas en Pompeya, como la que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de la capital  en el mes de junio.

De regreso del mercado, obra presentada al Salón de Otoño de 1932

 

En octubre de ese mismo año, inaugura una reducida muestra de sus obras en el salón de exposiciones del Lyceum Club Femenino, del que se hace socia, apareciendo en los registros de esta entidad como Profesora de Pintura, según el censo elaborado por la periodista Concha Fagoaga, a quien ahora mismo recuerdo también como mi profesora de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid en los años 80.

Ingresa también en la Asociación de Pintores y Escultores y se relaciona en el ambiente artístico de la época colaborando también en revistas y publicaciones como Mundo Femenino, dirigida por la también socia de la AEPE, Julia Peguero Sanz de Trayero, que ya vimos en un artículo anterior.

En la Gaceta de Bellas Artes de abril de 1933 publicó un interesante artículo sobre la pintura al fresco. En esa época, montó un estudio con su nombre en su domicilio de la calle Alcalá Zamora, 38 (antes Alfonso XII), en el que daba lecciones de pintura, porcelanas y decoración de muebles.

Ese mismo mes y año, expuso una selección de paisajes y bodegones en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Sobre estas líneas, «Desnudo», obra presentada al Salón de Otoño de 1932

Abajo, cerámica aparecida en la revista Mundo Femenino en 1934

 

A partir de 1942 aparece como Encargada del curso de la Escuela-Fábrica de Cerámica de Madrid, en donde impartía la asignatura “Pintura sobre porcelana”, con un sueldo y gratificación anual de 5.000 pesetas.

En 1943 participó en la Exposición femenina de Pintura y Escultura de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles AEAE.

Profesora de la Escuela Nacional de Cerámica, solía reunir en su casa de Madrid una animada tertulia, formada por viejos amigos, pintores, escritores y algún que otro anticuario, en un ambiente cosmopolita, fascinante por su riqueza de interpretaciones y reunión de grandes artistas, que destilaba cultura, arte y belleza, entre los que se encontraba el también joven pintor valenciano Amadeo Roca Gisbert.

En la primera mitad de los años cincuenta, María A. Multedo falleció, dispersándose su recuerdo y su obra de manera absurda y con ella, la memoria de una pintora con méritos más que sobrados para ocupar un lugar preeminente entre la relación de artistas levantinos de la primera mitad del siglo XX.

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando conserva una obra suya estampada sobre papel Japón del año 1934.

Algunas de las críticas aparecidas en la prensa de la época hablaban de ella y de su obra en estos términos:

“…estudios de figura al óleo y más delicados ejecutados a la sanguina, con temas decorativos vistosos”. Pero era con los bodegones con los que la autora “se complacía en la notación de las diferentes calidades de flores y frutas.  Paisajes y bodegones en donde poder contemplar el privilegiado temperamento colorista de la autora. La materia aparece en ellos a trechos con gruesa pasta de color, a veces puesta con el cuchillo; a veces, asimismo, con un insistente afán que prescinde del alarde y busca la fijación justa del matiz.

Sus frutas y sus flores son hermosísimos trozos de pintura de la mejor escuela levantina, llenas de la gran riqueza cromática de su paleta, pero también toda la finura de sus pinceles, tan diestros en el zarpazo impresionista rápido como en el logro minucioso de calidades y valoraciones pictóricas.

No faltan algunos aciertos en los retratos, aunque en ellos baja el diapasón de la cuerda temperamental de la eminente artista”.

Una gran artista que en pintura mural, “lo mismo la realizada con la técnica de lo ejecutado en Domusaurea de Nerón por el pintor Fabullo, utilizando colores preparados a la cera, que en «Madona», pintada al fresco, se revela una maestra, muy difícilmente superable por su dominio del arte y por su cultura y gusto exquisito”…

El crítico de arte y periodista de la época José Manaut Nogues

Retrato, presentado al Salón de Otoño de 1935

 

La prensa, sin excepción, le dedicó los mayores elogios, diciendo que en todas sus obras “vibra un sentido poético que le acerca a los grandes paisajistas”.

De ella dijo el crítico de arte, abogado y periodista José Manaut Nogues “Pintor muy completo lo mismo domina la figura que el paisaje, pero en las “Naturalezas muertas” es donde más acierta plenamente a plasmar la verdad que ante su fecunda retina se ofrece.

Elllo no obsta para que en el retrato haya conseguido una personalidad relevante, que nos complacemos en acusar.

Recordando a aquella niña, que en días para nosotros de satisfacciones por lo que supusieron para la juventud de Arte, en Valencia-, ya mujer y dominando la técnica de su difícil Arte, estando asistida de talento indudable, confiamos que en esta manifestación de su arte, tan vario como interesantísimo, donde vemos no a la mujer –tan finamente exquisita- sino al Pintor, que ha llegado a vencer, nuestros augurios serán confirmados por el éxito más alentador, en la hidalga tierra de Castilla, tan acogedora para todo lo que de Levante llega a la altiplanicie española”.

Jardín de Aranjuez. España. Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid

 

María A. Multedo Villarreal y la AEPE

  • Participó en el XI Salón de Otoño de 1931 inscrita como A. Multedo (Dª María), natural de Murcia. Vive en Madrid, Pasaje de la Alhambra, 2. Con las obras:

92.- “Flores” (óleo) 0,43 x 0,46. Sala 4

388.- “Venecia” (óleo) 0,17 x 0,41. Sala 15

  • En el XII Salón de Otoño de 1932 apareció inscrita como Multedo y Villa-Real (Dª María), natural de Murcia. Vive en Madrid, Alcalá Zamora, 38. Con obras: Sala VI, nº 69, 70 y 71; Sala VII nº 17; Sala XVII, nº 256 y 257. Sala Central, nº 342

69.- Bodegón de frutas y cerámica (óleo) 0,71 x 0,95

70.-De regreso del mercado (óleo)

71.- Bodegón de uvas y copa de cristal (óleo) 0,71 x 0,95

87.- Desnudo (óleo) 0,44 x 0,36

256.- Motivo decorativo en encáustica 0,22 x 0,32

257.- Fragmento decorativo a encáustica (técnica pompeyana) 0,37 x 0,48

342.- Un cesto en cerámica a esmalte

  • Al XIII Salón de Otoño de 1933 concurrió como Multedo y Villa-Real (Srta. María A.), natural de Murcia. Reside en Madrid, Niceto Alcalá-Zamora (antes Alfonso XII), 38. Con obras en las Sala X, nº 189; Sala XI, nº 214 y 215; Sala XVIII, nº 350 y 357;  Sala XIX, nº 366

189.- Fuensanta (óleo)

214.- Isla de Capri (óleo)

215.- Jardín de Aranjuez (óleo)

350.- Pintura mural (copia ejecutada con la técnica usada por el pintor Fabullo en la Domusaurea  de Nerón. Colores preparadas a la cera)

Madona

366.- Estudio para la figura que en decoración de una capilla representará la Caridad (fresco)

  • En el XIV Salón de Otoño de 1935 apareció inscrita como Multedo (Dª María A.), natural de Murcia. Reside en Madrid, General Arrando, 10. Y  presentó la obra

123.- Jardín de Aranjuez (óleo)

  • En el XV Salón de Otoño de 1935, aparece como Multedo (Srta. María), natural de Murcia. Reside en Madrid, José Marañón, 12. Sala X, nº 189; Sala XVI, nº 308.

189.- Interior de iglesia (óleo) 0,71 x 0,95

308.- Retrato (óleo) 1,01 x 0,85

 

Anuncio publicado en la Gaceta de Bellas Artes

Un óleo, publicado en la revista Mundo Femenino

 

 

 

Bibliografía y webgrafía

GRACIA, RUIZ LLAMAS, María, “Ilustración gráfica en periódicos y revistas de Murcia (1920-1950)”, en Google Books. [En línea] URL<   https://books.google.es/books?id=F1VHbYTIvy4C&pg=PA105&lpg=PA105&dq=mar%C3%ADa+a.+multedo&source=bl&ots=jFXWunS9IR&sig=SjJV8h6smmrfvLDtPD8XVoXyULY&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjZl_bXyoTZAhUnsKQKHQg4DCcQ6AEIODAG#v=onepage&q=mar%C3%ADa%20a.%20multedo&f=false > (Última revisión: 20/06/2017)

“Dona i Art a Espanya: Artistes d’abans de 1936. Obra exposada-obra desapareguda”. Tesis doctoral de Vicent Ibiza i Osca

http://reddebibliotecas.jccm.es/intrabibl/images/BPE-CR/Exposiciones/Mayo_Junio_Julio_15/mujeres-fuman/dossier-definitivo-COMP.pdf

Las fundadoras del Lyceum Club Femenino Española. Juan Aguilera Sastre. Universidad de La Rioja.  Anexo 2. Otras socias del Lyceum Club. Censo de Concha Fagoaga

España en …. 1931, Anuario de España, 1931-1932 , José Gutiérrez-Ravé.

ABC 14/06/1931, 17/6/1931, 13/04/1933,  20/04/1933,  14/11/1935, 26/03/1943

Ahora 21/10/1931, página 20

La Voz 9/11/1931, 25/04/1933 

El Sol  5/4/1933, 18/04/1933

La Libertad 14/06/1931, 13/4/1933, 24/04/1933, 8/12/1933, 3/1/1934

Luz 13/4/1933, página 9.

La Época 07/11/1932, 25/4/1933, 30/10/1933, 1/11/1935

Mundo femenino 1/7/1934, n.º 100

El Tiempo: diario independiente 14/05/1933

El Siglo futuro 17/11/1932

La verdad 18/05/1933

Lanza 5/08/2001

Alerta 8/8/2001

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

Pedro Frías Alejandro

Autor de la escultura “Paz”

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

FRIAS ALEJANDRO, Pedro      E      1921     1900        PALENCIA        MADRID

 

Pedro Frías Alejandro nació en Palencia, el 19 de diciembre de 1899, hijo de Juan y Catalina, con residencia en la calle Santa Marina, 10.

Con 14 años obtiene Diploma en Dibujo lineal en la Academia de Dibujo de Melilla, en donde seguramente viviría por aquel entonces motivado por los desplazamientos de su familia, de la que nada se puede determinar.

Sobrino de Alfonso Alejandro Prádanos, que ocupaba el cargo de delineante del Ayuntamiento de Valladolid, profesor en la Escuela Municipal de Dibujo en 1891 y en 1921 en la nueva Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Palencia, Por “Real Orden de 14 de noviembre de 1921 obtuvo la plaza de ayudante de profesor de entrada de Dibujo y Modelado, tomando posesión el 1 de diciembre como profesor auxiliar interino.

Poeta, 1928

En los escasos perfiles también se lee que “al poco de nacer, su familia  se  trasladó  a  Valladolid donde el padre fue profesor en la Escuela de Artes y Oficios. En ella el futuro artista iniciaría su formación académica que continuaría como discípulo del escultor González Sola”.

Nada hemos podido tampoco confirmar sobre esta afirmación, puesto que ni hay referencias respecto a la profesión de su padre y por tanto, a su docencia en dicha escuela, ni a la de escultor alguno que con los apellidos “González Sola”, coincida en la época y geografía con el escultor.

Busto de Julián Besteiro, 1935

 

Con toda seguridad, se trataría del escultor ovetense Julio González Pola, que fuera Socio Fundador (con el número 28) de la Asociación de Pintores y Escultores y Vicetesorero de su Junta Directiva de 1916 al 1918, además de Vocal en 1928.

Se afirma además que sentía gran atracción por la obra de su paisano Alonso Berruguete, lo que le llevó a estudiarla de los restantes escultores conservados en el entonces Museo provincial de Bellas Artes.

Esta afirmación estará sin duda fundamentada en la iniciativa que llevó a cabo Pedro Frías Alejandro, quien a través de una instancia dirigida al Ayuntamiento de Valladolid, proponía que se construyera un monumento en esa ciudad al genial imaginero Berruguete y de la que se hacía eco el Día de Palencia en 1925.

Dolorosa, 1931

 

En la información se detalla que el escultor ofreció su trabajo gratuitamente al Ayuntamiento y se recuerda también que la misma iniciativa la abordó el escultor Victorio Macho, sin que finalmente se llevara a cabo a pesar de conservar la ciudad el anteproyecto de la obra.

Ángel Lera de Isla, escritor y periodista vallisoletano, amigo del escultor Pedro Frías Alejandro, recordaba su juventud en las reuniones artísticas que se celebraban en el Campo Grande, un gran parque público situado en pleno dentro de la ciudad de Valladolid, y a las que asistían todos los personajes con inquietudes de todo tipo como la poesía, el periodismo, la pintura, escultura y música y por el que ya paseaba Miguel Delibes.

En su biografía “oficial” se afirma que “la primera oportunidad que tuvo para exponer una obra suya fue en el III Salón de Otoño, celebrado el 5 de octubre de 1922 en el Palacio de Exposiciones del Retiro, en Madrid y, en aquella ocasión su escultura titulada Invocación obtuvo un merecido premio”.

Sin embargo, al indagar en este dato, podemos afirmar que las fechas son erróneas, puesto que no concurrió al III Salón de Otoño de 1922, sino al II Salón de Otoño de 1921, al que presentó dos obras, y que la escultura titulada Invocación la presentó al IV Salón de Otoño de 1923.

En cualquier caso, nos consta que expuso una obra en el V Salón de Humoristas celebrado en marzo de 1919 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Clausura de su exposición en la Casa de Palencia de Madrid

 

Hacia 1923 conoce a Francisco de Cossio, periodista y académico que con el tiempo fuera Director del Museo Nacional de Escultura, que visita el estudio del escultor y le anima y aconseja respecto a la profesión. Allí puede el escritor contemplar “un busto de hombre, labrado en piedra,  titulado Marino,  que  surge  de  la tosquedad de un bloque” y, además, ofrecía “fuerza,  inspiración  y técnica  segura”.

En  enero  de 1925 el  artista finaliza una cabeza de San Francisco de Asís, “primorosamente modelada,  de  gran  inspiración  y  plena de misticismo”, que exhibe en el escaparate de un comercio de la Calle de Santiago.

En febrero de ese mismo año exhibe otra escultura titulada El Norte  de  Castilla, que  representa  a “un vendedor de periódico dando el pregón”, de tamaño  académico y en  yeso  patinizado, en otro escaparate de un comercio de la Calle Santander, que la crítica avaló como “inspirada en Berruguete”.

Finalmente, en marzo de 1925 celebró una exposición de catorce obras en el Ateneo de Valladolid, citando la prensa de la época que la muestra fue “interesante y valiosa, visitadísima y muy elogiada por la crítica y los concurrentes” y, en definitiva, un nuevo éxito del joven escultor.

En su exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid

 

La exposición permaneció abierta ocho días, reflejando la diversidad de los temas que lleva a cabo el artista: retrato,  religioso, literario y decorativo, así como la variedad de os distintos materiales en los que trabajaba, como son la madera, el barro y la piedra.

Trasladado a Madrid, aunque sin perder su vinculación con Valladolid, sus simpatías políticas le llevan a realizar un busto de Julián Besteiro, recién elegido Presidente de las Cortes y otro del periodista Antonio Lezama, vinculado a la izquierda radical y fundador del periódico La   Libertad, retratos que fueron calificados como “magníficas tallas en madera”.

En esa épica realizó además otro busto que le encargó el Ayuntamiento de Madrid del periodista y cronista de la Villa, Pedro de Répide, quien no dudó en considerarlo como un “notabilísimo escultor”, así como el de Antonio García Gutiérrez, el autor de “El Trovador”, a iniciativa del Sindicato de Viticultores de Chiclana, Cádiz, y que se ubica en la Plaza de Patiño de aquella ciudad.

En noviembre de 1934 realizó una exposición de catorce obras en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en donde la prensa de la época admitió que el autor tenía un “gran dominio de la técnica”.

Invocación, presentada al Salón de Otoño de 1923

 

El  crítico Luis Gil  Fillol reconoció  que  sus tallas  en  madera  “acusan  un  dominio absoluto”, denotan     seguridad en su ejecución  y  admite conocer “pocos tallistas tan  diestros  como  Frías… En él oficio y sensibilidad corren parejas. Trata la forma con cariño, cuida  el  claroscuro  del modelado, estiliza inteligentemente y huye del amaneramiento”. Le califica como escultor  destacado, muy impersonal  pero sin encuadrarse  en  una modalidad  concreta que “daría a su tecnicismo estilo definido, con perjuicio, naturalmente, de la sinceridad y variedad de su obra”.

En el XV Salón de Otoño de 1935 se le otorgó la distinción de Socio de Mérito, realizando también una exposición de esculturas en la Casa de Palencia de Madrid, en la que mostró diez obras.

Estudio cabeza, 1935

 

Los estragos de la guerra, que vivió en el taller de la calle Zabaleta de Madrid, truncaron muchas de las obras que estaba preparando y cuyos trabajos reemprendió al finalizar la contienda. En las Asociación Española de Pintores y Escultores se conserva un busto datado en el año 1936 y titulado “Paz”, que será de los pocos que pudieron recuperarse de este periodo.

A la Exposición  Nacional de Bellas Artes de 1941 concurrió con dos obras que fueron calificadas de “muy recias, con seco estilo castellano”, presentando también trabajos a la Exposición  Nacional de Artes Decorativas de 1949 y a la Exposición Internacional  de  Artesanía de 1953, donde  consiguió un galardón.

En 1954 realizó una exposición en el salón de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, situada en la madrileña Calle Rollo, en la que exhibió 26 obras trabajadas directamente en madera de nogal y caoba y otras en yeso y piedra.

Busto de García-Gutiérrez

 

Pedro Frías Alejandro fue el escultor que talló el famoso Crucifijo de la película “Marcelino, pan y vino” de Ladislao Vajda, con la cual conversa el protagonista (Pablito Calvo) y que se estrenó en 1954. En la actualidad, la talla se conserva en el Convento de carmelitas de Don Benito, como una donación de los Estudios Cinematográficos Chamartín, gracias a Miguel López Cabrera, quien fuera el ingeniero de sonido de la película y cuya hermana residía en este convento.

En 1957 la  Real Academia de la Purísima Concepción de Valladolid le nombró académico correspondiente.

Fernando Allué escribió sobre el artista cuyo “estilo no es sereno, sino apasionado, denso de dramatismo…. Las tallas gritan de dolor o se consumen por una intensa y callada pasión”…

Ángel Lera de Isla, uno de sus más entrañables amigos, recordaba que Pedro Frías Alejandro era un “ser entrañable, un hombre sencillo, callado… No daba importancia a  la meritísima obra   que día a día estaba realizando. Y, sin embargo, se  le  veía siempre  tan  gozosamente  entregado  a  su tarea, que no parecía sino que estaba entretenido, pasando el rato”.

En la exposición que bajo el título de EScultura, celebró la Asociación Española de Pintores y Escultores en Toledo en el año 2018, se exhibió la obra titulada La Paz, y en el dossier de la muestra se lee: “Pedro Frías Alejandro es otro imaginero palentino de estilo bastante característico que se encuentra a caballo entre el clasicismo, movimiento cultural, estético e intelectual, inspirado en los patrones estéticos y filosóficos de la antigüedad clásica, caracterizada por una incansable búsqueda de la perfección del hombre en sus aspectos físicos y la vanguardia, tendencia artística, cultural, política, filosófica y literaria que se refiere a las personas o las obras que son experimentales o innovadoras. Su especialidad es la creación de imágenes y cuerpos modelados y definidos de forma rígida y simétrica”.

Busto del cronista de la Villa de Madrid, Pedro de Répide

 

Pedro Frías Alejandro y la AEPE

II Salón de Otoño de 1921. Inscrito como Frías Alejandro, D. Pedro, natural de Palencia; vive en Madrid, Villalar, 3.

288.- La Santa Faz, mármol; 0,70 x 0,70

289.- Retrato, busto en yeso

IV Salón de Otoño de 1923. Inscrito como Frías Alejandro, D. Pedro, natural de Palencia; reside en Madrid, Brigada Topográfica de E.M.

322.- Invocación, escayola

VIII Salón de Otoño de 1928. Inscrito como Frías Alejandro, D. Pedro, natural de Palencia. Vive en Madrid, Zabaleta, 40.

311.- Poeta, yeso

312.- Hermana del autor, yeso

XIII Salón de Otoño de 1933. Frías Alejandro, D. Pedro, natural de Palencia. Vive en Madrid, Zabaleta, 13. Sala I números 3 y 7.

3.- D. Roberto Molina, talla en madera

7. Don Antonio de Lezama, talla en madera

XIV Salón de Otoño de 1934.

5.- Busto en madera de nogal

XV Salón de Otoño de 1935. Frías Alejandro, D. Pedro, natural de Palencia. Reside en Madrid, Zabaleta, 13.

361.- Cabeza de estudio, piedra.

382.- Consumatum est, talla en madera

421.- Un estuche para abanicos (sección de arte decorativo)

 

Fotograma de la película “Marcelino, pan y vino”, en la que aparece el Crucifijo obra de Pedro Frías y detalle de la cabeza

 

Bibliografía y Webgrafía

Jesús Urrea https://docplayer.es/110788999-Galeria-de-artistas-olvidados-pedro-frias-alejandro-palencia-h-1900-madrid-d-1963.html

Mª Dolores Barreda Pérez: https://apintoresyescultores.es/wp-content/uploads/2018/04/Dossier-de-la-exposici%C3%B3n-EScultura.pdf

Itziar Zabalza Murillo,  https://apintoresyescultores.es/criticas-de-arte/

http://manuelblasdos.blogspot.com/2018/09/madrid-vista-de-pajaro-1873.html

https://www.dechiclana.com/personajes/antonio-garcia-gutierrez/

Mª Carmen Trapote Sinovas, “La Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Palencia: etapa fundacional,  1921-1924”, PITTM,  1994,

BOE-10-XII-1925.

Diario Regional,  25-II-1954.

El Norte: 30-IV-1924, 2-I-1925, 26-II-1925, 12 y 13-III-1925, 19-III-1925, 1-IX-1925, 13-XI-1925, 14-I-1932, 17-II-1954, 30-XI-1958, 21-I-1962, 4-II-1986

La Voz, 21-IV-1928.

La Libertad, 19-VII-1931, 22-XI-1933, 15-VII-1934, 10-VIII-1934, 7-XI-1934

Diario de Cádiz, 16-X-2016.

ABC,  26-X-1934, 13-VI-1935, 8-XI-1935, 27-XI-1935, 5-XII-1941, 17-II-1954, 28-IV-1963

Ahora, 7-XI-1934,

El  siglo  futuro, 7-XI-1935,

El heraldo  de Madrid, 8-XI-1935

La Vanguardia: 19/8/1949

El Diario Palentino: 19/12/1899; 28/11/1935

El Telegrama del Rif: 3/9/1913

La Correspondencia de España: 10/3/1919

El Día de Palencia: 20/3/1925; 13/11/1925; 14/11/1925

Hoja Oficial del lunes: 15/2/1954

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

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