confinARTE CONSEJOS DE LA AEPE mientras dura el confinamiento Luis Vecilla

Con la iniciativa #YoQuePintoEnCuarentena nuestros socios nos hablan de lo importante que es el arte en estos momentos… Con mucho arte!!! Hoy es el turno del socio Luis Vecilla #YoQuePintoEnCuarentena #aepe #aepemadrid #confinARTE #enterARTE #pintura #escultura #arte #YoMeQuedoEnCasa #responsabilidad

Luis Vecilla expone en la Galería Duayer de Madrid

El socio y artista plástico Luis Vecilla nos vuelve a deleitar con la exposición de su obra reciente «Marinas» en la galería Duayer de Madrid.

Se trata de una muestra de 17 obras cuyo tema principal es el mar, visto de una forma muy personal.

Nacido en Madrid, en 1960, se formó en pintura desde su época escolar con D. José Antonio Longobardo, que le otorgó matrícula de honor.

De 1982 a 1986 acudió al taller de D. Juan Valenzuela y Chacón para formarse en pintura al óleo.

Comenzó a realizar exposiciones individuales y colectivas y obtuvo diversos premios, entre los que destacan los recibidos en el LV Salón de otoño. Certamen de la Asociación de pintores y escultores, donde obtuvo 3ª Medalla Óleo y el premio del Ayuntamiento de Madrid

Durante esta época realizaba una pintura figurativa muy realista de paisaje urbano madrileño y bodegones.

En 2005 y 2006 acudió al taller de D. Ángel Torres, donde recibió formación sobre técnicas mixtas y su pintura realizó una evolución notoria.

De 2008 a 2015 se dedicó a pintar al aire libre, la naturaleza en directo.

Esta obra ha sido expuesta de forma parcial en diversas ocasiones.

En 2017 su pintura se empezó a alejar de lo figurativo.

El 22 de noviembre, en la calle Alcántara 9 de Madrid, en la galería Duayer expone una serie de marinas que huyen del convencionalismo.

Abandona el realismo tipo fotográfico al que nos tenía acostumbrados, ya que la marina ha sido uno de los temas habituales de este pintor desde sus comienzos, y nos introduce en un mundo de marinas «inventadas» en las que el azar toma un papel protagonista.

Por otro lado, abandona el óleo como material pictórico principal, y adopta el oxirón, una pintura marca TITAN de uso industrial, que trata con auténtica maestría, en parte  por que lleva utilizándolo muchos años como base en su pintura al óleo,en sus salidas a pintar al campo por ello lo conoce muy bien, como se puede ver en esta muestra.

Es técnica mixta, por que en ocasiones utiliza otros tipos de pintura sobre el oxirón. Aquí y allá se pueden descubrir pinceladas de óleo para el ojo experto.

Además, el formato que utiliza es muy poco habitual en las marinas, pues muchas de ellas son verticales. Destacan dos, la Marina X y la XI de 50 por 122. Realmente sorprende en una marina. Otras obras llaman la atención por su cercanía al abstracto, como la Marina XVII.

No se pierdan esta exposición de Luis Vecilla.

Es original, creativa y muy impactante por la sensación acuosa de la técnica utilizada.

 

Luis Vecilla nace en Madrid en 1960.

FORMACIÖN

En su etapa escolar destaca en Artes Plásticas y Dibujo, obteniendo matrícula de honor en dichas asignaturas, impartidas por D. José Antonio Longobardo .

Mientras cursa estudios superiores de medicina en la U.A.M, asiste como alumno al taller de D. Jose Antonio Valenzuela y Chacón, en la especialidad de pintura al óleo. Permanece en el taller desde 1982 a 1984. En 1986, durante su primer año como médico residente en la especialidad de c. plástica y reparadora, consigue, a través de un concurso, que La Caja Postal  le patrocine su primera exposición individual en su sala de El Escorial ( Madrid).

Desde entonces ha realizado numerosas exposiciones, tanto individuales como colectivas, y ha obtenido diversos premios .

En 2005 y 2006 recibe formación sobre las nuevas técnicas pictóricas en el taller de D. Angel Torres en Boadilla del Monte, (Madrid)

Desde 2009 y hasta la actualidad participa en sesiones de pintura al aire libre junto a  Luis S. Carpintero,( discípulo del profesor D.  José S. Carralero), y  Luis L. Elizondo, con los que ha realizado diversas exposiciones de este trabajo conjunto, y que ha supuesto un cambio notable en la técnica pictórica de Luis Vecilla.

 

EXPOSICIONES COLECTIVAS

-XIV Premio Nacional de Pintura “ Caja de Madrid”, Madrid 1986

-VI Premio Nacional de Pintura Ayuntamiento de Alcobendas, ( Madrid), 1987

-III Premio Nacional de Pintura “ Madrid 2 “ ( Madrid ) 1988

-LV Salón de Otoño de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Madrid 1989

-I Premio Nacional de Pintura Galería Aboleng, Madrid 1989

-IV Premio Nacional de Pintura “ Madrid 2” ( Madrid )  1989

-VII Premio Durán, Madrid, 1990

-Carnaval 90. Casa del Reloj, Madrid. 1990

-IV Concurso Nacional de Pintura Colegios Profesionales de Bellas Artes. Madrid 1991

-XIX Certamen Nacional de Pintura “ Caja de Madrid “. Madrid, 1991

-Nave del Arte, S. Sebastián de los Reyes, ( Madrid ) 1999, 2000, 2001, 2002.

-III Certamen de Pintura Rápida de Torrelodones, ( Madrid ) 2003

-XXV Aniversario Constitución Española. Casa de la Moneda de Madrid. 2004.

-VII Certamen de Pintura Rápida de Torrelodones, ( Madrid ) 2007

-Centenario de Gran Vía. Casa del Reloj, Madrid 2010

-Enmarcarte Torrelodones Colectiva permanente desde 2015

 

EXPOSICIONES INDIVIDUALES

-Sala Caja Postal de S. Lorenzo del Escorial. ( Madrid) 1986

-Galería Richelieu, Madrid. 1986

-Colegio Oficial de Médicos de Madrid. 1987

-Sala del Hotel Miguel Angel, Madrid 1988

-Galería Aboleng, Madrid 1990

-Sala del Hotel Miguel Angel, Madrid 1993

-Galería Dacal, Madrid 1993

-Galería Pirámide 13, Torrelodones, ( Madrid ). 1997

-Galería Campos de Retana, Madrid 2009

-Unión de Bancos Suizos, Madrid 2010

-Galería Duayer, Madrid 2010

-Galería Pepa Vargas, Torrelodones ( Madrid ) 2010

– Casa de Cultura Ayto de Hoyo de Manzanares ( Madrid) 2011

-Casino de Segovia. 2011

-Sala del Centro de Servicios Sociales de Ayto de Torrelodones.( Madrid ) 2011

-Galería Duayer Madrid 2012

-Galería Duayer Madrid 2015

-Galería Duayer Madrid 2017

PREMIOS

-3ª Medalla Óleo y Premio Ayto. de Madrid en el LV Salón de Otoño. Madrid 1989

-2º Premio en I Premio Nacional de Pintura Aboleng. Madrid . 1989

-3º Premio IV Premio Nacional de Pintura “ Madrid 2”. Madrid. 1989

– Mención de Honor en Centenario de Gran Vía, Casa del Reloj. Madrid 2010

-1º Premio III Certamen Ibericoamericano de las Artes OMC. Madrid 2011

Luis Vecilla en “Cuarto Milenio”

El próximo domingo 26 de noviembre, el programa “Cuarto Milenio”, que dirige y presenta Iker Jiménez y Carmen Porter y se emite en la Cuatro, tendrá como invitado especial al socio Luis Vecilla, que se encuentra exponiendo sus obras en la Galería de Arte Francisco Duayer de Madrid, hasta el 1 de diciembre.

Artista madrileño cuya pasión desde la infancia por la pintura, le lleva a formarse en el taller de Juan Valenzuela y Chacón, adquiriendo la técnica de pintura al óleo y convirtiéndolo en un pintor figurativo.

A lo largo de los años ha realizado numerosas exposiciones, tanto individuales como colectivas, y ha obtenido diversos premios.

De La Luz

En 2009 sufre un infarto con parada cardíaca que precisó reanimación y uso de desfibrilador. Durante la parada vivió lo que se denominan «experiencias cercanas a la muerte». Vio la luz blanca y sintió una paz y tranquilidad extraordinarias acompañado por “seres de luz”.

Han pasado muchos años desde entonces, pero es un sueño que no se olvida nunca.

Siempre ha sido un pintor figurativo, pero el año pasado empezó a realizar pintura abstracta. Le salían dos formas laterales y unas “x” centrales.

Un día, cayó en la cuenta de que probablemente lo que quería era expresar la experiencia vivida durante la parada, y se puso a ello.

Ha contado muchas veces lo que vio y experimentó, pero hasta ahora no se ha atrevido a intentar plasmarlo en los lienzos.

Este intento es lo que conforma la presente exposición, como resultado de la exploración que ha desarrollado durante este último año.

El 19 de abril de 2009, era domingo. Quedamos con mi hermana, su familia y mi prima y los suyos, y fuimos a La Jarosa (Guadarrama) a dar un paseo con los niños y comer después en un chiringuito junto al embalse.

Subíamos una pendiente moderada, rodeada de pinos en una mañana fresca de abril. Había llovido, e íbamos abrigados. Comencé a sentir un ardor en la zona del esternón. No le di mucha importancia, pensé que podía ser del estómago o bien el primer síntoma de un resfriado.

Cuando descendíamos hacia el lugar donde íbamos a comer, el ardor se había convertido en una molestia permanente. Resultaba extraño, no cambiaba al tragar saliva (como el de estómago) ni dependía del ritmo respiratorio (como el del catarro de vías altas). Lo comenté por primera vez con mi hermana Cruz y mi cuñado Pedro De la Villa, que, como yo, son médicos, pero seguimos sin darle demasiada importancia. Aun así, mi mujer me dio un Adiro que llevaba en el bolso.

Al llegar al chiringuito, el ardor era francamente molesto, por lo que mi hermana decidió llevarme a algún ambulatorio. Nos montamos en su coche, y mi mujer se vino con nosotros. Los niños se quedaron en el chiringuito con el resto de los adultos.

A los cinco minutos, cuando aún no habíamos llegado a la carretera asfaltada, comencé a quedarme muy frío, a la vez que comencé a sudar. El ardor se parecía ya más al mordisqueo de una rata en la zona del corazón. Decidimos ir al hospital más cercano, en El Escorial.

Cuando llegué al hospital la situación era preocupante al máximo. Mi hermana bajó del coche, buscó una silla de ruedas, me montaron en ella entre las dos y me metieron en urgencias a toda velocidad mientras gritaban pidiendo ayuda.

En unos minutos estaba tendido en una camilla. Me pusieron electrodos, dos vías venosas y me hacían preguntas mientras revoloteaban a mi alrededor y comenzaban a administrarme medicación. Tenía mucho frío, y el dolor como de mordiscos en el corazón iba a más.

Soy médico. Sabía que me podía morir en cualquier momento, pero de alguna manera lo acepté. Decidí no luchar contra ello. Cerré los ojos y empecé a rezar.

Hablé con Dios como con un amigo. Le dije que me había portado lo mejor posible, y que en la vida no me había ido del todo mal. La daba por concluida y pedía que me aceptara como una buena persona allá donde fuera a llegar. No tenía miedo.

De repente se me quitó el dolor, y empecé a sentir un calor muy agradable. Iba flotando por un espacio oscuro y a ambos lados levitaban junto a mí dos formas cambiantes, transparentes y llenas de lucecitas, como pequeñas galaxias. Me iban acompañando, y me dio la sensación de saber el porqué de todo. Al fondo vi una luz muy blanca y potente. Según nos acercábamos a ella, me sentía cada vez mejor. Tenía muchas ganas de llegar, y vi una especie de escalera que deseaba empezar a subir.

De pronto me despertaron. Volvió el dolor y el frío, y la verdad es que lo primero que pensé es que había sido un sueño extraño y vibrante, muy real, producido por alguno de los medicamentos que sabía me estaban administrando para el dolor.

Me dijeron que me trasladaban a Puerta de Hierro, donde me esperaban ya para realizarme un cateterismo. Durante el traslado me quedaba adormilado, pero ni el frío ni el dolor se pasaban del todo.

Tenía una obstrucción de la coronaria descendente anterior, que me operaron mediante un catéter con anestesia local, mientras hablaba con los médicos, y veía en una pantalla todo el proceso.

Estuve unas horas en la UCI, y me pasaron a una habitación.

Cuando me levanté por primera vez, noté un dolor en el tórax, llamé a la enfermera y le pregunté que tenía en la piel. ¿No lo sabes? Me preguntó. ¡Son las quemaduras que te hicieron con las placas del desfibrilador cuando te reanimaron tras una parada cardiaca en El Escorial!

Me quedé atónito. No me enteré de nada de eso. Pero enseguida me di cuenta de que estuve unos minutos con un pie en el otro lado, y de que la luz y la paz que sentí fueron real, y no un producto de la medicación.

Desde entonces han pasado muchos años, pero es un sueño que no se olvida nunca. Siempre he sido un pintor figurativo, pero el año pasado empecé a realizar pintura abstracta. Me salían dos formas laterales y unas “x” centrales. Un día, caí en la cuenta que probablemente lo que quería era expresar la experiencia vivida durante la parada, y me puse a ello.

Esta exposición es el resultado de esa exploración realizada durante este año.

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