Las Medallas de la AEPE: Marceliano Santa María Sedano

Por Mª Dolores Barreda Pérez

Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones. 

Medalla de Dibujo “Marceliano Santa María Sedano”

del Salón de Dibujo, Grabado e Ilustración

En el año 2016 la Asociación Española de Pintores y Escultores convocó por vez primera el Salón de Dibujo de la AEPE, que constituyó un rotundo éxito.

Con este Salón, buscamos que sea a través del lenguaje universal que representa el dibujo, una de las formas de engrandecer la manifestación artística de la pintura, mediante la eclosión de una técnica de representación elevada, base de toda la creación plástica, en una exposición de obras seleccionadas, siguiendo estrictos criterios de calidad y excelencia.

Además del dibujo, el grabado ha sido también una técnica muy utilizada por los artistas, que estamos intentando recuperar y elevar al nivel que merece. Y lo mismo ocurre con la ilustración, mermada drásticamente de cualquier presencia expositiva, que debe ocupar su espacio y que nos gustaría dignificar.

El Salón del Dibujo, Grabado e Ilustración de la AEPE, constituye pues una cita grandiosa, una excelente oportunidad de presentar el talento y la calidad de todos los artistas y cuenta con dos premios instituidos especialmente para honrar a los fundadores de la centenaria entidad y para terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad.

En 2017 y gracias a la propuesta que realizara el Presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo, bajo el título de “La plenitud de los nombres”, se acordaba la reorganización de los premios y galardones que otorgaba la institución en los distintos certámenes y concursos habituales. En el caso del Salón del Dibujo, Grabado e Ilustración, y como en el resto de las ocasiones con el ánimo de honrar la memoria de los fundadores de la AEPE, se instituyeron los siguientes premios: La Medalla de Dibujo Marceliano Santamaría Sedano, la Medalla de Grabado Francisco Esteve Botey y la Medalla de Ilustración Eulogio Varela Sartorio.

MARCELIANO SANTA MARIA SEDANO

SANTAMARIA SEDANO, Marceliano  P   1923  18.jun.1866   BURGOS   MADRID  12.10.1952

Presidente de la Asociación de Pintores y Escultores

Director de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos

El año 2021 se cumplen 155 años de su nacimiento

Autorretrato

El pintor, academicista e impresionista Marceliano Santa María Sedano o Marceliano Santamaría y Sedano como también lo escriben distintos medios, nació en Burgos, el 18 de junio de 1866, en el seno de una familia artesana dedicada a la platería.

Con su padre, Luciano, aprendió los oficios de platero, oribe (el trabajo con oro) y joyero, y básicamente a dibujar, a fuerza de diseñar cálices y custodias, construyendo candelabros y martillando bandejas.

Es en el taller donde adquiere una sólida formación estética y espiritual que le acompañaría de por vida, en la ciudad sonora del pasado, en el taller de orfebrería religiosa y repartida entre libros y pinceles. Este sedimento romántico saldrá siempre a la superficie en sus obras y en su vida personal, que reflejará la emoción y el alma del artista.

Alternó los estudios de bachiller, que terminó en Palencia, con los artísticos de la Academia de Dibujo, situada en la antigua sede del Consulado del Mar de Burgos, donde impartían clases los maestros Isidro Gil Gavilondo y Evaristo Barrio.

En compañía de su tío Ángel Sedano Espiga, canónigo de la Catedral, se trasladó a Madrid, en 1885, con el deseo de asistir a las clases del Círculo de Bellas Artes y a la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando.

Apenas llegado a Madrid, un trágico accidente puso en gravísimo peligro su vida. En la calle de San Bernardo le atropello un tranvía, destrozándole la mandíbula inferior y parte del cuello. Sacado de entre las ruedas y conducido a su domicilio, después de la primera cura en la Casa de Socorro, tardó más de diez meses en triunfar su robusta naturaleza contra la muerte. 

Entró después como aprendiz al estudio del pintor Manuel Domínguez Sánchez, teniendo como compañeros a los artistas Fernando Álvarez de Sotomayor y Eduardo Chicharro Agüera, ambos fundadores de la Asociación de Pintores y Escultores y además, Presidentes, como él mismo luego, de la misma, llegando el uno a Director del Museo del Prado y a Director de la Academia Española de Roma el otro.

En 1885 obtuvo el Segundo Premio en la Exposición de Bellas Artes de Burgos con un estudio de paisaje, después de haber realizado diversos trabajos de ilustraciones.

En el campo

Logró el Primer Premio al año siguiente y tras la concesión de la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1890, fue becado por la Diputación Provincial de Burgos para ampliar estudios en Italia, fijando su residencia en Roma durante cinco años, compartiendo pinceles con Rafael Romero de Torres, con Mateo Inurria, con artistas que como él, ansiaban la gloria y rezumaban un intenso amor al arte.

Fue allí donde pintó el famoso lienzo El triunfo de la Santa Cruz en las Navas de Tolosa, en el que ha sabido conservar como tantas otras obras del maestro, hitos de los momentos evolutivos de su arte, y del que la crítica italiana destacó que era “miltoniano de concepto y miguelangesco de ejecución”. Todo en él es arrogante y gigantesco: cerca de 6 metros por cinco, la composición, el episodio que conmemora, la técnica segura, la frescura del trazo, la espontaneidad de la ejecución…

Paisaje castellano

Pintado en pleno verano, el terrible calor húmedo de Roma se lo puso difícil al maestro, que se encerró con el cadáver de un enorme caballo blanco, recién muerto, y tres negros vivientes y sudorosos. La descomposición del equino y la exudación, causaban una atmósfera nauseabunda que el artista venció, pese a los desvanecimientos, contando el autor en entrevistas posteriores, que perdió parcialmente el sentido del olfato de buenos olores, conservando de forma pertinaz el de los repugnantes, lo que nos da idea de su concepto realista de la pintura.

El triunfo de la Santa Cruz en las Navas de Tolosa

En 1895 vuelve a España para afincarse en Burgos, donde el Ayuntamiento de Burgos le requiere para pintar cuadros, murales y techos.

A partir de 1900 se dedica a la enseñanza en Burgos y crea una famosa escuela de pintores que siguieron con su estilo; además, el pintor realizó numerosos retratos reales, retratos de aristócratas y burgueses locales. No obstante, el sobrenombre de «Pintor de Castilla» le viene por sus innumerables paisajes, de una sensibilidad cercana a la mostrada en literatura por la generación del 98, que consideraba Castilla y sus paisajes como médula de España.

Ya en Madrid, inició nueva etapa artística que incluyó también una intensa dedicación pedagógica, ejerciendo la docencia en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos.

Sol de verano

La Medalla de Primera Clase la ganó en la Exposición Nacional de 1910 con Angélica y Medoro. Destaca su colaboración en muchos concursos y escritos en publicaciones de la época (Blanco y Negro, Revista Moderna, La Ilustración Española y Americana, Boletín de la Real Academia de San Fernando, Caras y Caretas, etc.).

Angélica y Medoro

En 1912 fue elegido miembro de la Real Academia de San Fernando a los cuarenta y seis años de edad.

En diciembre de 1914 falleció su madre.

Vivía Marceliano con su hermana Carmen, viuda de Teodoro Boneta y Osés, Mayor de Intendencia Militar, hasta que se casó con Carmen Arán, aunque en algunos inventarios figura como Orán, si bien el chalet donde vivía era “Villa Arán”, y los familiares mantienen el apellido Arán.

La fama del pintor fue extendiendo la enorme popularidad adquirida hasta que en 1914 apareció, en las columnas de La Esfera, el primer comentario del que fuera su principal cronista Silvio Lago, seudónimo de José Francés, además de otras muchas críticas que evidencian la estima hacia el pintor de ilustres personajes de la época, como Valle-Inclán, Azorín, Camón Aznar, fray Justo Pérez de Urbel, Armiñán, Sánchez Camargo, Cossío, de la Fuente, etc.

El río

Representó a la Academia de San Fernando en el Primer Congreso Nacional de Bellas Artes, en 1918, que fue organizado por la Asociación de Pintores y Escultores, perteneciendo al Comité Ejecutivo del Congreso.

Desempeñó entre otros, los cargos de Presidente de la Asociación de Pintores y Escultores, Presidente de Honor del Círculo de Bellas Artes y Académico correspondiente en diversas Academias nacionales y extranjeras.

Retrató a innumerables personajes de la época como Echegaray, Eduardo Dato, Primo de Rivera, Franco y pintó en veintiséis ocasiones al Rey Alfonso XIII, la primera de ellas cuando aún no había sido proclamado Monarca de España, y en otras varias a su esposa, la Reina Doña Victoria Eugenia.

Programa de mano de la exposición de Burgos de 1923

En 1919 participó en una exposición hispano-francesa de Zaragoza junto a Beruete, Regoyos, Francisco Domingo, Picasso, Arteta, Vázquez Díaz, Gargallo, Bonnard, Vlaminck y otros. Era por entonces presidente de la sección de pintura del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Pasaba las vacaciones en su ciudad natal, dedicando gran parte de la actividad a pintar el paisaje burgalés, ganándose el apelativo de “Pintor de Castilla”, como hasta hoy se le conoce.

El Ayuntamiento organizó una exposición individual en 1923 y acordó nombrarlo Hijo Predilecto de Burgos el año siguiente, entregándoselo junto a la Gran Cruz de Isabel la Católica, solicitada previamente por el Concejo.

La Ilustración Española y Americana de 1913

Premiado en numerosísimas ocasiones, fue condecorado con la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, la Gran Cruz de Leopoldo II de Bélgica, el título de caballero de la Legión de Honor, la Medalla de Oro de la Cruz Roja Española, la Medalla del Trabajo, entre otros honores, como el de caballero del Santísimo y Santiago de Burgos.

En 1934 fue nombrado Director de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, cargo que ocupó hasta su jubilación.

En este año, recibe la Medalla de Honor en la Nacional de Bellas Artes, lo que supone su definitiva consagración en el mundo de la pintura.

Durante la Guerra Civil, su salud empeora y tiene que ingeniar soluciones para poder pintar, ya que le era imposible comprar los instrumentos necesarios. Tras la contienda, continuó su actividad con mucha menos intensidad. En esta época recibió la Medalla de Oro Extraordinaria del Círculo de Bellas Artes en 1943, y también se convirtió en mentor, protector y benefactor de jóvenes artistas.

Rebaño

Gracias a su mediación, en agosto de 1944 el Ayuntamiento de Burgos cedió el Palacio de la Audiencia de Burgos, a la Asociación Nacional de Pintores y Escultores para llevar a cabo una muestra cuyos protagonistas fueron los burgaleses Marcela Escolano, que presentó doce obras, en su mayoría paisajes, y Pablo Remacha, en la especialidad de forjado. Fue una gran innovación el coprotagonismo del género femenino en la muestra, siendo Marcela Escolano la única mujer que triunfó dentro del panorama de la pintura burgalesa en la época.

En Burgos logró ser profeta en su tierra, con una estima popular tan importante, que la corporación municipal acordó concederle la Medalla de Oro de Burgos en 1946.

Busto del artista en el Paseo del Espolón de Burgos

En 1948 el Gobierno Civil, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Burgos patrocinaron una exposición individual en el Teatro Principal de Burgos, que también dedicó al pintor de Castilla un museo, instalado en el antiguo Monasterio de San Juan y el salón o andén central del paseo del Espolón, que está presidido por su busto.

Programa de mano del homenaje del Club Rotary

Además de pintor, Marceliano Santa María fue ilustrador, director artístico de empresas dedicadas a las artes industriales, proyectista de obras de orfebrería, alfombras y vidrieras, jurado casi sin cesar y promotor de exposiciones; es decir, uno de los prohombres que tuvieron en sus manos un magnífico tanto por ciento de la actividad artística española de la época.

Programa de la exposición en las Galerías Layetanas de Barcelona de 1935

Y si por todo ello no fuera suficiente, podía haber ejercido perfectamente la escultura, que también practicaba con acierto; dio conferencias; se entregó a la enseñanza; estimuló vocaciones mediante el magisterio artístico, incluso negándose legítimos ocios de jubilado. Y escribió un muy considerable puñado de artículos y discursos académicos, donde se evidencian sus inquietudes culturales y su insobornable pasión por Burgos y por Castilla.

Fotografía aparecida en La Esfera, en 1914

Silvio Lago, el crítico, y José Francés, el amigo, escribían así acerca de su figura:

…”el maestro alcanzó gloria pronto en el arte de retratar gentes, componer humanas escenas y evocar aventuras y poemáticos idealismos… y se dio a amar por entero la contemplación y relato de su tierra nativa y a mantener ferviente la nostalgia de la figura del Cid…

…murió en plena dedicación de lo que constituyera la ilusión y la actividad infinita de toda su vida: el arte….

…cada verano, Santa María volvía a su tierra, lo que se traducía en una serie, sin cesar renovada, de visiones frescas, fragantes, plenas de claro optimismo, felizmente opuestas a la tendencia monocroma que suele oscurecer el arte de los pintores en su máxima senectud….

… artista dotado de una inmarchitable ingenuidad, de una casi infantil ufanía… la sensatez noble, el equilibrio reflexivo y, sobre todo, su infinita bondad y tolerancia… su obra estuvo saturada de cultura literaria, de apasionado conocimiento de la historia de la patria…

… entre el Triunfo de la Santa Cruz y Angélica y Medoro, se suceden veinte años de una renovación estética constante, de un permanente anhelo de perfecciones sensoriales y espiritualismos cada vez más sensibles, hasta llegar a la depurada quintaesencia de su arte, donde la verdad y el ensueño se fundían en unas creaciones que heredaban legítimas la aúrea atmósfera y voluptuosa complacencia cromática de los venecianos…

… Marceliano rinde tributo a su época. Está siempre en la vanguardia y compite con los maestros coetáneos. Así, no solamente puede estudiarse a lo largo de la dilatada obra de Santa María su propia personalidad, sino hallar como un resumen de las diversas tendencias que han agitado la pintura española durante el último período del siglo XIX y los primeros del XX.

… aborda y triunfa en todos los géneros:

El lienzo histórico: Triunfo de la Santa Cruz, Las hijas del Cid, Se va ensanchando Castilla …

El cuadro simbolista: El mar dará sus muertos (La Resurrección de la carne)…

La pintura decorativa: techos del Ayuntamiento de Burgos y del Palacio de Justicia de Madrid… El cuadro anecdótico y costumbrista: ¿Será difteria?, A la Epístola…

Los cuadros de tendencia social y melodramática…

El cuadro al gusto finisecular: Entierro de una niña, A mejorar la raza burguesa. …

Los temas religiosos: Santa Teresa, El Buen Pastor, Santa Casilda, San Benito, Las Animas, La Santísima Trinidad…

El cuadro de tema rural, de concepto reciamente naturalista: El esquileo…

… pero predominan en su obra los temas cidianos, reflejados con un esplendor cromático propio de Tiziano, composición robusta, sobria de tonos, enérgica de trazo, con la obsesión de enaltecer lo supremo de la pintura y la personificación de la misma y la lealtad castellanas.

… Sus paisajes rurales son obras con un aparente aspecto de grandes bocetos de impresionistas y fugaces interpretaciones, donde predominan las gamas claras, azules, transparentes, rosadas lejanías, verdores jugosos y la canción del agua en regatos y arroyos, o majestades fluviales. Son obras que siempre interpretó del natural y jamás reinterpretó en el interior de un estudio.

… Pasó la guerra civil en Madrid, con angustia e inquietud, pero con la alegría inesperada de recibir un sobre franqueado en la zona nacional, con un sello en el que se reproducía su cuadro “Se va ensanchando Castilla” y que constituía un homenaje al arte del pintor. 

… Marceliano Santa María es robusto, musculoso, bien plantado, con los hombros anchos de un guerrero de castellana historia … Y es, al mismo tiempo, sencillo, parco y sentimental, como un pastor de égloga o un oteador de horizontes en el ingente silencio de las cumbres…

… He sido testigo tembloroso, apenado, de los últimos momentos de Marceliano Santa María y puedo decir que la última impresión vital que se llevó al otro mundo fue la de una infinita alegría, al decirle yo —el amigo y el crítico tan leal a él— que su cuadro Ya se van los pastores a la Extremadura y el boceto del retrato de su sobrina con el hijo, niño, me parecían admirables. Fue esta idea la postrera de su pensamiento….  

Paraje con pinos

Marceliano falleció a las dos de la tarde víctima de una bronco-neumonía, en su casa estudio de la calle Abel, 17, cuando contaba con 86 años. Cuatro días antes, seguía pintando su cuadro “Ya se van los pastores a la Extremadura”, aquejado de un fuerte catarro que degeneró pero que le mantuvo en pleno uso de sus facultades.

En el momento de su muerte se encontraban con él su sobrino, Juan Antonio Arán Martínez de Setién Santa María (al que había adoptado como hijo propio al carecer de descendencia) y el crítico y amigo Juan Francés.

Retrato de Carmen Orán, esposa del pintor

Fue enterrado en la Sacramental de la Almudena, junto a su esposa Carmen Arán.

Junto a su hijo adoptivo

Marceliano Santa María y la AEPE

* En el XII Salón de Otoño de 1932:  Aparece inscrito como Santa María, (D. Marceliano). Reside en Madrid, Abel, 11. Sala V Pintura:

21.- “Un páramo” (óleo, 0,76 x 0,90

22.- “Aldea solitaria” (óleo), 0,90 x 0,97

* En el XIII Salón de Otoño de 1933, el maestro contó con una Sala propia en la que exhibió 33 obras: Luz dorada, El sendero, Ancha es Castilla, Burgos, El Tajuña, Calle de Poza de la Sal, El Manzanares, Cauce en el Soto, Urones, Villalvilla, Cuestas de Zulema, Ventorrillo, Pradoluengo, Gavillas, Ermita de Toberna, Casas rústicas, El esquileo, Campo de Burgos, Tierra labrada, Calle de Pradoluengo, Quintanilleja, Páramo, El río Henares, El Pardo, Aldea solitaria, Arroyo de Gredos, Tierra encendida, Calleja sombría, Campos de oro, Arboleda, Serranía, Pinar y Calle de Cotar.

* En el XV Salón de Otoño de 1935 apareció inscrito como “Santa María (D. Marceliano), natural de Burgos. Reside en Madrid, Abel, 19. Socio de Honor del Salón de 1923. Al mismo, concurrió con cinco obras que se exhibieron en la Sala III:

29.- “Covarrubias” (óleo) 0,65 x 0,71

30.- “El vado” (óleo) 0,65 x 0,71

31.- “Lejanía” (óleo) 0,80 x 0,85

32.- “Ribera frondosa” (óleo) 0,65 x 0,71

33.- “Molinillo” (óleo) 6,65 x 0,71

Molinillo, obra presentada al XV Salón de Otoño

* En el XXIV Salón de Otoño de 1950 estuvo también presente en la Sala XI, dedicada a los Fundadores de la Asociación de Pintores y Escultores, junto a artistas como Espina y Capo, Moreno Carbonero, Pinazo, Joaquín Sorolla, Zubiaurre… con tres obras:

21.- “Quintanilla Vivar”

22.- “Fruta del tiempo”

23.- “Puente rústico”.

Fruta del tiempo, obra presentada al XXIV Salón de Otoño

* En el XXV Salón de Otoño de 1952 también presentó tres obras:
246.- “Aldea castellana” (óleo)

247.- “Camino de Lilaila” (óleo)

248.- “Panorama burgalés” (óleo)

Aldea castellana, obra presentada al XXV Salón de Otoño

* En el XXIX Salón de Otoño de 1957 estuvo presente ya que la Junta Directiva quiso recordar al maestro dedicándole una Sala de Honor (Sala IV) al que “fuera nuestro Presidente, Socio de Honor y Fundador, Medalla de Honor de las Nacionales, gloria de la pintura española, aquel simpático y cordial ejemplar humano que fue el Sr. D. Marceliano Santa María”. En la misma, se exhibieron las obras: “Sra. Dª Milagros de la Paz de Matos” (retrato), “Bodegón”, “D. Florencio Rodríguez” (retrato), “Conchita” (retrato), “La resurrección de la carne”, “Esposa del autor” (retrato), “Ilmo. Sr. D. Luis Sánchez Cuervo” (retrato), “Excmo. Sr. D. Ricardo Rada” (retrato), “D. José Rodiles de  Salas” (retrato), “María Luisa Simón” (retrato), “Retrato familiar” (obra póstuma), “D. Juan Antonio de Arán” (retrato), “Excmo. Sr. D. José Echegaray” (retrato), “Excmo. Sr. D. Manrique Mariscal de Gante” (retrato), “Dña. Carmen Heredia de Regueral” (retrato), “D. José Rodiles Pascual” (retrato), “Bodegón”, “Dña. María Fabra de Fraile” (retrato), “Regreso de la cacería”, “La solana”, “Villalvilla”, “Orbaneja”, “Zagala”, “Vivar del Cid”, “Gavillas”, “Tierras del Cid”, “Panderetera”, “Sesteando”, “Nieve en Amaniel”, “Lavadero de Cortes”, “La parva”, “Río Cardeña”, “Autorretrato”, “Tierra mater”, “Portillo”, “Trillando”, “Lavanderas del Arlanzón”, “Serpenteo del cauce”, “Panorama burgalés”, “Sigüenza”, “Castellana”, “Vado de Escaño”, “Parador de Villatoro”, “Calma estival”, “Lavadero cubierto”, “Calle de Poza de la Sal”, y “Colegiata de Peñaranda”.

* En el XXXIII Salón de Otoño de 1962, con motivo del aniversario de la fundación de la entidad, estuvo también presente en la Sala Quinta, llamada Sala de Fundadores, junto a otros artistas como Joaquín Sorolla, Valentín Zubiaurre, Chicharro, Álvarez de Sotomayor, … en la que se exhibieron sus obras:

143.- “Término de Villacienzo” (óleo)

149.- “Parador de Villatoro” (óleo)

165.- “Retrato de Inmaculada Martínez de Setién” (óleo)

Ventorrillo, obra presentada al XXXIII Salón de Otoño

* En el XXXVIII Salón de Otoño de 1967 se presentó una Sala de Maestros con nombres señeros como Chicharro, Soria Aedo, Roberto Domingo, Cruz Herrera, Bardasano… exhibió dos obras:

321.- “Figura”

322.- “Paisaje”

Retrato de Inmaculada Martínez de Setién que se exhibió en el XXXIII Salón de Otoño

EN 2021 SE CUMPLE EL 155 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL ARTISTA

La conmemoración de los nacimientos o las defunciones, por la proximidad a los seres eminentes que han merecido este homenaje, casi pueden reducirse a una entrañable evocación. Si en el momento de su óbito surgió la necrología, aún viva y caliente, al correr de los años su recuerdo se encuentra en una zona de transición, en la que gravita el pasado, en colisión con los gustos, los modos y las modas del presente.

Tan sólo en el curso de varias generaciones llega a consolidarse la fama, y así podemos afirmar que por un escalonamiento de juicios llegamos a hacer un análisis sereno del pretérito, tanto por lo que respecta al personaje como a sus obras.

A veces la estela de la vida de un gran hombre se pierde en un Guadiana espiritual para aparecer en la superficie pasados muchos años como en un descubrimiento maravilloso, que, pese a los avatares del olvido, justifica esa constante de las artes y de las letras, ya que, sin el apoyo de lo que fue, lo llamado nuevo y lo moderno, con cierta petulancia de inventores gregarios, no podría existir. Son importantes, sin embargo, estos recuerdos y volver nuestra atención a los que por sus obras fueron objeto de admiración, estima y enseñanza.

Mas sin pasado, sin memoria para juzgar el pasado, lo presente no tendría sentido.

Ribera

Santa María triunfó en las difíciles circunstancias del renacimiento contemporáneo, sin apartarse sin embargo, de lo que resultaba todavía discreto. Pero su verdadera cumbre la alcanzó en 1933, en el marco del Salón de Otoño, organizado por esta Asociación de Pintores y Escultores, con en una sala repleta de paisajes de Castilla, junto a otra sala de extraordinario valor consagrada a Julio Romero de Torres. El éxito es popular, de una espontaneidad extraordinaria, de una unanimidad de crítica de los matices más contrarios en el campo del periodismo. La pintura española había sabido interpretar de una manera original los valores ambientales del paisaje burgalés, donde se resume una Castilla no del todo esteparia, sino una Castilla con reflejos de agua, con alcores amables, con lejanías íntimas y acogedoras vistas, e interpretadas de una manera espontánea, sin profundizar en valores anecdóticos de un puro paisaje o valores sicológicos del paisanaje, con la inspiración del paisaje burgalés sentido a la manera de un profeta (frase que repetía muchas veces Santa María), que capta rápidamente, taquigráficamente, la extraña enseñanza de una luz superior, esta luz admirable y difícil de Castilla, tratada de una manera etérea con un mínimo de plasticidad, con fugacidad instantánea, en una especie de síntesis de dos horas de observación, donde se expresa y recoge un mundo en el solo instante de unas pinceladas.

Así como la escuela impresionista francesa había conseguido esa misma expresión en el color, Santa María trató de crear otra escuela de valores ambientales puramente luminosos, con una vibración acertada de colorido, del que no se aparta, pero que no es lo esencial en sus cuadros. Es precisamente cuando pretende resaltar con preferencia efectos de color, cuando sus paisajes resultan ser acertados, porque su verdadera originalidad está, como repito, en conseguir el valor expresivo de una luz viva, como aquel Zohar o luz mística propia de sus antepasados israelitas en Castilla.

Marceliano había ya ganado la medalla de honor, máximo galardón, un año antes de que se la concediesen en la exposición nacional de 1934. La había ganado en ese Salón de Otoño de 1933. Poco importaba ya el cuadro concreto a que se había de otorgar ese galardón, en lucha con colosos como Gutiérrez Solana, Soria Aedo y Maiffren. Ese premio sólo podía ser el resumen de un historial y la creación de un estilo. El estilo fue el de sus paisajes burgaleses que habían quedado consagrados desde el año anterior. Santa María conjuga su libertad y espontaneidad a una especie de ascenso de escalafón, de avance firme entre distinciones oficiales y trabajo de academias.

El esplendor lo vivió en ese Salón de Otoño, luego en Burgos, cuando recibió la Medalla de Oro de la ciudad, la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio,… el ocaso lleva viviéndolo ya desde hace casi medio siglo en el que su visión de Castilla ha sido poco a poco olvidada de manera trágica e imperdonable.

EL OLVIDADO PINTOR DE CASTILLA

El Museo del Prado está en deuda con el artista. La mayor pinacoteca nacional cuenta en su inventario con cinco obras del pintor burgalés. Sin embargo, ninguna de ellas se puede ver en Madrid:

* “La misa de pontifical”, para cuyo personaje central, el obispo arrodillado, tomó como modelo a su amado tío, canónigo de la catedral de Burgos, se encuentra en depósito en el Palacio Real de Riofrío.

La misa de pontifical

* “El triunfo de la Santa Cruz en la batalla de las Navas de Tolosa”, pertenece al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, pero se encuentra en depósito en el Museo Marceliano Santa María, aunque ahora mismo no se exhibe debido a las obras que acaban de llevarse a cabo en el Monasterio de San Juan que acoge la colección.

El Triunfo de la Santa Cruz en la Batalla de las Navas de Tolosa tal y como se exhibía en el Museo Marceliano Santa María

* “Angélica y Medoro”, también del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en depósito en el Museo Marceliano Santa María de Burgos.

Angélica y Mérodo

* “Las hijas del Cid”, perteneciente al Museo del Prado, pero que aparece como “No expuesto”, comprensible al apreciarse perfectamente el ruinoso estado de conservación que muestra y cuya fotografía exhibe la propia web del Museo.

Las hijas del Cid

* “Páramo”, perteneciente al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, pero actualmente en depósito en el Museo de Salamanca.

Páramo

Incomprensible pero cierto… la obra de este gran pintor no tiene cabida en el Museo del Prado ni en el Reina Sofía. Definitivamente, no interesa. Además, habría que añadir la censura moralizante que en la actualidad sufrirían algunas de estas obras, cuya exhibición sería impensable: una misa… que a nadie ya interesa, la batalla de las Navas de Tolosa, en donde los esclavos negros, (me niego a escribir aquí hombres de color porque ¿de qué color son?, ¿en qué contexto histórico nos encontramos?) son arrollados por la victoriosa y triunfante Cruz… imposible exponer este cuadro en el contexto actual, visto con los ojos maledicentes de la progresía absurda, como imposible es aquel otro de Soria Aedo titulado “Turbas sin Dios”, que representa la quema de una iglesia y la profanación de un crucifijo por las turbas republicanas…. Porque como escucho ahora en las visitas guiadas, un desgraciado incendio ocurrido en 1936, destruyó el edificio…

En Madrid, la ciudad que le aplaudió y encumbró, solo pueden verse dos lienzos suyos en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando: el titulado “Atalaya castellana” y el “Retrato de Carmen Orán”, en cuyo inventario nadie ha reparado que el apellido de su mujer no se corresponde a la ficha, ya que figura como Orán, siendo Arán el correcto.

Retrato de Carmen Orán, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Pueden verse también, aunque sólo en los días visitables, los frescos que pintara en el Palacio de Justicia de Madrid, tan de actualidad hasta hace poco, ya que bajo sus techos se ha llevado a cabo el famoso juicio del proceso de Cataluña.

Atalaya castellana, también en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Y quitando las colecciones y coleccionistas privados, cuyo número será elevado, pero de los que el común de los mortales no tenemos acceso, ninguna otra obra de Marceliano Santa María puede verse en Madrid.

Una deuda que bien podrían reparar algunas instituciones echando mano a la familia, deseosa de perpetuar el reconocimiento del artista, con sus magníficos paisajes tan característicos tan diferentes a los evocados por la generación del 98, pero tan esenciales para entender la vida y el arte de ese periodo de la historia artística de España que parece esfumarse sin remedio.

MUSEO MARCELIANO SANTA MARIA DE BURGOS

El Museo Marceliano Santa María de Burgos se encuentra enclavado en el Claustro del Monasterio de San Juan Bautista de la capital burgalesa. De titularidad municipal, ha atravesado por distintas etapas de olvido por parte del consistorio, que actualmente ha vuelto a reunir al patronato desde que en 1979 lo hiciera por última vez, para determinar el futuro de la sede.

Las obras de la cubierta del claustro han obligado a desmontar las obras de este museo, que aguardan custodiadas lo que al respecto determine el patronato, que debe ahora aprobar un proyecto de musealización y lanzar un concurso de ideas que adapte un espacio tan complejo y permita la colocación de las obras.

Museo Marceliano Santa María en Burgos

Otro gran problema que debe vencer el patronato es la asignación en los presupuestos municipales de un presupuesto propio, del que hasta este momento ha carecido el museo, ya que el potencial del museo, que es excelente y de primer orden, necesita de otros proyectos especiales (como exposiciones temporales o cualquier otro tipo de evento), para mantener el museo activo y convertirse en una opción que el público aprecie y distinga. De ese movimiento y de esa intensidad, dependerá el interés del público, posibilitando que se ofrezca a los visitantes una forma interesante de conocer el arte y al artista.

De todo ello depende que el futuro Museo Marceliano Santa María se convierta en un auténtico referente cultural de Burgos, de España y por supuesto, de la escena internacional.

Museo Marceliano Santa María

El museo se nutre de fondos propios de la ciudad de Burgos, pertenecientes al Ayuntamiento, así como de obras en depósito, donaciones y la obra cedida por los familiares de Marceliano Santa María, integrantes del Patronato y que viene a ser aproximadamente el 60 % de la colección.

La familia del artista, representada en el Patronato por Pilar Arán, Juan José Setién, Cristina Romano y otros sobrinos, ven con preocupación el futuro del Museo, sobre todo en los tiempos que vivimos, sobre todo por los largos plazos y las trabas administrativas que parecen no tener fin, pero pese a las que confían, pueda llegar a recuperarse la memoria de tan insigne artista.

Museo Marceliano Santa María

Según nos asegura Ignacio González, técnico responsable del Ayuntamiento de Burgos, la totalidad de la obra del museo se encuentra inventariada y debidamente embalada para evitar que los trabajos de la cubierta pudieran dañar cualquier obra, a la espera de que el concurso de ideas pueda al fin ver la luz y se proceda a la adjudicación del mismo, interrumpido por la inesperada pandemia que sufrimos, y cuya licitación se esperaba para el segundo semestre del año.

A la espera de una nueva reunión del Patronato, el interés por la obra de este burgalés universal no decae, sobre todo ahora, que una de sus obras más emblemáticas, va a estar presente en la exposición que bajo el título de “Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931)”, inaugurará próximamente el Museo Nacional del Prado y que podrá visitarse del 6 de octubre de 2020 al 14 de marzo del año 2021.

EL PALACIO DE JUSTICIA

Ocho  grandes e ilustres pintores y escultores españoles, todos ellos miembros de la Asociación Española de Pintores y Escultores, se encargaron de la decoración pictórica y escultórica del nuevo Palacio de Justicia de Madrid: Marceliano Santa María, José Garnelo, Alvaro Alcalá Galiano, Enrique Simonet, Miguel Blay, Lorenzo Coullaut Valera, Mario Capuz y Fructuoso Orduña.

Nos referimos al Tribunal Supremo, cuya sede se encuentra en el antiguo Monasterio Real de la Visitación de Nuestra Señora, conocido popularmente en Madrid como las Salesas Reales, que en 1915 sufrió un incendio que devastó completamente el edificio y ocasionó su posterior reforma por parte del arquitecto Joaquín Rojí y López Calvo.

Frescos de Marceliano Santa María en el Tribunal Supremo

Se encargó a artistas del momento, esculturas y frescos que enriqueciesen las fachadas y estancias nobles. Estas obras realizadas ex profeso para el edificio se centraron lógicamente en representaciones referidas a la Justicia, la Equidad, el Derecho y la Jurisprudencia, el gran cuarteto de las alegorías jurídicas.

En el antiguo vestíbulo de la Audiencia Provincial, situado junto a la entrada de la calle del Marqués de la Ensenada, se encuentran una serie de medallones pictóricos firmados por Álvaro Alcalá Galiano, conde del Real Aprecio: Derecho Natural, Derecho Romano, Derecho Canónico, Derecho Internacional y La entrega a Moisés de las tablas de la Ley. Se trata de alegorías que simbolizan la Administración de la Justicia, que se completan con cuatro mosaicos también alegóricos, situados sobre las puertas que se abren en los muros laterales, y que representan a la Ley, La Fortaleza, La Igualdad y la Elocuencia.

Alcalá Galiano también realizó las pinturas de los tramos alternos del techo de la galería de los pasos perdidos de la planta superior, que hacen alusión a conceptos relacionados igualmente con la Justicia: el delito, la riqueza, el progreso y la verdad desnuda.

El Salón del Pleno del Tribunal Supremo, la estancia de mayor riqueza del edificio, y donde se celebra el acto solemne de apertura del año judicial presidido por el rey, está cubierto con una bóveda esquifada y un techo moldurado con dorados. En el centro se sitúa la composición pictórica La Ley triunfando sobre el mal o El vencimiento de los delitos y los vicios ante la aparición de la Justicia, realizada por Marceliano Santa María Sedano en 1920, composición que simboliza la esperanza y la espera de la aplicación de las leyes y del cumplimiento de las sentencias.

El antedespacho del presidente del Tribunal Supremo, en el frente norte del edificio, está cubierto con una cúpula semiesférica con pinturas de José Garnelo y Alda, ejecutadas en 1924 y cuyo trabajo puede considerarse como la exaltación final de la Justicia.

La iluminación de la bóveda se consigue por medio de cinco ventanales elípticos, que rodean el contorno de la línea de arranque, y entre las vidrieras, se sitúan alegorías de las distintas ramas o modalidades del Derecho: Derecho Natural, Derecho Civil, Derecho Canónico, Derecho Internacional, Derecho Mercantil y Derecho Penal. 

En el centro de la cúpula se desarrolla el tema principal del conjunto: La imposición por España del collar de la Justicia a la Magistratura. Del anillo de la base de la bóveda arranca un árbol, el árbol de la justicia, entre cuyo ramaje se despliegan las representaciones alegóricas de las virtudes y dignidades, que han de tutelar la acción de los magistrados: la Asiduidad, la Vigilancia, la Perseverancia, la Reflexión, la Fama, el Amor a la Justicia, la Verdad, la Meditación, la Memoria, el Entendimiento, la Gloria y la Voluntad.

La entrada principal y la escalera se cubren con una gran vidriera de la casa Maumejean, en las que aparecen de nuevo figuras alegóricas de la Justicia, y una serie de pinturas en la cornisa que presentan escenas costumbristas, que hacen referencia a las regiones españolas y las principales fuentes de producción obra de Enrique Simonet Lombardo.

Descendiendo por la escalera, se sitúan junto a su arranque dos esculturas de Lorenzo Coullaut Valera que representan a Justiniano y Alfonso X el Sabio, dos alegorías de la Jurisprudencia.

En la fachada principal, situada frente a la plaza de la Villa de París, el único elemento que destacaba era la portada de acceso, rematada por un gran frontón triangular, sobre el que se colocó en 1920 un grupo escultórico firmado por Miguel Blay, La Justicia amparándose en la Equidad y el Derecho.

A los lados del grupo central, encontramos otras dos esculturas realizadas también por Blay. A la derecha, la representación del Derecho Romano. En el lado contrario, tenemos el Derecho Civil.

Las hornacinas situadas a los lados de la entrada principal albergan las estatuas de los juristas Papiniano y Gayo, obras de Mario Capuz y Vicent, que simbolizan a la Jurisprudencia.

En cuanto a las esculturas de las hornacinas laterales, representan a hombres de leyes, que simbolizan otra vez la Jurisprudencia: Gregorio López y Jacome Ruiz. La escultura de Jacome Ruiz fue realizada por Fructuoso Orduna y la de Gregorio López es obra de Mario Capuz.

Bibliografía y webgrafía

http://dbe.rah.es/biografias/7518/marceliano-santa-maria-sedano

“Necrología. D. Marceliano Santa María y Sedano”, por José Francés

Biografía de Marceliano Santa María y Sedano, por José Pablo Arévalo García-Galán

“Las exposiciones de los pintores burgaleses en las salas de arte y galerías de burgos. (I)”. Almudena Alonso González

La Esfera 26/12/1914 13/4/1918 14/2/1920 3/7/1920 4/2/1922  29/11/1924

Mundo Gráfico 14/4/1915

La Epoca 11/2/1915  26/6/1920

La Ilustración Española y Americana 22/6/1917

La Ilustración artística 5/7/1915

Mundo gráfico 26/5/1915

La Correspondencia de España 27/2/1916

Hojas selectas 1/1917

Nuevo mundo 24/11/1916  2/2/1917 3/11/1933

Actualidad hispana. 7/1934

Castilla (Madrid. 1924). 2/11/1924

Francisco de Cossío, Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Nº 24 de 1967

Museo del Prado

https://realacademiabellasartessanfernando.com/es

http://www.aytoburgos.es/direcciones/museo-marceliano-santa-maria-0

http://www.museodeburgos.com/index.php?option=com_content&task=view&id=851&Itemid=121

https://www.diariodeburgos.es/noticia/z2117bbd8-ee14-80e1-ae2a05226616d7c0/los-sucesores-de-marceliano-santa-maria-defienden-el-museo

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

Las Medallas de la AEPE: Federico Coullaut Valera

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

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Medalla de Escultura “Lorenzo y Federico Coullaut Valera”

del Salón de Primavera de Valdepeñas

 

Como hemos visto en el número anterior, la Asociación Española  de Pintores y Escultores creó para Valdepeñas el Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla-La Mancha”, instituyendo especialmente para el mismo, dos premios con los que honrar a los fundadores de la centenaria entidad y que vienen así a terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad: la Medalla de Pintura José Moreno Carbonero y la Medalla de Escultura Lorenzo y Federico Coullaut Valera.

 

FEDERICO COULLAUT VALERA MENDIGIOITIA

 

COULLAUT VALERA MENDIGOITIA, Federico       E    1936 25.abr.1912 MADRID

MADRID/LA GRANJA     13.oct.1989

 

Nació en Madrid el 25 de abril de 1912. Su padre, Lorenzo Coullaut Valera, fue un afamado y reconocido escultor, fue su maestro, y además, uno de los Socios Fundadores de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Se crió en el estudio de su padre, entre barro y escayola, rodeado de tallas de madera, de estatuas de bronce y de figuras de piedra, y allí, de la mano de tan insigne maestro, adquirió los conocimientos técnicos que el oficio requiere.

De un neoclasicismo con matices modernistas, ha sido fundamentalmente un escultor de monumentos y retratos, pero su increíble obra religiosa es digna de encomio y lo convierten en uno de los más importantes imagineros del Siglo XX.

Cuando tan solo contaba con 15 años de edad, talló la obra titulada “Mater Salvatoris”, que presentó a varias Exposiciones.

En 1932 fallece su padre y Federico se ve obligado a acabar varios trabajos iniciados por éste, como el del Parque de El Retiro de Madrid, el jinete andaluz, en bronce, correspondiente al monumento a los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, y el monumento a Miguel de Cervantes de la Plaza de España de Madrid, con las figuras de las dos Dulcineas, Rinconete y Cortadillo (10 figuras) y La Gitanilla (6 figuras).

Desde muy joven participó en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, pero sin llegar a conseguir recompensas importantes. En cambio, alcanzó destacados premios en otros terrenos, como la Medalla de Oro en la II Exposición de Estampas de la Pasión (1942), las primeras medallas de la Exposición Nacional de Deportes de 1944, de la Exposición de Artesanía de 1945 y del Salón de Otoño de 1978; segunda medalla de la Bienal de Marbella de 1981, así como el premio especial de escultura de la XX Exposición de la Asociación de Pintores y Escultores (Madrid, 1983). Oficial del Mérito Nacional de Francia desde 1965, era académico correspondiente de la de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla desde 1979.

Virgen, Reina y Madre 

Poco a poco se va afirmando como un gran maestro, y así, entre 1958 y 1959 se ocupó de restaurar los elementos escultóricos de la Puerta de Alcalá. De 1961 data la ampliación del Felipe II, de Leone Leoni, que realizó para la explanada contigua a la Plaza de la Armería con motivo del IV Centenario de la capitalidad de Madrid, existiendo otra copia junto a la iglesia de San Pablo en Valladolid. En 1963 realizó el sencillo monumento dedicado a las víctimas del atentado de la boda del rey Alfonso XIII en 1906 en la calle Mayor de Madrid, para sustituir a otro anterior de Aniceto Marinas.

Maestría que logró junto al reconocimiento artístico total, con el famoso “Ángel de Madrid” del edificio Metrópolis, que el 11 de Octubre de 1977 coronó con una Victoria Alada de 6 metros y 3000 kilos de peso, realizada en bronce, sustituyendo al Ave Fénix en la cúpula del edificio y que desde entonces está asociada a los cielos de nuestra capital.

El jinete del Monumento a los Hermanos Álvarez Quintero en el Retiro

 

Trabajó muchos años en silencio, y dispersó sus obras por el territorio español y países como México, E.E.U.U., Alemania, República Dominicana, Bélgica, etc.

Con su obra civil, en bustos y retratos llega a la perfección y a la proximidad humana, observando el detalle más íntimo. Conjuga los monumentos con el entorno manteniendo un enorme sentido del equilibrio, pero la faceta que más desarrolló y que, posiblemente, hiciese más popular su firma fue la realización de esculturas religiosas y de Semana Santa.

Vivió siempre del encargo, motivo por el que no podía reunir obra suficiente como para hacer exposiciones, debiendo cumplir con las entregas.

Distintas imágenes de la Victoria Alada que culmina el edificó de Metrópolis, en la madrileña Gran Vía y dan cuenta de las colosales dimensiones de la obra

 

Su inmensa obra imaginera se compone de casi cuarenta pasos de Semana Santa, cada uno de ellos compuesto por una docena de figuras policromadas que se reparten por la zona de Levante; millares de bustos, según confesión del propio Federico, repartidos por domicilios particulares de todo el mundo, ocho obispos gigantes para el frontispicio de la Diputación de Soria, un Carlos III de colosales proporciones en Corpus Christi, Los Ángeles (California), el monumento en recuerdo de las víctimas del atentado a SS.MM. los reyes Alfonso XII y Victoria Eugenia, el del músico Enrique Iniesta, a Pío Baroja, a Joselito el Gallo en Sevilla, a Diego Laínez en Almazán (Soria),

Falleció en la Granja de San Ildefonso, Segovia, el 13 de octubre de 1989.

El autor ante su obra El Prendimiento

 

Su relación con la Asociación Española de Pintores y Escultores venía de lejos, ya que su padre, como hemos mencionado anteriormente, fue uno de los Socios Fundadores.

Participó en la Junta Directiva de la AEPE, ya que fue Vocal entre los años 1944 y 1946.

Pío Baroja en bronce

 

Obtuvo la Primera Medalla en el Salón de Otoño de 1978 y el Premio Leonardo Martínez Bueno de ese mismo año, la Medalla Mateo Inurria en el de 1979, Premio especial de Escultura en el Certamen de San Isidro de 1983 y finalmente, Premio Especial de Escultura en el Certamen de San Isidro de 1983.

Tuvo como discípulos destacados a Docha Rioboó, también socia de la AEPE y a Luis Sanguino.

Arquero

 

Federico Coullaut y la AEPE

  • XI Salón de Otoño de 1931, inscrito como Federico Coullant, natural de Madrid, Viven en Torrijos, 19, Sala 9, presentó la obra:
  1. “Ensueño” (desnudo en escayola)
  • Al XVII Salón de Otoño de 1943, inscrito como Federico Coullaut Valera, presentó la obra:
  1. “Virgen, Reina y Madre” (escayola)
  • En el XVIII Salón de Otoño de 1944 presentó la obra:

33.- Busto retrato (escayola)

  • Al XLVII Salón de Otoño de 1979 presentó dos obras:

170.- “Disparate matrimonial”

171.- “Ceballos rejoneando”

  • En el XLIX Salón de Otoño de 1981 presentó las obras: “Torso de mujer” y “Perezosa”
  • En el 50 Salón de Otoño de 1983, en la Sala Homenaje a los artistas del I Salón de Otoño de 1920, exhibió dos obras: “Relas” y “Los sueños de la razón”.
  • En el 51 Salón de Otoño de 1984 presentó el “Boceto en Bronce de Pío Baroja”.

 

Distintos retratos de Federico Coullaut-Valera

Busto de mujer

Desnudo femenino

Distintas instantáneas del escultor

Felipe II

El  Quijote del Monumento a Cervantes

 San Fernando de la Catedral de la Almudena 

 

 

Bibliografía y webgrafía

El Liberal 14/6/1930

Ahora 11/2/1932

El Imparcial 12/2/1932

Nuevo mundo 31/10/1931, 3/6/1932

La Libertad 29/6/1932

La Época 12/4/1935

Yugo 17/3/1944,  9/4/1960, 10/4/1960, 13/4/1960,

Fotos 29/3/1947, 2/7/1960

Faro de Vigo 22/1/1966

Proa 20/3/1964, 27/2/1975

Diario 16 15/10/1977

Cinco días 29/12/1979

El País 26/12/1979, 19/12/1982

Ideal 15/4/1973, 28/3/1983, 15/4/1984, 18/4/1984, 19/4/1984

La Voz de Almería 8/4/1980, 11/4/1981, 7/4/1985, 23/3/1986

ABC  15/6/1932, 31/10/1931, 3/11/1931, 6/4/1944, 15/11/1951, 30/11/1943, 23/4/2017,  18/3/1980, 9/7/1964, 9/12/1944, 21/11/1950, 3/10/1978, 30/9/1984, 14/3/1986, 10/4/1966, 1/10/1964, 26/12/1979, 6/3/1953, 8/6/1930, 16/6/1935,29/6/1943, 30/4/1969

Blanco y Negro 10/10/1964

LORITE CRUZ, Pablo Jesús. «Federico Coullaut Valera, un imaginero preocupado por la iconografía.» Getshemaní Cofradía de Nuestro Señor de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora de la Esperanza. Úbeda, 2010. N.º 27. Págs. 59-64.

-LORITE CRUZ, Pablo Jesús. Parangón y diferencias entre la Virgen de la Esperanza de Úbeda y la Soledad de Cuenca, ambas obras de Federico Coullaut Valera. Getshemaní Cofradía de Nuestro Señor de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora de la Esperanza. Úbeda, 2011. N.º 28. Págs. 57-60.

https://es.wikipedia.org/wiki/Federico_Coullaut-Valera

https://xn--jesusconlacaa-tkb.es/la-hermandad/el-escultor/

http://dbe.rah.es/biografias/5311/federico-coullaut-valera-mendigutia

http://cervantes.bne.es/es/exposicion/obras/federico-coullaut-valera-termina-monumento-cervantes-plaza-espana

Bibl.: J. M.ª Gajate García, La obra escultórica de Lorenzo y Federico Coullaut-Valera en Madrid, Madrid, Safel Editores, 1997; F. J. Portela Sandoval, “Federico Coullaut-Valera Mendigutía”, en VV. AA., Libro de la Venerable Hermandad de la Soledad de San Agustín, Cuenca, Diputación Provincial, 1997, págs. 99-102; J. M. Carretero, “Federico Coullaut- Valera” en VV. AA., Coullaut-Valera. Tres generaciones de escultores, Segovia, Diputación Provincial, 2002, págs. 67-96.

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

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Las Medallas de la AEPE: Lorenzo Coullaut Valera

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

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Medalla de Escultura “Lorenzo y Federico Coullaut Valera”

del Salón de Primavera de Valdepeñas

 

Como hemos visto en el número anterior, la Asociación Española  de Pintores y Escultores creó para Valdepeñas el Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla-La Mancha”, instituyendo especialmente para el mismo, dos premios con los que honrar a los fundadores de la centenaria entidad y que vienen así a terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad: la Medalla de Pintura José Moreno Carbonero y la Medalla de Escultura Lorenzo y Federico Coullaut Valera.

 

LORENZO COULLAUT VALERA

 

COULLAUT VALERA, Lorenzo    E    1910(F179)   12.abr.1876       MARCHENA(Se)      MADRID  21.ago.1932

 

Escultor e ilustrador. Socio Fundador de la Asociación de Pintores y Escultores.

Nació el 12 de abril de 1876 en la localidad sevillana de Marchena, hijo del ingeniero francés Louis Alfred Coullaut Boudeville, ingeniero constructor del puente del ferrocarril Mamedra de Marchena, casado con Teresa Valera y Díez de la Cortina, prima del novelista y diplomático cordobés Juan Valera, en Marchena donde se afincan. Louis Alfred Coullaut Boudeville fue el principal responsable de la introducción de la logia masónica en la villa, la cual fue completada con 15 personalidades del ferrocarril de Marchena y Osuna para más tarde ampliarse al centenar en pos de una activación cultural y política de corte republicano en contra del caciquismo.

La familia se traslada a Nantes y allí pasará su infancia, estudiando en el Liceo Livet.

Su estancia durante cinco años en Francia vino a significar una mayor modernidad plástica en sus obras con respecto a otros escultores andaluces del momento.

A su regreso a España en 1893, (según el doctor en Historia del Arte, Wifredo Rincón, su vuelta se produciría en 1880) se sintió atraído por la práctica de la escultura, iniciando su formación en la academia cordobesa de la mano del padre de Julio Romero de Torres y con posterioridad, en el taller del escultor sevillano Antonio Susillo Fernández. Tras su fallecimiento en 1896, se trasladó a Madrid, donde recibió clases de Agustín Querol Subirats, residiendo en la Calle Torrijos, 19.

Lorenzo Coullaut Valera en su juventud

 

Contó además con el apoyo de su tío, el cordobés Juan Valera, de quien Lorenzo realizó un busto con el que concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1897, obteniendo una Medalla Honorífica.

Coullaut Valera se convirtió en uno de los escultores españoles más representativos del reinado de Alfonso XIII, avalado por los repetidos premios y galardones que obtuvo.

En 1901 obtuvo la Medalla de Tercera Clase, en la sección de Escultura y en la de Arte Decorativo, de la Exposición Nacional de Bellas Artes, que repetiría en 1904, logrando las de Segunda clase en la de 1906 y 1908.

En 1905 ganó el concurso para realizar la lápida conmemorativa de la Primera Edición de El Quijote y un año más tarde logró el Premio Nacional de Escultura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Placa conmemorativa de la imprenta de Sancha, donde se realizó la primera edición de El Quijote

 

Si bien su especialidad la constituyeron los monumentos públicos, su talento le permitió abordar todos los géneros escultóricos, desde el retrato al relieve, pasando por la imaginería religiosa o la escultura funeraria.

Maqueta del proyecto del Monumento a Cervantes

San Raimundo

 

Fue además un excelente dibujante, colaborando en revistas como Blanco y Negro, Hojas Selectas, La Ilustración Española y Americana y otras revistas, ilustrando novelas, artículos, cuentos y poesías.

Portada de la revista Blanco y Negro de 1902

Bajorrelieves de las estaciones del año convertidos en ilustraciones para revistas de la época

 

Trabajó sobre todo en obra monumental pública, ubicadas tanto en España como en Hispanoamérica y participó en diversas Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y en la Exposición Universal de Barcelona de 1929.

Dolorosa

 

Padre del también escultor Federico Coullaut-Valera, y abuelo del pedagogo, sacerdote escolapio y escritor Enrique Iniesta Coullaut-Valera.

Considerado como un casi autodidacta, fue cultivador de un estilo netamente realista, su escultura ha sido calificada como narrativa y pictórica del realismo finisecular.

«Serenidad», obra presentada al Salón de Otoño de 1931

 

Sus obras más destacadas son los monumentos a José María de Pereda (Santander), a Bécquer (Sevilla), a los Saineteros, a Campoamor, a Menéndez Pelayo, a Juan Valera, a Cervantes, parte del monumento a Alfonso XII, todos ellos en Madrid, el busto a manuel Curros Enríquez (Vigo), a Pardo Bazán (La Coruña), el panteón de los Marqueses de Linares en Jaén,… a Bruno Zavala en Motevideo…

Lorenzo era concienzudo en su trabajo, que siempre comenzaba con un dibujo en el que planteaba el tema que iba a hacer; pasaba después a crear el boceto, en el que decía que residía la verdadera obra artística; más tarde, el boceto lo trasladaba y aumentaba “en sus proporciones a otro tipo en yeso doble o triple de tamaño, sobre el que se corrigen defectos, se trazan perfeccionamientos y pasa luego de aquí a la obra de construcción, al tamaño que ha de tener, ya sea sobre mármol o piedra. Cuando se trata de escultura en bronce se hace un vaciado de la segunda prueba y él sirve para la labor de la fundición. Lo que pudiéramos llamar “paso” de uno a otro tamaño se realiza por medio de un punteado especial que luego sirve para rebajar el material y dejarlo en la figura trazada. El boceto que se suele hacer sobre barro, y también su ampliación, se trabajan con un modelo viviente”…

Cristo Yacente

 

Uno de sus discípulos más aventajados, el escultor Enrique Pérez Comendador, dijo de él que fue “hombre activo, bondadoso, fino y educado, dicharachero y, a veces, andaluz de los buenos, su mijita zumbón. Natural y nada engolado, pese a su fama, gustaba del trato con los jóvenes; nunca le oí denostar a otro artista”.

Falleció el 21 de agosto de 1932 en Madrid, rodeado de sus familiares y amigos íntimos.

Las esquelas reseñaron su fallecimiento y el hecho de haber sido un escultor discutido, destacando que su arte había vivido en una época de transición artística, con una estética definida dentro de una escuela clásica, pero que luchó sin descanso por imponer su obra a la multitud, consiguiéndolo en fuerza de ser aplaudido o censurado según el gusto artístico de quienes examinaban sus obras y si bien no consiguió por completo los laureles del éxito, si hubo de experimentar el goce que origina la gran popularidad.

Lorenzo trabajando en su estudio

 

Lorenzo ante el boceto del Monumento a los Chisperos

 

Lorenzo Coullaut Valera tenía su casa-taller en la calle Torrijos de la capital; posteriormente, en un hotelito de la calle Conde Peñalver, esquina a Ayala, en Madrid. Su relación con el Real Sitio de La Granja de Segovia, le hizo abrir también allí una residencia, un estudio sencillo que servía además de lugar de veraneo, Villa María Teresa, que hoy cuidan sus descendientes.

En 1966 se convertiría en residencia y taller de la saga Coullaut-Valera, donde se trasladó Federico, hijo de Lorenzo y donde viviría también su nieto Lorenzo, fallecido en la pasada década.

Monumento a los Chisperos

 

Lorenzo Coullaut Valera y la AEPE

Socio Fundador de la Asociación de Pintores y Escultores, fue Vocal de las Juntas Directivas de 1914 y 1928.

En 1928 llevó a cabo las gestiones necesarias con el Alcalde de Madrid, para la obtención de premios en metálico para el Salón de Otoño.

Participó en el XI Salón de Otoño de 1931 con el yeso “Ensueño”.

 

Monumento a Gustavo Adolfo Bécquer en el sevillano Parque de Maria Luisa

Bocetos de distintos monumentos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lorenzo Coullaut Valera en plena madurez

 

Monumento a Campoamor

 

 

Archivo Municipal de Pamplona.ALTADILL, J., «Los monumentos a Navarro-Villoslada y Sarasate. El mausoleo de Gayarre», Boletín de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, Tomo 9, nº 36, 1918, pp. 265-69.

«El monumento a Navarro Villoslada», Diario de Navarra, 14 de junio de 1918.

«Centenario de Francisco Navarro Villoslada. Homenaje al insigne literato», Diario de Navarra, 27 de septiembre de 1918.RAMÓN RAMOS, A. y LUQUE RUIZ, F.,

Lorenzo Coullaut Valera: conmemoración del CXX aniversario de su nacimiento, Marchena, Ayuntamiento de Marchena, 1996.

ÁLVAREZ CRUZ, J.M., «El monumento a Francisco Navarro Villoslada en Pamplona», Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, nº 99, 2007, pp. 7-42.

Martínez Zapatero, Rafael, Cinco proyectos de monumentos a Miguel de Cervantes Saavedra. Memoria. Escultor Coullaut Valera y con seis láminas, Madrid, 1915.

Cuenca, Francisco, Museo de pintores y escultores andaluces contemporáneos, La Habana, Rambla y Bouza, 1923, pp. 118-119.

Álbum salón 1/1/1904

La Ilustración española y americana. 8/1/1904 15/11/1904  8/1/1906  22/5/1906 8/1/1908 15/1/1908 8/1/1909 22/1/1909 8/5/1909 8/1/1910  22/10/1911

El Liberal (Madrid. 1879). 24/5/1904 22/1/1927 20/12/1927 5/1/1928  18/2/1928   29/12/1928 29/9/1929 14/2/1931

Ilustración artística. 25/5/1908 3/10/1910 14/8/1911 16/10/1911 25/12/1911

Blanco y negro (Madrid. 1891). 18/6/1904  17/4/1927 18/1/1914  16/2/1936

ABC 11/11/1956 13/3/1990  7/5/1966 3/11/2002 15/4/2016 24/6/1989 25/4/1978  23/11/1924  28/12/1924  19/6/1927  23/4/1970  1/6/1969  7/12/1924  22/3/1925  3/5/1925  1/12/1932

La Correspondencia de España. 24/5/1906  3/11/1911  2/10/1923

Revista de archivos, bibliotecas y museos. 1/3–30/4/1909  1/1–29/2/1912 1/5–30/6/1917 1/7–31/8/1918 ¼-30/6/1919

La Lectura dominical. 17/7/1909 2/7/1927

La Mañana (Madrid. 1909). 7/11/1911

El Imparcial (Madrid. 1867). 8/11/1911 27/5/1925  28/5/1926 9/12/1928 21/2/1929  19/11/1929 

Revista general de enseñanza y bellas artes. 15/12/1911

La Época (Madrid. 1849). 4/1/1912  11/2/1915  7/11/1915 12/5/1921  24/2/1928 8/6/1928  3/9/1928 22/8/1932 3/12/1934 

La Correspondencia militar. 5/1/1912 7/5/1927 20/12/1927

El Siglo futuro. 9/1/1914

Mundo gráfico. 21/1/1914  25/10/1916

Bética (Sevilla). 5/5/1914 30/4/1915

Hojas selectas. 11/1915  1/1916, n.º 169

La Acción (Madrid. 1916). 14/5/1916

Mondariz (Madrid). 20/9/1916

El Sol (Madrid. 1917). 27/9/1918 1/3/1930 19/6/1930  8/7/1930  21/8/1932 4/12/1934

La Voz 22/6/1923 31/3/1924 20/3/1930  15/5/1930 20/8/1935

La Alhambra 31/7/1923

La Esfera 3/5/1924 17/5/1924

Revista hispanoamericana de ciencias, letras y artes 12/1924

La Nación 6/5/1927 4/1/1928 10/3/1928 24/8/1928 18/11/1929 13/3/1931

La Libertad 14/5/1927 20/12/1927 25/2/1928 1/3/1930 9/7/1930

Caras y caretas 22/10/1927

Unión patriótica 15/11/1927

Gran Vida  1/7/1928  1/2/1929

Alrededor del mundo 27/4/1929

El Heraldo de Madrid 14/2/1931 18/1/1932  22/8/1932

Ahora (Madrid). 21/8/1932 23/8/1932

La Hormiga de oro  8/9/1932 2/11/1933 

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

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