Lo que opina el Jurado del 55 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

Fue una reunión importante la del 11 de febrero de 2020. Una tarde-noche intensa de más de seis horas, en las que hubo anécdotas, criterios, argumentos y debates de todo tipo, que giraban en torno a todas y cada una de las obras que se habían presentado al 55 PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA que convoca la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Y entre un descanso y respiro, también hubo tiempo de comunicar y formalizar las impresiones de cada uno de los miembros del Jurado respecto al trabajo que estaban realizando.

Destacamos las más interesantes:

 

José Gabriel Astudillo López

Presidente del Jurado

Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores

Pintor y escultor

 

Es un enorme orgullo y una gran satisfacción personal para mí, comprobar que los mejores profesionales

y más grandes artistas del momento acuden como miembros del Jurado siempre que les llamo,

a respaldar el trabajo que estamos realizando en la Asociación Española de Pintores y Escultores,

y del que me siento plenamente satisfecho.

Contar además con su talento y su criterio, pero sobre todo con su disponibilidad y cariño hacia esta entidad

que me honra presidir, es más que un lujo, es todo un espectáculo de originalidad y capacidad crítica

al que asistimos sumamente complacidos por todo lo que compartimos.

Saber que de esa reunión salen beneficiados los artistas y todo ello sirve para el lanzamiento de una carrera

y el descubrimiento de nuevas promesas del arte, ya es algo extraordinario.

 

 

Mª Dolores Barreda Pérez

Secretaria del Jurado

Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores

Miembro de AECA

 

La grandeza del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura reside en que son artistas los que juzgan a otros artistas,

creadores que reconocen en cada una de las obras los aciertos y los errores, la originalidad, la novedad,

la improvisación, el trabajo y el esfuerzo de cada pincelada y golpe de cincel.

Las discusiones y debates que se generan defendiendo la selección o no de una obra, son interesantes

y sumamente enriquecedores, pequeñas lecciones magistrales de arte de manos de grandes

profesionales, de increíbles artistas, que con toda naturalidad, valoran las obras de sus compañeros.

Un privilegio al que asisto como Secretaria del Jurado y al que agradezco la ocasión que 

me brinda de poder guardar en mi corazón una experiencia tan maravillosa.

Un premio que para mi tiene un claro objetivo: servir de oportunidad para el despegue

o la reafirmación de la carrera de los artistas, y visto lo ocurrido en pasadas ediciones,

un galardón de proyección internacional que no hace más que servir

de presentación del artista allá donde acude y que lo exhibe con orgullo.

 

 

Ana Abade

Vocal del Jurado

Analista de GOOGLE de Políticas Públicas de España y Portugal

 

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura es una excelente oportunidad para quien

esté empezando y creo que un honor que tu obra, que todavía es desconocida, pueda ser vista

por un jurado de tan alto nivel y que encima se exponga en el centro de Madrid

y que un gran número de visitantes la pueda ver. Es una de las mayores oportunidades

y un gran privilegio que un artista pueda tener hoy en día.

Es mi segunda edición como miembro del jurado y creo que es un premio ya consolidado

y en el que las obras que se presentan no son simplemente amateurs,

sino que se ve ya la personalidad del pintor o escultor.

Como Vocal del Jurado me fijo en la fuerza que tenga la obra.

Todas son muy dispares, no hay algo en concreto que juzgue en cada una de ellas,

sino que valoro lo que está intentando transmitir e intento ponerme en el lugar del autor

para saber lo que estaba pensando en el momento en el que realizó la obra y cómo se está intentando comunicar conmigo.

 

Eduardo Naranjo

Vocal del Jurado

Pintor, escultor, grabador y Académico de la Real Academia de las Artes y las Letras de Extremadura

 

¡El Premio Reina Sofía está muy bien, muy bien! Además, en estos momentos de crisis,

especialmente del arte, está realmente bien que se convoque este certamen,

ya que sirve de apoyo para los artistas.

Se trata de un premio que ya ha llegado a ser verdaderamente prestigioso.

En esta edición veo obras buenas… el nivel y la calidad han subido, por lo que no ha sido fácil

encontrar ese cuadro o escultura que verdaderamente merezca el Premio Reina Sofía…

Como Vocal del Jurado busco fundamentalmente en una obra que sea emotiva,

que haya una intencionalidad de expresar lo que siente el autor sobre ese tema

que él representa en su obra. Que sea una obra sentida y sincera.

 

Alejandro Aguilar Soria

Vocal del Jurado

Artista multidisciplinar, comisario y galerista

Autor de la imagen visual del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura

 

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura es uno de los referentes en este país, porque

une varios aspectos: primero la tradición, la modernidad, lo contemporáneo; y, por último, el trabajo y el esfuerzo.

Además, es un trampolín para poder estabilizarse dentro del mundo del arte,  para asegurar

nuevos valores y para asentar gente que ya tiene un discurso hecho.

¿Qué opinas sobre la edición del 55 Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura?

En esta edición estoy contento, porque ha subido el nivel de participación

y hay una cantidad importante de obras. Además, este año la elección está siendo más difícil,

porque destacan menos, pero no por falta de calidad, sino porque hay más número

de obra del mismo nivel, entonces se igualan. Al igualarse las obras del mismo nivel, hay más competencia.

¿Cuál es tu criterio a la hora de valorar una obra de arte como miembro del jurado? ¿En qué te fijas?

Como miembro de un Jurado creo que la obra, igual que en las relaciones humanas,

te tiene que pellizcar en algún sentido: estéticamente, sentimentalmente, por lo que dice, etc.

Luego ya, cuando tienes dudas, te fijas en otros aspectos, como en los técnicos,

si se corresponde con los estilos contemporáneos…  Pero, sobre todo,

en un primer lugar, tiene que establecer un diálogo con el espectador.

 

Javier Sierra

Vocal del Jurado

Periodista y escritor

 

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura es sobre todo, es una oportunidad para que artistas

consolidados se consoliden todavía más y su obra llegue a más personas.

Pero también es una oportunidad porque les pone en pie de igualdad los nuevos,

con los que pueden medirse con esos grandes maestros, y pueden crecer a su lado.

En ese sentido, es un premio muy virtuoso.

La edición de este año la he visto un poco desigual. Yo creo que la pintura

ha bajado con respecto a lo que se presentó en la edición pasada,

y en la escultura hay un par de piezas que a mí me gustan mucho

¿Cuál es tu criterio a la hora de valorar una obra de arte como miembro del jurado? ¿En qué te fijas?

Como miembro del Jurado busco el equilibrio. Para mí la palabra es el equilibrio,

no importan tanto el estilo o la escuela, como que sea una obra equilibrada.

Eso lo he ido aprendiendo también en el curso de los distintos jurados,

porque uno aprende mucho, yo soy aquí también un alumno y escucho a los maestros

que tengo al lado, y voy ponderando lo que yo creo que es importante.

 

Tomás Paredes

Vocal del Jurado

Crítico de Arte. Comité de Premios de AICA

 

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura me parece que es un premio necesario

y que se ha ido y se irá prestigiando aún más con el paso del tiempo.

En esta edición va a quedar una selección final muy interesante. Será un gran trabajo.

Como miembro del Jurado me fijo en muchos detalles, pero básicamente

una obra se defiende porque te impacta, te dice algo, te impresiona por algo

y ese algo tiene que ser técnica, tema, o el lenguaje de la obra.

 

Paula Varona

Vocal del Jurado

Pintora

 

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura me parece fenomenal, porque motiva a los artistas

a trabajar y a trabajar mejor, a intentar tener ilusión y competir para que su trabajo sea reconocido.

Esta edición está muy  pero que muy bien y muy reñida, nos costó mucho decidir quién iba a ganar.

Como miembro del Jurado me fijo siempre en la composición, técnica, que me trasmita algo,

me emocione y que me llame la atención. Obviamente, también es importante fijarse en la calidad de la obra.

Pero, sobre todo, una obra lo que tiene que hacer es emocionarte.

 

Rafael Canogar

Vocal del Jurado

Pintor, escultor, grabador y Académico. En representación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

 

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura me parece una forma de ayudar a los artistas

para que se vean luego sus obras en Casa de Vacas. Me parece que es una gran oportunidad

para ellos y sus obras; además de poder descubrir valores nuevos.  

Además, es verdaderamente encomiable el esfuerzo y el trabajo que hace la AEPE organizando este premio.

Esta edición está muy bien, hay un nivel medio bueno.

Como miembro del Jurado son muchos elementos en los que me fijo y los que componen una obra de arte.

Tras tantos años de profesión, he podido ver mucha obra, y uno tienen ya una cierta

costumbre de ver inmediatamente los elementos fundamentales que hacen que una

obra se distinga: tenga fuerza, esté bien compuesta, que sea actual, etc.

Son muchos elementos a tener en cuenta.

 

Ricardo Sanz

Vocal del Jurado

Pintor

 

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura es un premio estupendo, muy interesante,

y es una gran plataforma para muchos artistas en la que pueden dar a conocer su obra.

Además, este año hemos podido ver una gran cantidad de obras de arte muy buenas.

En esta edición, como hay muchísimas obras, hay un poco de todo:

bueno, malo y regular, pero hay más buenas que de lo otro.

Como miembro del Jurado me fío siempre de mi gusto y del mérito que puedo ver en la obra.

Aunque sobre todo en mi criterio. Son muchos años viendo obra y metido en el mundo del arte,

sobre todo en el de la pintura, y al final es el doctorado de mis ojos.

 

Evaristo Guerra

Vocal del Jurado

Pintor

 

El Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura me parece muy interesante. Es un premio que ha adquirido

una solidez y un prestigio enormes, sobre todo por ser un premio que lleva el nombre de su S.M. la Reina Doña Sofía.

Además, cada año hay más gente interesada en participar en el certamen porque es algo prestigioso en su carrera.

Veo muy bien esta edición, con obras realmente interesantes.

Como miembro del Jurado pienso que la obra se defiende por si sola.

 

 

Un Jurado excepcional para el 55 PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA

De la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

El pasado día 11 de febrero de 2020 tuvo lugar la reunión del Jurado del 55 PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA que ha estado presidido por José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, actuando como Secretaria del mismo, Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores y que ha contado con los Vocales Ana Abade Gil, en representación de Google, Eduardo Naranjo, Pintor, escultor, grabador y Académico de la Real Academia de las Artes y las Letras de Extremadura, Alejandro Aguilar Soria, Artista multidisciplinar, comisario, galerista y autor de la imagen visual del premio, Javier Sierra, Periodista y escritor, Tomás Paredes, Crítico de Arte y miembro del Comité de Premios de AICA, Paula Varona, Pintora, Rafael Canogar, Pintor, escultor, grabador, Académico y en representación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Ricardo Sanz, Pintor y Evaristo Guerra, Pintor.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: José Gabriel Astudillo, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Javier Sierra, Eduardo Naranjo, Ricardo Sanz, Alejandro Aguilar Soria, Paula Varona, Evaristo Guerra, Mª Dolores Barreda Pérez, Rafael Canogar, Ana Abade y Tomás Paredes

 

El Premio, que cuenta con la colaboración del gigante tecnológico GOOGLE, después de cinco ediciones en el nuevo formato, para esta edición ha ampliado sus fronteras con un giro hacia la internacionalización, extendiéndose a los creadores de todo el mundo, reflejando así el compromiso de la Asociación Española de Pintores y Escultores con el arte y la cultura.

El Premio viene así avalado por un jurado excepcional, auténticos profesionales del arte con diversas y muy distintas perspectivas sobre la creación, abarcando desde la teoría a la práctica del arte, e incluyendo el comisariado, la conservación, el periodismo… pero siempre con un vínculo muy especial y exclusivo con el ámbito del arte que representan.

Tal y como ha comentado el Presidente del Jurado, José Gabriel Astudillo, “en esta edición hemos contado con un jurado excelente por su diversidad y cualificación, excepcional por su incondicional apoyo a la Asociación Española de Pintores y Escultores, con opiniones diferentes en un ejercicio versátil, dinámico y enriquecedor que ha sabido aunar la genialidad artística de los mejores artistas contemporáneos que han concurrido a la convocatoria.

Un Jurado competente y prestigioso que se ha tomado muy en serio las labores de deliberación, con apasionantes discusiones y provechosas sentencias que contemplaban estilos muy distintos y técnicas muy dispares, cuya energía y dedicación han sido ejemplares y demuestran que el PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA se ha otorgado de una forma honesta y coherente”.

Es a través de sus especiales miradas y enfoques particulares como se llegará a una visión global, que toma forma en la exposición de obras seleccionadas que se podrá visitar a partir del día 6 de marzo de 2020 en la Casa de Vacas del Parque del Retiro de Madrid, en la que contemplar la materia, el lenguaje, el hecho artístico, la intuición, la experiencia acumulada, el conocimiento, la tradición, la novedad, la renovación y la vanguardia que la muestra reúne.

El fallo del jurado y entrega del Premio tendrá lugar el próximo día 5 de marzo, en un acto que presidirá S.M. la Reina Doña Sofía, Presidenta de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores, cuyo apoyo incondicional a la centenaria entidad queda de manifiesto justo cuando la institución cumple 110 años de existencia.

El PREMIO REINA SOFIA DE PINTURA Y ESCULTURA está dotado con 10.000 euros a una única obra, que ha sido elegida de entre las más de 300 presentadas a la edición número 55, habiendo sido seleccionadas para la ocasión un total de 72 obras (42 pinturas y 30 esculturas), todas ellas de gran calidad, que podrán visitarse en la madrileña Casa de Vacas hasta el 22 de marzo.

En esta edición no sólo han participado artistas españoles, sino también de países como México, Costa Rica, Italia y China, siendo ya muy reconocido en el mundo artístico internacional por ser un trampolín profesional y respaldo continuo de creadores y logrando abrir las puertas de las más selectas galerías de arte de todo el mundo.

 

Las Medallas de la AEPE: José Moreno Carbonero

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de los galardones en los que se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

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Medalla de Pintura “José Moreno Carbonero”

del Salón de Primavera de Valdepeñas

 

En el año 2005 la Asociación Española  de Pintores y Escultores propuso crear en Valdepeñas y para el año 2006, un Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla-La Mancha”, que fuera de carácter nacional, teniendo en cuenta la tradición plástica internacional de la ciudad manchega.

De esta forma nació una magnífica exposición que pese a los altibajos sufridos, perdura en el tiempo logrando ser una magnífica exposición, orgullo de nivel artístico y calidad y que viene a convertirse en un espléndido complemento en la vida artística de la ciudad.

El Ayuntamiento de Valdepeñas, sensible a las muestras artísticas y la calidad avalada por la Asociación Española de Pintores y Escultores, acogió desde el principio la iniciativa, presentado para ello el incomparable marco del Museo Municipal, uno de los mejores y más importantes centros de arte de España, para la exhibición del certamen, que suele celebrarse en los meses de mayo o junio.

 

El Salón de Primavera “Por Tierras de Castilla- La Mancha” se ha convertido así en un bastión en el arte y la cultura de Castilla-La Mancha, una muestra consolidada en el panorama artístico español, abierta además a la participación de cualquier artista.

El Salón contó con distintos premios en metálico y honoríficos, hasta que en el año 2017, con motivo de la celebración de su edición número XI, se instituyeron especialmente para el mismo, dos premios con los que honrar a los fundadores de la centenaria entidad y que vienen así a terminar de reconocer la importancia que esta cita tiene en el calendario expositivo de la entidad: la Medalla de Pintura José Moreno Carbonero y la Medalla de Escultura Lorenzo y Federico Coullaut Valera.

 

JOSE MORENO CARBONERO

MORENO CARBONERO, José P   1910(F101)       28.mar.1860     MALAGA               MADRID  15.abr.1942

 

José Moreno Carbonero (Málaga, 28 de marzo de 1860 – Madrid, 15 de abril de 1942) fue uno de los últimos grandes pintores de historia del siglo XIX, destacando también en la técnica del retrato. Fue además el pintor malagueño más reconocido, valorado y con más aceptación de público y venta de obras de su momento.

José Moreno Carbonero retratado en ABC en 1891

 

Nacido en una familia de origen humilde, su vocación artística se inició gracias al pintor valenciano afincado en Málaga, Bernardo Ferrándiz Bádenes, que, al igual que hacía con el resto de alumnos, no le cobraba las clases particulares que ofrecía en su estudio. Ferrándiz era entonces profesor en la Escuela de Bellas Artes de San Telmo de Málaga y desde un principio vio en él a un destacado discípulo a quien apoyó decididamente.

Retratos de Rosario Carbonero Romero y José Moreno Delgado, padres del pintor

 

José Moreno Carbonero logró en 1872 la Medalla de Oro en la Exposición del Liceo de Málaga y un año más tarde, junto a su maestro Ferrándiz, viajó a Marruecos  donde comenzó a interpretar escenas costumbristas y de temática africana a la manera de Mariano ­Fortuny.

En 1875, ganó el Premio Barroso, y realizó el Retrato de Alfonso XII, que le valió fama y notoriedad.

José Moreno Carbonero en 1905 pintando una de sus obras de gran formato según apareció en el diario ABC

 

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1876 obtuvo una Tercera Medalla, logrando después una pensión de la Diputación de Málaga para estudiar en París cuando tenía tan sólo quince años.

Autorretrato

 

Allí ingresó en el taller de Jean-Leon Gérôme, cuyas obras de temática histórica y mitológica llevaron a lo más alto el arte académico francés, que influyó mucho en su pintura, y allí se relacionó también con el célebre marchante de arte Adolphe Goupil, uno de los hombres más ricos de Francia y fundador de Goupil & Cie. una empresa editora de reproducciones de arte, en grabado y fotografía, referencia obligada en el mundo artístico.

En un ambiente artístico privilegiado, conoció a Raimundo de Madrazo, amistad que pervivió  hasta su fallecimiento.

Participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1877, consiguiendo la Medalla de Segunda Clase; en la de 1881 ganó la Primera Medalla con una de sus obras más conocidas: El príncipe don Carlos de Viana, pintado con tan sólo veintiún años y que le supuso el inicio de su fama como pintor a nivel nacional.

El Príncipe Don Carlos de Viana

 

Gracias a este éxito, Moreno Carbonero fue distinguido con la pensión de mérito (1882-1885) para la Academia de España en Roma.

En 1883, viajó a París, para documentarse en otra de sus obras más conocidas: La conversión del duque de Gandía por la que obtuvo una Primera Medalla en la Exposición Nacional de 1884, siendo además premiada en las exposiciones internacionales de Múnich y Viena, donde le dieron Medalla de Oro, París (1889) y en la de Chicago (1893), galardonado con medalla única.

La conversión del Duque de Gandía

 

El crítico de arte Jacinto Octavio Picón (El Correo, 1884), calificó esta obra juvenil de Moreno Carbonero como “una de las más notables que ha producido en España la pintura contemporánea”.

En 1887, y ya en Madrid, decoró una de las capillas de la Basílica de San Francisco el Grande, y vivió grandes triunfos y reconocimientos que le acarrearon encargos de la burguesía de la época.

Igualmente, el Senado le encargó uno de los lienzos del Salón de Conferencias, para el que pintó la entrada triunfal del capitán Roger de Flor al mando de ocho mil almogáraves catalanes y aragoneses en la ciudad de Constantinopla.

Entrada de Roger de Flor a Constantinopla, en el Palacio del Senado

 

Profesor, catedrático de dibujo del natural de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, fue nombrado académico correspondiente de la misma, teniendo como alumnos a Juan Gris y Salvador Dalí, entre otros.

El 27 de enero de 1889 contrajo matrimonio con María Rosario Castel Supervielle, hija de Simón Castel Saenz, un importante industrial malagueño que era presidente de la Cámara de Comercio, y de Rosario Supervielle Baratau. En su boda actuaron como testigos el Marqués de la Paniega, presidente de la Real Academia de San Telmo, el ex Ministro Eduardo Palanca y su íntimo amigo Muñoz Degrain. De esta unión nació un único hijo, José Moreno-Carbonero Castel, casado con Josefa Travesedo, hija de los Condes de Maluque, y que falleció sin descendencia.

Retratos de María Castel, esposa del pintor

 

En la década de 1890, continuó participando con obras en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes con temas costumbristas de pequeño formato, recibiendo también una medalla especial en Budapest. Envió obra a las de los años 1907, 1908, 1918, 1919 y 1922, y a la Internacional de Barcelona de 1929.

Realizó también exposiciones individuales en la Sala Barcino (1930 y 1932), en la Sala Parés (1932), en las Galerías Layetanas (1933) y tres exposiciones homenaje que se celebraron en Madrid, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Sociedad de Amigos del Arte y la Agrupación Artística de Castro Gil.

En 1910 antes de hacer entrega de otro de sus cuadros más conocidos, «La fundación de Buenos Aires«, el Rey Alfonso XIII lo visitó su taller madrileño para contemplar la obra terminada. En los ambientes artísticos de la época todos conocían la predilección del monarca por Moreno Carbonero más allá del mero hecho de que el artista fuese pintor de la Corte. El cuadro agradó y conmocionó al rey, que hizo colgar frente a su cama, en el Palacio de Oriente de Madrid, el boceto del rostro de Garay con su yelmo reluciente, que le regalara el artista.

José Moreno Carbonero retratado por Sorolla

 

Moreno Carbonero trabajaba con una rigurosidad técnica y rigorismo historicista que reflejaban la obsesión por la reproducción documental, casi “arqueologicista” del hecho histórico, por lo que sus obras son mucho más que simples pinturas de historia, reflejando modos culturales y corrientes artísticas, pormenorizando en los detalles el rigor histórico de un gran documentalista.

El artista en su estudio en 1922

 

Moreno Carbonero a pesar de vivir en Madrid durante toda su vida, en la calle Miguel Ángel, n.º 5, siguió muy ligado a su ciudad natal, Málaga, donde realizó varias donaciones al Museo de Bellas Artes, y hacia 1937, creó el Legado Moreno Carbonero, en el que se comprendían distintas obras y que tras su muerte, enriqueció su hijo.

En el ABC en 1922 junto a su mujer, su hijo y su nuera

 

Falleció en Madrid, en 1942, siendo reconocido en vida por sus méritos artísticos y su valía como pintor.

El pintor en 1903

En 1912 preparando una de sus exposiciones

 

Moreno Carbonero y la AEPE

Socio Fundador Nº 40 de la Asociación de Pintores y Escultores.

* Participó en el III Salón de Otoño de 1922, inscrito como José Moreno Carbonero, natural de Málaga; reside en Madrid, Miguel Ángel, 5, con la obra titulada “Primera salida de Don Quijote”, óleo de 0,82 x 0,70.

* Al XI Salón de Otoño de 1931 presentó el óleo inscrito con el número 615, titulado “Andaluza”.

* Para el XII Salón de Otoño de 1932 preparó la obra “Un arroyo en el monte”, óleo de 0,70 x 0,95.

*Al XV Salón de Otoño de 1935 presentó la obra “El Monte Ulía en un día de tempestad”, un óleo de 0,63 x 0,73.

* En el XXIV Salón de Otoño de 1950, y aunque ya había fallecido, estuvo presente en la Sala de Fundadores con las obras “Andaluza”, “Retrato de mi hijo” y “La conversión del Duque de Gandía” (réplica).

* En el XXXVII Salón de Otoño también estuvo presente en la Sala de Maestros con la obra “Puerto pesquero”.

«Andaluza», obra presentada al XXIV Salón de Otoño

 

Caricaturas del artista aparecidas en Madrid Cómico en  1886 y 1895

Fotografía del pintor aparecida en el ABC de 1958

 

 

Biografía y webgrafía

ABC 22 de Febrero de 1914, 18/12/1926, 26/03/1960, 7/2/1940, 16/4/1922, 1/6/1905, 19/07/1891, 22/03/1958, 10/03/2006, 16/04/2003, 10/03/2006, 24/11/1957, 28/03/1989, 26/01/1924, 07/05/1927, 24/11/1957, 08/04/1959, 16/02/1963,

Blanco y Negro 12/5/1912, 1/2/1920, 22/2/1914, 27/05/1928, 26/9/1926

Cánovas Vallejo, Apuntes para un Diccionario de pintores malagueños del siglo XIX, Madrid, Antonio G. Izquierdo, 1908, págs. 39-47

Cuenca López, Museo de pintores y escultores andaluces contemporáneos, La Habana, Imprenta Rambla, Bouza y Cía., 1923

AA., Moreno Carbonero. Homenaje al glorioso maestro, Málaga, Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, 1943

Homenaje a José Moreno Carbonero en el primer centenario de su nacimiento, Málaga, Caja de Ahorros Provincial, Diputación Provincial, 1958

Lafuente Ferrari, José Moreno Carbonero, Málaga, Caja de Ahorros Provincial, Obra Cultural, 1967

El palacio del Senado, Madrid, 1980

Sauret Guerrero, “Metodología de la pintura de historia: el ejercicio de Moreno Carbonero”, en Baética, (Universidad de Málaga), n.º 9 (1986)

La pintura de historia del siglo XIX en España, catálogo de exposición, Madrid, Museo del Prado, 1992

A.E. Pérez Sánchez, H. González Zymla y L. de Frutos Sastre, Catálogo de pinturas de la Real Academia de la Historia, Madrid, Real Academia de la Historia-Fundación Ramón Areces, 2003

https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/moreno-carbonero-jose/3b311cad-a5cb-4d74-9bab-45fce96b4a74

https://www.researchgate.net/publication/245344359_Jose_Moreno_Carbonero_Homenaje_en_el_150_aniversario_de_su_nacimiento_1858-1942

https://www.europeana.eu/portal/es/explore/people/52480-jose-moreno-carbonero.html

http://ceres.mcu.es/pages/ResultSearch?txtSimpleSearch=Moreno%20Carbonero,%20Jos%E9&simpleSearch=0&hipertextSearch=1&search=simple&MuseumsSearch=&MuseumsRolSearch=1&listaMuseos=null

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

Mª del Carmen Maura Herrera

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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Mª DEL CARMEN MAURA HERRERA,

DUQUESA DE MEDINA SIDONIA, MARQUESA DE VILLAFRANCA DEL BIERZO, MARQUESA DE LOS VELEZ Y CONDESA DE NIEBLA

 

CARMEN MAURA HERRERA     (MAURA DE MEDINA SIDONIA, Mª Carmen)      P    1934     MADRID     BIARRIZ/MADRID

 

Poetisa, pintora y enfermera

Mª del Carmen Maura Herrera nació en Madrid, el 16 de febrero de 1905, contradiciendo los datos que acerca de su biografía aparecen en distintos medios que sitúan su nacimiento en Cuba, en 1906, y según nos confirma Liliane Mª Dahlmann Directora de la Fundación Casa Medina Sidonia.

Era la segunda hija del historiador Gabriel Maura Gamazo, Duque de Maura (nieta del político que fuera Presidente del Gobierno entre 1903 y 1922, Antonio Maura y Montaner) y de Julia Herrera y Herrera, Condesa de la Montera, cubana de nacimiento y de ascendencia cántabra.

Carmen Maura cuando contaba con 6 años de edad, junto a sus hermanos y a su madre

 

La familia tuvo además otros cinco hijos, Gabriela, Julia, María Victoria, Ramón y Martirio, educados todos en el ambiente artístico y cultural de principios de siglo y dentro de una familia de la alta sociedad que frecuentaba este tipo de círculos.

Carmen Maura cuando contaba 18 años

 

A finales de los años 20, en un baile celebrado en el Palacio de la Magdalena de Santander, residencia veraniega de los reyes, conoció a Joaquín Álvarez de Toledo Caro, XX Duque de Medina Sidonia, quien había estudiado la carrera de derecho y había pasado toda su juventud en Francia.

A caballo, junto a su hermano Ramón

 

María del Carmen Maura se casó en Biarritz, el 12 de octubre de 1931, en la Iglesia de Saint Eugenié, con Joaquín Álvarez de Toledo y Caro, XX duque de Medina Sidonia, Marqués de Villafranca y de los Vélez, (que portaba uniforme de la Real Maestranza de Valencia) instalándose el matrimonio en el Palacio de los Guzmán, de la Casa Ducal de Medina Sidonia, en Sanlúcar de Barrameda, al que engrandecieron con sus cuidados y dedicación, alternando sus viajes a la residencia de Madrid, en la calle Miguel Ángel, 9.

El día de su boda con Joaquín Álvarez de Toledo y Caro

Junto a su padre antes de entrar a la ceremonia

 

Durante la ceremonia celebrada en la Iglesia de Saint Eugenié, en Biarritz

 

En las elecciones de 1933 Joaquín se presentó como candidato de la derecha por Madrid, actividad política que compartió con su esposa Mª del Carmen, y que los llevaron a posicionarse en posturas de derecha extrema, que contrastan con el comunismo militante de su prima Constancia de la Mora Maura.

Carmen las ejerció además en escritos contra su tío Miguel Maura, al adherirse al Pacto de San Sebastián y estar preso en la Cárcel Modelo por ser promotor del advenimiento de la Segunda República.

Visitó Alemania en 1932 ya que consideraba que el régimen hitleriano buscaba la unión entre las distintas clases sociales, para evitar envidias entre ellas, a través de su hermanamiento, fuente de ayuda y colaboración entre todas ellas. Este hermanamiento se debía basar, según ella, en el cristianismo como “único modelo”.

Expuso sus impresiones en sus colaboraciones en la revista Ellas, Semanario de Mujeres Españolas, dirigida por José María Pemán, entre 1933 y 1934. Además, a partir de 1933 publicó monografías, conservándose inéditos autobiográficos en el archivo de la casa ducal de Medina Sidonia.

Junto a un grupo de artistas

 

Por distintos medios de la época, conocemos que en 1933 protagonizó un suceso muy ligado a la crispación política que se vivía en España, pues si bien en el diario ABC encontramos que fue detenida por la policía, el diario La Libertad la califica de “Dama subversiva”: Ha sido multada con 500 pesestas por dar gritos subversivos en el Pº de Coches del Retiro y llevar un emblema de la antigua bandera española”.

Carmen Maura y Herrera ocupaba un puesto destacado en la alta sociedad madrileña

 

En declaraciones posteriores al ABC la propia Carmen relata que no fue tal, sino que ella contestó con un “¡Viva el Rey! a un grito de ¡Abajo la Monarquía! que un sujeto dio, actuando entonces el guarda jurado número 105, al que ella facilitó su nombre y señas, para que pudiera formalizar la denuncia, e impidiéndole continuar su paseo, oponiéndose violentamente el guarda, que la hirió en la muñeca como así se comprobó en la Comisaría del Congreso, donde llegó la duquesa con el brazo sangrando. Termina sus declaraciones añadiendo que no ha pagado la multa ni piensa hacerlo.

Otra versión la encontramos en el diario La Libertad, en donde explica que “Jesús Calvo Varela, de 21 años y Manuel del Molina Bartolomé, de 17 años, han denunciado a Mª del Carmen Maura y Herrera por dar gritos contrarios al régimen y ostentar emblemas monárquicos”. Se dice que la señora es detenida y llevada a la Dirección de Seguridad, donde pagó las 500 pesetas que le impuso de multa el director Andrés Casaus, siendo puesta en libertad.

Junto a su marido, Joaquín Álvarez de Toledo y Caro

 

En 1933 prolifera su literatura en obras de teatro, comedias y dramas y otro tipo de escritos que publica a partir de entonces.

En 1934 participó en el Salón de Otoño de Madrid y en el de París.

Retrato de Maria del Carmen Maura y Herrera XX Duquesa de Medina Sidonia en 1921

 

En 1936, con el advenimiento de la República, toda la familia Maura se autoexilió a Portugal, desde donde los varones fueron pasando a España para incorporarse al ejército nacional.

Vida social en Estoril

 

El 21 de agosto de 1936, en Villa Marqués de Pinto de Estoril, nacía su única hija, Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, conocida popularmente como la Duquesa Roja, cuyo parto fue difícil y acarreó gran enfermedad a Mª del Carmen.

Por esto motivo, su esposo Joaquín no cruzará la frontera a España hasta el otoño de 1936, acudiendo directamente a Sanlúcar de Barrameda, en donde el Palacio había sido convertido en cuartel general de la Falange, y que consiguió liberar en parte para hacerlo de nuevo su residencia.

Con su hija de pocos meses, en Estoril

Junto a su hija Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura

 

En 1937 y una vez repuesta de las secuelas del parto, Mª Carmen se traslada a Sevilla, alcanzando el grado de teniente como enfermera militar, demostrando tener una sensibilidad especial para sentir el dolor ajeno, que le dolía como propio.

Sensibilidad que se vislumbra en sus memorias manuscritas e inéditas y que está presente en su pintura y en sus obras de teatro.

La familia exiliada en Estoril

Su hija Isabel a los 6 años pintada por la artista

 

Otro retrato de su hija cuando contaba con 9 años

 

De vuelta a su casa de Sanlúcar, y una vez finalizada la Guerra Civil Española, Mª del Carmen creó un dispensario en el propio Palacio en el que atender a los necesitados, valiéndose de sus conocimientos médicos aprendidos como enfermera de Sanidad Militar, labor que le valió que en su honor le erigieran un monumento en un parque público de dicha localidad gaditana.

Un trabajo social ingente y desconocido que lo mismo daba cobijo a perseguidos que abordaba prácticas médicas a desahuciados, consiguiendo resultados sorprendentes.

Dispensario en el Palacio de Medina Sidonia

 

Durante los años de la contienda, el personal sanitario lograba unos conocimientos que les cualificaban como médicos, con una intensa práctica en hospitales y campañas que volcó luego en su propio dispensario, improvisando un consultorio que le ocupaba interminables mañanas de su tiempo.

Una labor altruista que compartió con su marido y que permitió que repartieran una comida diaria en el Palacio a los más necesitados en unos años “del hambre” muy complicados para la toda la población de posguerra.

Carmen Maura en los últimos años de su vida, durante una excursión

 

Denunciada por los médicos que veían en ella una seria competencia al haber logrado curaciones irracionales y fuera de toda duda, obligaron a Mª del Carmen a comparecer ante la Academia, redactando entonces una tesis que fue un resumen de los tratamientos y resultados, entonces verificables y que se imprimió en 1946, no logrando leerla por su prematura muerte, que le llegó en San Sebastián, el 20 de septiembre de ese mismo año, debido a un cáncer.

Tesis para la obtención del título de Doctor en Medicina

La artista en San Lucar de Barrameda

 

Conocedora de su fatal desenlace, vivió la enfermedad con gran entereza y resignación cristiana y dejó testamento ológrafo en el que pedía a su madre que mantuviera abierto el dispensario en el que tratar a sus enfermos, y leche a todos los niños. Escribió además una poesía para que se utilizara en el recordatorio de su defunción.

Poesía recordatorio de su defunción que escribió la propia artista

 

Fue enterrada en el Convento de Religiosas Franciscanas de la Anunciada, en Villafranca del Bierzo, León.

Pintora de paisajes y retratos al óleo y al pastel, expuso en París con éxito,  en Alemania, Portugal y en España durante el periodo republicano.

Hay obra suya en el Museo de Figuera de Foz de Coimbra, que donó en 1940.

Abordó la pintura de parte del retablo de la Iglesia de Niebla, en Huelva, que pintó en el Palacio de Sanlúcar, en donde se conserva, y que no pudo finalizar por su prematura muerte.

Partes del Retablo que pintó para la Iglesia de Niebla, Huelva

 

Su faceta literaria

En 1933 Nueva Editorial, de San Sebastián, publicó su novela “Las vidas sin Dios” y conjunto de poemas, ilustrados con dibujos a lápiz de la autora, titulado  “Romances”.  En 1937 vio la luz en Lisboa “Las Novias del Marino (versos de guerra y amores)”, pero para entonces, y desde 1926,  ya había escrito 10 obras de teatro, comedias que redactó en tan sólo tres meses sin borrador y directamente a máquina: “Nubes de verano” (para la compañía de María Guerrero), “La cita” (para la compañía de la Bárcena y Martínez Sierra), “Almudena” (para la compañía Díaz  Artígas), “La tragedia de Gilberto” (para la compañía de Alba Bonafé), “Plebiscito Celestial” (para el Teatro Cómico), “Los Ambiciosos” para el Lara, “Eva y Adán” Zarzuela para el Apolo, “Cuando dos que bien se quieren” para el Infanta Isabel, “Los últimos ganchos” para la compañía Díaz Artígas en el Reina Victoria y “La eterna historia” en verso para Fontalba y Margarita Xirgú.

Escribió además otras obras que se publicaron entre 1933 y 1960, como “Delitos de Omisión”, “Apuntes tomados al Natural”, “Han pasado los árabes”, “Recuerdos de infancia”, “Spring Valt”, “Recuerdos, sin importancia, de un viaje efectuado a Alemania”, “En las Minas de Río Tinto”, “Las vidas sin Dios”, “Resumen de mi actuación médica durante catorce años de mi vida”, Málaga, Imprenta Dardo, enero de 1946; “Colores” (Poemas), Biblioteca Nueva, 1960.

 

Mª del Carmen Maura Herrera y la AEPE

* XIII Salón de Otoño de 1933

Inscrita como Dª María del Carmen Maura de Medina Sidonia, natural de Madrid. Reside en Biarritz. Sala XIV.

294 “Recelo” (retrato pintado en Alemania) (pastel)

296 “Retrato de niño español” (pastel)

* Exposición de Bellas Artes de 1935 (correspondiente al 14 Salón de Otoño), inscrita como Dª. María del Carmen Maura de Medina Sidonia.

74 “Mi primo José Manuel Martínez M. y Pedraja” (pastel), 1,35 x 1,26

 

 

 

Bibliografía y webgrafía

Documentación aportada por la Fundación Casa de Medina Sidonia

ABC 21/07/1931, 7/4/1933, 8/4/1933, 24/9/1946, 30/10/1946, 13/12/1955

El Debate 26 mayo 1923

La Libertad 7/4/1933

https://fcmedinasidonia.com/isabel_alvarez_toledo/fcmedinasidonia/4archivo/14archivo8/8archivo.htm

Gran Mundo y Sport: arte, literatura, salones, Madrid 1906/07

 

Los Jurados de la AEPE

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

En los últimos certámenes y premios que ha organizado la Asociación Española de Pintores y Escultores hemos asistido a algunas maliciosas acusaciones de machismo que han pesado sobre la composición de los Jurados, si bien debo puntualizar que no sobre todos ellos, sino casi exclusivamente sobre el Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura.

Tomando las palabras textuales de Alberto Olmos, “la materia prima sobre la que se trabaja a la hora de hablar de machismo… -en este tipo de premios- es estrictamente matemática”.

Para quien no sepa bien cómo funcionan los Jurados que organiza la Asociación Española de Pintores y Escultores, o quien no haya tenido aún la posibilidad de ser citado para alguno de ellos, puesto que desde que José Gabriel Astudillo asumiera la presidencia de la AEPE es norma citar a un socio elegido al azar para realizar las labores del jurado, resumiré brevemente su funcionamiento.

Reunido el Jurado donde haya sido citado para tal ocasión, se realiza un pase individual de cada una de las obras, que son identificadas única y exclusivamente por el número de inscripción. Es decir, se ve la pintura número tal o la escultura número cual, pero sin mencionar en ningún momento los nombres de sus autores. Llegados a este punto, el Jurado no sabe si la obra con número 35, pongamos de ejemplo, la ha pintado una mujer o un hombre.

Otra cosa es, que tal pintura o cual escultura sean más o menos identificables debido a distintos motivos, como puede ser el hecho de conocer y reconocer la obra de un determinado autor (principalmente) debido a que su técnica y motivos forman parte de su trayectoria artística y esas características le han hecho identificable con toda probabilidad.

Más allá de esto, es imprescindible repetir que el Jurado no sabe a quién pertenece la obra que está viendo.

Pero dejando aparte este hecho, cabe hablar de la composición de los Jurados. Leyendo los Boletines Oficiales del Estado donde se publica la convocatoria de premios “oficiales” y la composición de los jurados, me reafirmo en que seguimos hablando de una cuestión “estrictamente matemática”.

En los últimos Premios Nacionales de Artes Plásticas convocados, se explica que presidirá el jurado el órgano que convoca, es decir, el Director General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, la vicepresidencia recaerá en la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes y la Secretaría del mismo, en la Consejería Técnica de la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes, que actuará con voz, pero sin voto. Y como vocales, se cuenta con el premiado el año anterior (que da igual que sea hombre o mujer), con cinco personalidades de reconocido prestigio (de momento, nos sigue dando igual si son hombres o mujeres), y una persona propuesta por un centro de la “perspectiva de género”. Eso sí, se especifica que para formar un jurado paritario, cada una de las entidades deberá proponer necesariamente a dos miembros o representantes, hombre y mujer, entre los que la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural designará al que corresponda para mantener dicha paridad.

Como vemos, pura matemática.

Es entonces cuando debe empezar el baile de nombres para formar un Jurado aceptable y “paritario”. Si el Subdirector es hombre, hay que igualar con una Consejera Técnica para que esté equilibrado. Todo lo demás, da igual.

Y qué decir de las personalidades de reconocido prestigio que pueden quedarse fuera por el hecho de ser hombres o de los representantes del centro de “perspectiva de género”, o de todos aquellos que meritoriamente deberían estar ahí, pero que matemáticamente no encajan…

Las mujeres que he conocido y han formado parte de alguno de los Jurados de la Asociación Española de Pintores y Escultores han estado ahí por méritos propios, jamás formando parte de un cupo, ecuación o distribución paritaria.

Y ahora, vamos a contemplar otra cuestión. ¿Que haya mujeres en mayor o menor número en el Jurado, quiere decir que ellas sólo elegirían las obras de mujeres, cuando ya hemos comentado que se elige en función de un número y no un nombre?

Si en ese Jurado en el que ha habido mujeres, se han elegido obras de una mayoría de hombres, ¿querrá decir que las mujeres del jurado son machistas?

Si repasamos los catálogos físicos y virtuales de las exposiciones de la Asociación Española de Pintores y Escultores, públicamente visitables en nuestra página web, podremos comprobar que hay muchas más obras de mujeres que de hombres, a pesar de haber sido elegidas únicamente a través de un número.

Pero si da la casualidad de que en algún Jurado se ha elegido a más hombres que mujeres, ¿quiere esto decir que las mujeres del jurado han discriminado a las autoras artistas? ¿Lo hacen a posta? ¿Acallan las mujeres a las propias mujeres?

Si contestamos a todas estas preguntas e intentamos sacar conclusiones partidistas, el galimatías que podemos formar complicaría tanto un acto tan puro como es la decisión de un Jurado que libremente valora unas obras, lejos de tiranías paritarias y cuotas participativas, que, y como Secretaria del Jurado, miedo me da pensar que podamos tener tiempo para elegir y seleccionar las obras presentadas en cualquier certamen (siempre muy numerosas y que acarrea no menos de tres horas de trabajo).

Pero intentemos avanzar. Imaginemos que en un certamen con un mínimo de cuatro premios, el Jurado tuviera que tener en cuenta la paridad a la hora de otorgar los mismos. Una vez seleccionados, habría que desvelar el nombre de los autores, y pese a que una obra tuviera menos calidad que otra, otorgarle un premio que, en realidad, sería inmerecido.

En este caso, ¿Estaríamos discriminando a las mujeres?

Entonces deberíamos pensar por qué hay ciertas quejas al respecto y sobre todo, ¿Quiénes se quejan en realidad? Las pocas reclamaciones que nos llegan son siempre de palabra, nunca por escrito, y efectivamente, son de mujeres que han quedado excluidas en un certamen, lo cual da mucho que pensar y reflexionar, puesto que en lugar de preguntarnos en qué fallaba su obra, acuden directamente a su discriminación sexista.

Un gran despropósito que no hace más que reafirmarnos en la idea de que en realidad, no debe preocuparles tanto su trayectoria creativa como el hecho de enarbolar el sublime derecho a estar “ahí” por los únicos méritos de ser mujer.

¿Por qué las mujeres artistas reconocidas por todos no se quejan? ¿Por qué no firman manifiestos, por qué no se atribuyen ese derecho sexista? Pues simplemente, porque no les hace falta, son reconocidas y respetadas en el oficio y se tienen únicamente por “artistas”, sin necesidad de subrayar el hecho de ser “mujeres”.

Entonces, ¿cabe hablar de que el mundo del arte es “machista”? Si todo se reduce a que hay más artistas famosos hombres que mujeres, es fácil decir que hay discriminación.

En la mayoría de los grandes premios de arte de España es obligatorio enviar el curriculum del artista a la vez que su obra en la inscripción. Por tanto cabría pensar que los Jurados de esos premios al revisar las propuestas, ¿estarán rechazando entonces mayoritariamente las que vayan firmadas por hombres para no caer en discriminación?

En esos grandes premios, la única premisa que se sigue a la hora de elegir un Jurado es el prestigio. Imaginemos que quienes organizan un gran premio de pintura deben elegir a los miembros del Jurado. ¿En quién pensarán primero, en alguien prestigioso o elaborarán un cupo merced al cual gestionar los nombres según su sexo?

Creo yo, que al igual que hacemos en la Asociación Española de Pintores y Escultores, contaríamos primero con grandes y reconocidos artistas. Además, y especialmente a tener en cuenta, con el inmenso orgullo de pensar que son socios y por tanto, conocen ya nuestros certámenes y reconocen el prestigio que atesora nuestra centenaria entidad. Y por supuesto, valorando su ofrecimiento a la hora de colaborar abierta y desinteresadamente con nosotros, cosa que en los tiempos que corre, no es nada desdeñable y sí altamente gratificante.

Es decir, los Jurados de la AEPE están compuestos por excelentes artistas, por prestigiosos artistas, que además son socios de la entidad y sobre todo, que dedican su tiempo de forma generosa, a colaborar con una institución como la nuestra.

Pero si tuviéramos que tener en cuenta la composición paritaria, correríamos el riesgo de dejar fuera de un Jurado a grandes artistas y lo que es peor, rechazar su colaboración altruista y deferencia para con todos los que nos sentimos artistas más allá de sexos y cupones.

¿De verdad dejaríamos fuera a alguien por el hecho de ser hombre o mujer cuando en la AEPE somos sólo “artistas”?

¿Se entendería que le dijéramos a los grandes maestros que en el Jurado X no podemos contar con ellos porque por número y obligación paritaria, debemos incluir antes a una mujer que a ellos?

No quiero dejar de mencionar también el hecho de que el artista es un ser egoísta, escrito esto en el mejor sentido de la palabra. Es decir, todos nos creemos geniales, únicos, maravillosos. Todos concebimos algún tipo de sentimiento cuando vemos que seleccionan o premian a otro artista y nos quejamos en casa de que no sea a nosotros… y nos enorgullecemos por los logros propios y desdeñamos siempre los ajenos que, a nuestro juicio, son siempre mucho peores.

Esta actitud es natural, el ego es a veces superior en nosotros mismos y sólo una naturaleza sencilla y “bondadosa” (entendido como una persona llena de bondad, cualidad de bueno) es capaz de rebajar la ambición personal en lugar de disfrazarla de militancia feminista. Por eso, si no seleccionan a una mujer es que son machistas, si no hay una mujer en el Jurado, es también machista, y si el premiado no es mujer, es naturalmente machista.

Todo el problema generado por la corrección política en el arte es algo superfluo y está de más. El talento, la perseverancia, el buen trabajo, la creatividad…. lo bien hecho nunca depende del sexo, raza, identidad sexual… La calidad siempre triunfa.

En la AEPE sólo hay cabida para los artistas. No diferenciamos a mujeres de hombres porque el arte es universal. Si cruza fronteras y culturas, cómo va a delimitarse por razón de género, sexo o sensibilidad…

Las obras de nuestros artistas son siempre fruto de una creación maravillosa que no distingue más que la naturaleza ingeniosa y maestra de sus autores.

Las Medallas de la AEPE: Luis Benedito Vives

LAS MEDALLAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

 

Por Mª Dolores Barreda Pérez

 

Después de ver cómo y cuándo nació la Medalla de la Asociación de Pintores y Escultores, vamos a seguir conociendo más acerca de su creador y en qué galardones se otorga actualmente, con sus correspondientes denominaciones.

 

LUIS BENEDITO VIVES

Medalla de Escultura del Certamen de San Isidro de Tema Madrileño

 

El Certamen de Artes Plásticas “San Isidro” de tema madrileño es una convocatoria tradicional en la Asociación, ya que cuenta con 56 ediciones realizadas, y coincide con las fiestas patronales de la ciudad de Madrid.

En el número anterior de la Gaceta de Bellas Artes ya vimos cuándo nació y su trayectoria hasta el año actual.

Como vimos, en 1974 se concedió por primera vez la Medalla Antonio Casero, en memoria de ese gran artista de temas madrileños fallecido por esas fechas y que permanece hasta nuestros días, en que además de ésta, se concede la Medalla de Escultura Luis Benedito Vives, el que fuera socio fundador, directivo de la AEPE y uno de los mejores escultores animalistas, cuyas obras pueden contemplarse en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, así como en los mejores museos del mundo como el de Londres, Lisboa, Estocolmo…

 

LUIS BENEDITO VIVES

 

BENEDITO VIVES, Luis          E     1926           24.ago.1885     VALENCIA      MADRID            feb.1955

 

Especialista en mamíferos y precursor de nuevas técnicas.

Escultor de animales, dedicó su vida a naturalizarlos. Supuso la revolución de la taxidermia española.

Hijo de José María Benedito Mendoza (Valencia 1846-1899), taxidermista establecido en Valencia a finales del siglo XIX, en la calle Corregería, 24, cuyo negocio surtía de objetos de Historia Natural a coleccionistas e instituciones de enseñanza y que además de comerciante y taxidermista por encargo, fue Preparador del Gabinete de Historia Natural de la Universidad de Valencia. Su especialidad fueron las aves acuáticas y después, las cabezas de toro que le encargaban los toreros de la época.

Luis nació en Valencia el 25 de agosto de 1887.  tenía seis hermanos más que a la muerte de su padre, que ocurrió de forma repentina debida a un ataque cerebral cuando contaba solo con 53 años, eran menores de 25 años.

 

José María Benedito Vives, el primogénito, abandonó su trabajo y se puso al frente del negocio familiar, logrando el nombramiento de Proveedor Real y Naturalista-Disecador del rey Alfonso XIII. Obtuvo después la plaza de Disecador del Laboratorio de Taxidermia del Museo de Ciencias Naturales de Madrid y en 1907, la familia Benedito se trasladó al completo a Madrid, abriendo un taller de Taxidermia en la calle Ramón de la Cruz, 12.

En 1910 consigue la Primera Medalla en la Exposición del Centenario de Buenos Aires.

En 1918 figuraba como Presidente del Sindicato de la Propiedad Artística.

Luis Benedito Vives, el menor de los hermanos, se incorpora así al trabajo del taller, logrando después una beca de estudios que le lleva a la ciudad de Leipzig, Alemania, en donde estudia la técnica del maestro holandés Herman H. Ter Meer.

Los conocimientos dermoplásticos permitieron a Luis desarrollar su faceta de escultor, vocación artística en la que también destacaría, igual que sus hermanos destacaron en la pintura, Manuel Benedito fue un ilustre discípulo de Sorolla, y Rafael Benedito un gran compositor, pedagogo y director, además de José María Benedito, como un gran  taxidermista.

La nueva dermoplástica que introdujo en España incluía revolucionarias técnicas para el momento como la utilización de jabones arsenicales, entre otros productos, que impedían que las pieles se apolillasen, o el uso ojos de cristal de gran calidad que ofrecían a las piezas mayor realismo y rigor científico.

Pero su viaje por Europa también le permitió estudiar la producción artística de los principales escultores, especialmente de los animalistas. Ello hizo que lograra dotar a sus obras de una gran carga realista en los movimientos y especialmente en las anatomías, captando en ellas las proporciones exactas, posturas reales y movimientos de los propios animales vivos, producto igualmente del estudio directo de los animales en el campo.

Alfonso XIII y Jorge V inauguran una muestra en Londres, en el Museo de Ciencias Naturales junto a Luis Benedito

 

A su regreso a Madrid, se incorpora a la plantilla de disecadores del Museo de Ciencias Naturales, en donde aplica el procedimiento de la dermoplastia, que consiste en hacer con escayola y turba picada una escultura del animal y cubrirla con su piel humedecida sujeta firmemente con alfileres, de forma que en vez de resultar un animal feo a veces, por la falsedad de las formas, resulta una verdadera obra de arte.

Son obra suya casi todos los dioramas del Museo de Ciencias Naturales y también otros que fueron regalados por Alfonso XIII a los museos de Londres, Lisboa y Estocolmo.

Macho montés, obra presentada al XVI Salón de Otoño

 

Consiguió la Tercera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1930, y la Segunda Medalla en la de 1934.

En 1932 formó parte del Comité designado por la Asociación de Pintores y Escultores para la redacción de los Reglamentos de una Federación de Artistas.

Nombrado Socio de Mérito del Salón de Otoño de 1928 y Socio de Honor en el de 1931.

Fue Vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Pintores y Escultores en 1932, Tesorero en 1934 y de nuevo vocal de 1941 a 1943.

 

Los hermanos Benedito junto Príncipe de Asturias y el Infante Don Jaime, hijos del Rey alfonsoXIII, realizando prácticas de Taxidermia

 

En 1943 y a la jubilación de su hermano José María como jefe del Laboratorio de Taxidermia del Museo de Ciencias  Naturales, hereda el cargo que ejerció hasta 1954, en que también se jubiló. Trabajó por la mañana en el museo y por la tarde atendía a clientes particulares en su taller de la calle María de Molina, 11, con la ayuda de Julio Patón.

Por el taller pasaron ilustres personalidades de la época, como el rey Alfonso XIII, a quien gustaba ver el trabajo de Luis y charlar sobre caza. Una amistad en la que Luis Benedito ejerció de maestro del príncipe de Asturias y del infante don Jaime, los hijos del rey, a quienes enseñó a disecar una perdiz.

Alfonso XIII requirió de los consejos de Luis Benedito en ciertas cuestiones respecto a la creación del Coto de Gredos, para asegurar la conservación de los escasos ejemplares de cabra montés que allí permanecían. La anécdota de la preocupación de Alfonso XIII sobre el incremento del furtivismo, la solucionó rápidamente Luis Benedito: “Majestad, haga guardas del coto a los furtivos de siempre”. Y así fue.

Gacela, obra presentada al XVII Salón de Otoño 

 

Los trabajos más populares de Luis Benedito Vives en esa época fueron el toro de lidia que el Duque de Veragua regaló al Museo de Ciencias Naturales en 1911, la jirafa donada por el Duque de Alba en 1917 y sobre todo, el elefante africano que matara también en Sudán en 1913, especializándose en mamíferos.

Luis Benedito Vives murió el 20 de febrero de 1955. A su entierro acudió el ministro de comercio de la época. La “Gaceta de Bellas Artes” de la AEPE del mes de enero de 1955, recogía el suceso dedicándole estas palabras: “…Como escultor de animales, fue el más capacitado, por el profundo conocimiento que tenía de la fauna mundial, cuya vida, costumbres y movimientos conocía ampliamente. Laureado muchas veces con justicia, su muerte deja un vacío en la especialización escultórica a que estaba dedicado, dejando asimismo un vacío en la amistad, por su carácter cordial y leal, que recordaremos siempre que le tratamos. A su familia, y muy especialmente a sus dos hermanos don Rafael y don Manuel, le enviamos la expresión de nuestra profunda pena por la desgracia que les aflige”.

Además de taxidermista, Luis Benedito desarrolló sus habilidades como escultor de animales. Es en Alemania donde comenzó a desarrollar de una forma seria su capacidad de interpretar la fauna de forma artística.

Venado

 

En su estilo escultórico, imbuido del arte de la época que conoció en Alemania y Holanda, aunque manteniendo una cierta independencia en su estilo. En sus esculturas de animales se observa un gran realismo de anatomías y una gran elegancia en actitudes, generalmente de quietud y reposo.

Luis Benedito fue sin duda el mejor escultor animalista de la España de la primera mitad del siglo XX.

Como dato curioso, podemos añadir que el 2 de octubre, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) inauguró la exposición ‘Naturalezas recreadas. La obra taxidérmica de los hermanos Benedito’, muestra en la que el público podrá adentrarse en el arte de la taxidermia a través de ejemplares y grupos naturalizados de los hermanos Benedito, pioneros en la naturalización de especies y artífices de la mayor parte de las vitrinas que alberga el museo.

Antílope, presentada al I Salón de Otoño

 

Ellos pusieron también la norma de incluir en los trofeos disecados las chapas en las que figuraba el lugar donde había sido cazado y de incluir además, anillas de plata para sujetar colmillos de jabalí, o preparar los cráneos de los animales de una forma más pulcra, blanquearlos y limpiarlos para su presentación, y junto a la Casa Real, la utilización de óvalos y tablillas de caoba de primera calidad para cabezas, cráneos y colmillos, suponiendo todo ello una práctica no utilizada en ningún otro país que creó escuela en España.

La contribución de los hermanos Benedito al Museo de Ciencias Naturales de Madrid es clave y pionera en la naturalización de especies, formando un conjunto impresionante de obras, verdaderas obras maestras de la taxidermia científica, que nada tienen que envidiar a los de los principales museos de ciencias naturales del resto del mundo, y cuyas creaciones se han convertido en imagen del museo madrileño.

 

Luis Benedito y la AEPE

Además de Socio Fundador, participó en:

* I Salón de Otoño de 1920, con dos piezas: “Antílope”, bronce con plinto de mármol y “Rebeco”, también bronce con plinto de mármol

* VI Salón de Otoño de 1925, un bronce titulado “Cabra de Gredos”

* VIII Salón de Otoño de 1928, participó con dos bronces: “Venado herido” y “Cierva echada”

* XI Salón de Otoño de 1931, con el bronce “Girafa” y con la obra tallada en mármol “Nutria”

* XVI Salón de Otoño de 1942, con las obras en bronce “Cierva” y “Macho montés”

* XVII Salón de Otoño de 1943, con el mármol “Pato moñudo” y la escayola “Gacela”

Cierva de pie

Con el toro de Veragua

Luis Benedito con el boceto del tigre de bengala

 

El taller de los Hermanos Benedito

 

Arriba, los hermanos Benedito trabajando en el Taller y con el lobo, pieza para el Museo de Ciencias Naturales de Madrid 

 

El traslado del famoso elefante por las calles de Madrid

 

Bibliografía y webgrafía

Las Provincias : diario de Valencia: 1903 Octubre 18

La Correspondencia de España: 1911 mayo 30 1911 agosto 8 1911 agosto 9 1912 enero 2 1912 enero 3 1912 enero 30

El Adelanto : Diario político de Salamanca: Año 46 Número 14139 – 1930 Junio 05

El correo de Cádiz: Año IV Número 710 – 1912 enero 5

Gaceta de instrucción pública y bellas artes. 10/6/1911

La Educación (Madrid. 1903). 30/6/1911, 10/1/1912, 30/1/1912

Revista general de enseñanza y bellas artes. 15/1/1912

El Imparcial (Madrid. 1867). 10/10/1925

La Libertad (Madrid. 1919). 9/6/1926 Exposición Nacional de Bellas Artes Luis Benedito Vives expone un pequeño elefante de bronce y mármol, que resulta muy gracíoso y decorativo. (07/06/1930)  (12/07/1930) (21/11/1931) (29/06/1932) dos magistrales esculturas difíciles de superar en su género

La Época (Madrid. 1849). 4/6/1930 Exposición Nacional de Bellas Artes Tercera Medalla por “Antílope-caballo”

La Ciudad lineal (Madrid. 1897). 10/6/1930

El Sol (Madrid. 1917). 19/11/1931, El Jurado de calificación del Salón de Otoño acordó por unanimidad otorgar las siguientes recompensas: Socios de honor. Luis Benedito Vives. 17/6/1934 igual

El Heraldo de Madrid. 16/6/1934, Exposición Nacional de Bellas Artes Segunda medallaLuis Benedito Vives, por «Oso negro»;

Luz (Madrid. 1932). 16/6/1934

Crónica (Madrid. 1929). 4/11/1934 Los bicbos. ¡Magníficos los de Luis Benedito, en mármol negro, que esos sí que tienen gracia decorativa!

El Adelanto : Diario político de Salamanca: Año 47 Número 14592 – 1931 Noviembre 20

https://taxidermiabenedito.com/

https://www.taxidermidades.com/2012/10/taxidermia-la-familia-benedito-saga-de-taxidermistas22.html

http://museovirtual.csic.es/salas/benedito/oso.htm

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

 

María Galán Carvajal

Por Mª Dolores Barreda Pérez

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LAS PRIMERAS ARTISTAS DE LA

ASOCIACION ESPAÑOLA DE PINTORES Y ESCULTORES

Desde su fundación en 1910, y después de haber tratado en anteriores números a las Socias Fundadoras de la entidad, y las participantes en el primer Salón de Otoño, vamos a ir recuperando de la memoria colectiva, el nombre de las primeras socias que vinieron a formar parte de la Asociación de Pintores y Escultores.

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MARÍA GALÁN CARVAJAL

María Galán Carvajal nació el 9 de diciembre de 1880 en Avilés, Oviedo. De su puño y letra así lo escribió en su ficha de inscripción, contradiciendo la información que a este respecto publica Ramón Baragaño.

Hija de José Galán Estrada y de Teodora Carvajal Zaldúa, hermana del marqués de Pinar del Río, ilustre filántropo que se había enriquecido en Cuba.

La familia gozaba de una buena posición social y económica, pero tras el fallecimiento de su padre, y cuando maría contaba con 10 años de edad, los hermanos y su madre se trasladan a Madrid.

Dotada de grandes condiciones para el dibujo, comenzó a pintar a la edad de 16 años.

Cursó estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, siendo discípula de José Ramón Zaragoza, Alejandro Ferrant y Álvarez Sala.

Fueron muy frecuentes también sus visitas al Museo del Prado, ejerciendo de copista de los grandes maestros y viviendo el ambiente artístico que reinaba en Madrid.

Animada por sus maestros, abrió un estudio en la calle Goya de la capital, dedicándose a la enseñanza.

María Galán Carvajal en su estudio

 

En 1915 concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes con el cuadro titulado “Segoviano”

En 1920 la familia regresó a Asturias y fijó su residencia en Oviedo, pasando los veranos en Salinas, entonces incipiente y tranquilo centro de turismo estival.

Participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1922, hecho que recogió el crítico J. Blanco Coris cuando destacó en la prensa de la época…”Haremos mención del retrato cabeza estucho de mujer de la señorita María Galán Carvajal”.

En abril de 1924 aparece como maestra participante en el Congreso Nacional de Educación Católica, puesto que además de su actividad pictórica, María fue una mujer profundamente religiosa y muy preocupada por las clases desfavorecidas.

De esta forma, en octubre de 1929 fue nombrada por el gobernador de Asturias, Concejala del Ayuntamiento de Oviedo, cargo que por distintas circunstancias políticas sólo desempeñó hasta febrero de 1930.

 

Retrato, obra del XIV Salón de Otoño

 

Su actividad pictórica continuó con su concurrencia a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1930 y 1936.

En 1932 participó en el XII Salón de Otoño, mereciendo la calificación de Socio de Mérito según recogió la prensa de la época.

En 1933 la crítica señala sus obras como de “buenas pinturas” y un año después se reafirma cuando se mencionan sus “dos buenos retratos”.

En 1935 realizó su primera exposición en Oviedo, en el Salón Peñalba.

Madrecita, obra del XII Salón de Otoño

 

Por enfermedad propia y por distintas desgracias de familia, tuvo algunos parones en su dedicación artística, que siempre lamentó pero fueron inevitables.

Pintaba principalmente retratos, interiores y bodegones, y algunas flores y paisajes con la técnica del óleo, si bien también cultivaba la acuarela y el temple.

Realizó distintos viajes a Florencia, Roma y París, para conocer y estudiar de primera mano el arte y los grandes maestros.

La familia vivió la contienda española en la localidad asturiana de Salinas, donde veraneaban. De regreso a Madrid y, habiendo fallecido ya su madre, María Galán Carvajal regresó en 1943, a Salinas, donde residió y estableció su estudio en Villa Teodora, con la única compañía de su sobrina Mª del Carmen.

 

“Bodegón”

 

En 1938 el ingeniero Julio Martínez Hombre, Director de la Estación Experimental Agrícola de Nava, le encarga la realización de una serie de acuarelas para ilustrar las variedades de manzanas asturianas, trabajo interrumpido por el fallecimiento del agrónomo en 1945 pero que el Ministerio de Agricultura publicó en 1957 con 234 acuarelas ilustrativas que, desgraciadamente se han perdido.

Entre 1939 y 1940 llevó a cabo los trabajos de restauración del retablo de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Salinas.

Simultáneamente, continuaba su participación en todo tipo de certámenes, presentando obra a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1945, 1948, 1954. También participó en varias exposiciones colectivas, entre las que destaca la que organizó el Automóvil Club de Oviedo en 1940 con el título de Exposición de Artistas Asturianos.

 

“Figura de Porcelana”, obra con la que concurrió al XIV Salón de Otoño

 

En 1947 realizó su segunda exposición individual, que tuvo lugar en la Universidad de Oviedo, en los bajos del antiguo Colegio de Recoletas (después rectorado), el mismo lugar en donde llevó a cabo su tercera muestra individual en 1953.

En 1954 celebró una exposición en la Sociedad de Amigos del Arte, en Avilés, muestra que contó con 27 cuadros y con éxito de crítica y público.

Ese mismo año, el Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo hace público el acuerdo de compra, por una suma de 4.000 pesetas, de la obra titulada “Rincón de Estudio”, de la pintora María Galán Carvajal.

El 30 de agosto de 1960 María Galán Carvajal fallecía en su casa de Salinas. A pesar de ser soltera y no haber tenido hijos, lo hizo rodeada de sus familiares más íntimos.

Su obra está situada en el realismo académico de la época, siendo muy apreciados sus interiores y retratos, que reflejan una gran calidad, un especial dominio del dibujo y un muy personal empleo del color.

 

“Salón”

 

María Galán Carvajal y la AEPE

Su primera participación en el Salón de Otoño fue en su edición número XI, del año 1931, a la que presentó: 313. “Dibujando” (óleo), 0,95 x 0,70 y 469. “Retrato”, 0,63 x 0,49

En el XII Salón de Otoño de 1932 participó con las obras 2. “Bodegón (óleo), 0,69 x 0,69 y 7. “Bodegón” (óleo), 0,69 x 0,71

Al XIII Salón de Otoño de 1933 llevó cuatro obras, figurando ya en el catálogo editado como “Socio de Mérito de Salones anteriores”: 114. “Retrato de la señora”,  120. “Bodegón” (óleo), 358. “Retrato” (dibujo) y 362. “Retrato” (dibujo)

En el XIV Salón de Otoño de 1935 encontramos las obras 84. “Figura de porcelana” (óleo),  1,11 x 0,84 y 138. “Retrato” (óleo), 1,10 x 0,82

El último Salón de Otoño en el que participó fue en el de 1942, correspondiente a su edición XVI, con la obra 129. “Bodegón” (óleo)

 

Altar de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, de Salinas y detalle de la restauración del altar de la Iglesia de Salinas

“Árboles”

Biliografía y webgrafía

Región, 10/4/1924, 19/11/1927

La Libertad 15/10/1929, 11/11/1932, 30/11/1933, 3/1/1934

El Heraldo de Madrid. 11/5/1922, 12/11/1932

El Imparcial 15/10/1929

ABC 22/6/1945

Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo 12/4/1954

El Siglo futuro 11/11/1932,

La Voz 12/11/1932,

Y (Madrid) 1/1/1942,

Crítica de arte en la Asturias del primer tercio del siglo XX, de Natalia Tielve García.

Archivo Histórico “Bernardino de Pantorba” de la Asociación Española de Pintores y Escultores

www.gacetadebellasartes.es

www.salondeotoño.es

La pintora María Galán Carbajal, por Ramón Baragaño

 

Publicado el libro sobre la vida y obra de Agustín Segura Iglesias

El artista tarifeño fue Vicepresidente de Honor de la AEPE

El día 20 de diciembre, el Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, acompañado de la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, recibían en la sede social a la Presidenta de Mellaria, la Asociación Tarifeña de Defensa del Patrimonio Cultural, Mariluz Muñoz Ruiz, y a Wenceslao Segura, autor del libro “Agustín Segura Iglesias: vida y obra del insigne pintor tarifeño”.

Mellaria contactó con la AEPE en cuanto tuvieron conocimiento de la relación del pintor con la centenaria entidad, buscando una colaboración que aportara documentación y detalles acerca de su vida y obra, teniendo en cuenta que tal y como figura en el libro publicado, Agustín Segura Iglesias tuvo durante su carrera artística una cercana relación, no sólo con el Salón de Otoño, sino con la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Las aportaciones que a este respecto ha ido realizando la Secretaria General de la AEPE, Mª Dolores Barreda Pérez, sirven así para documentar convenientemente esta relación que ha quedado reflejada en el libro que puede consultarse y descargarse en el siguiente enlace http://alqantir.es/index.php/alqantir/article/viewFile/282/290

De izquierda a derecha: José Gabriel Astudillo López, Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, Wenceslao Segura, autor del libro, Mariluz Muñoz Ruiz, Presidenta de Mellaria, la Asociación Tarifeña de Defensa del Patrimonio Cultural y Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la AEPE

Esta obra corresponde al número 53 de Puerta de Jerez y tiene una difusión libre y gratuita, al ser una edición de Al Qantir, Monografías y Documentos sobre la Historia de Tarifa; Número 24 – Año 2019, publicado con motivo del “2019. Año del pintor tarifeño Agustín Segura”

El libro detalla la vida del eminente y laureado pintor y recoge más de un centenar de fotografías, la mayoría de ellas de cuadros del artista tarifeño, muchas impresas a todo color, y es el colofón de las actuaciones que la Asociación Mellaria ha realizado entorno al pintor, tras la exposición que con el mismo nombre tuvo lugar en abril gracias a la colaboración del Museo-Fundación Wenceslao Segura y de la que informamos puntualmente en esta misma web.

Agustín Segura mantuvo una intensa relación con la Asociación de Pintores y Escultores desde el mismo momento de su pertenencia a la entidad en 1932, año en el que fue nombrado también Socio de Mérito.

Además, fue Medalla de Honor en el Salón de Otoño de 1962 y Premio Extraordinario Princesa Sofía en el Salón de Otoño de 1964.

Fue Vocal de la Junta Directiva de 1946 a 1948. Vicepresidente de 1966 a 1970, siendo nombrado Vicepresidente de Honor en 1971, al dejar el cargo en la Junta.

Participó en los salones de 1931, 1932, 1933, 1942, 1944, 1945, y en los de 1946, 1949, 1950, 1952, 1954, 1962, 1965, 1967 y 1969.

Jurado en el Salón de Otoño de 1949, también fue Jurado especial para la Medalla de Honor en 1968.

Junto a José Cruz Herrera fundó el Grupo Velázquez, en el seno de la AEPE, junto a Antonio Casero, Enrique García Carrilero, Domingo Huetos, Antonio L. Pinero, Rogelio García Vázquez, José Pérez Gil, José Valenciano y Manuel Izquierdo Vivas. Como dice José Riquelme: “Todos se agrupan en torno al pendón velazqueño en un momento en que ‘el arte se ha ido deshumanizando cada vez más para apartarse de la representación de la realidad’ (Torres Balbás) y pretenden seguir la escuela de pintura del siglo XIX, cuando ‘la pintura es pintura y la escultura, escultura’ (Francisco de Cossío)”.

Agustín Segura nació en Tarifa el año 1900 y aunque marchó a Sevilla a los pocos meses de nacer, siempre se consideró tarifeño y mantuvo con su ciudad natal una estrecha relación, dejando en esta ciudad varias de sus obras, entre ellas el cuadro de la Virgen de la Luz que se venera en la iglesia de San Mateo desde el año 1953.

Durante la década de los años treinta del siglo pasado, Agustín Segura ya era un consumado pintor, especializado en el retrato. Durante el periodo republicano retrató a personajes de la cultura como Pío Baroja o el dramaturgo Pedro Muñoz Seca. Tres jefes de gobierno de la II República posaron para él, además de otros destacados personajes de la vida pública de entonces.

Concluida la guerra civil, Agustín Segura afianzó aún más su prestigio, como lo demuestran los premios conseguidos en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, como la Medalla de Honor que logró en 1945 por el cuadro titulado Camerino.

Este éxito motivó que el Ayuntamiento de Tarifa le nombrara Hijo Predilecto de la ciudad y le diera su nombre a la calle donde nació.

Su fama y consideración continuó en aumento y durante las décadas de los años cincuenta y sesenta s pintó miles de retratos de personajes tanto españoles como extranjeros, siendo según sus palabras, “el pintor mejor retribuido de la época”.

Más de dos mil retratos hizo Agustín Segura, lo que sólo fue una parte de su ingente obra artística. El pintor tarifeño consiguió la mayor maestría en el arte de los bodegones. Pero fue en los cuadros de género, de fuerte estilo costumbrista, donde el artista tuvo la oportunidad de profundizar en el alma humana.

El tarifeño Agustín Segura se convirtió en uno de los principales valores culturales de España y sus regulares exposiciones en el Salón Cano de Madrid eran acontecimientos sociales de primer orden.

Entre los numerosos premios y honores que recibió, destacar la Gran Cruz de Alfonso X que le fue entregada de manos del ministro de Educación y Ciencia.

www.mfwenceslaosegura.es

https://mellariatarifa.wordpress.com/

Javier Sierra presentó la segunda temporada de ‘Otros Mundos’

A la presentación acudieron el Presidente y la Secretaria General de la AEPE

La nueva temporada de la serie Otros Mundos del Socio de Honor de la AEPE, Javier Sierra, ya está aquí. IFEMA de Madrid acogió el lunes por la noche ante un reducido número de personas el “prólogo” a la segunda temporada.

A la premier asistió la Vicepresidenta en funciones del Gobierno de España, Carmen Calvo, así como Manuel Blasco, senador del PP por Teruel, Mohamed El Gammal, consejero de la Embajada de Egipto en España, cuatro Premios Planeta: Fernando Sánchez Dragó, Carmen Posadas, Javier Moro y Espido Freire; novelistas históricos como Almudena de Arteaga, Nacho Ares y Antonio Pérez Henares; ensayistas como Jesús Callejo, Enrique de Vicente, José Miguel Gaona,  Pedro Ortega y Manuel Berrocal, comunicadores como Cristina López-Schlichting, Ignacio Elguero, Isabel Lobo; el Presidente y la Secretaria General de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo y Mª Dolores Barreda Pérez; representante de la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares, Ramos Perera; representantes del deporte como el alpinista César Pérez de Tudela y acreditados profesionales del mundo del cine y la televisión.

Tras la presentación, fue el egiptólogo Nacho Ares quien sirvió de guía en una visita privada de un reducido grupo de amigos, de la exposición “Tutankamón, la tumba y sus tesoros”, en el que continuar el fantástico capítulo con el que se abre la segunda temporada de la serie.

 

“Los cuatro capítulos de la nueva serie continúan con las peripecias de un joven Javier Sierra y de cómo va interesándose poco a poco, y con cada vez más intensidad, en los misterios que nos rodean”, contó Fernando Jerez en el acto de IFEMA, director de contenidos de no ficción de Movistar+. “Pero lo que esta Navidad podremos ver en canal #0 es un preámbulo egipcio a esos capítulos que llegarán en febrero. Sierra ha querido regalarnos su pasión por Egipto, que es también la nuestra, acercándonos a sus enigmas faraónicos favoritos en dos episodios especiales que veremos el 22 y el 29 de diciembre, y después quedarán disponibles bajo demanda en nuestra plataforma”.

Javier Sierra explicó que, como no podía ser de otro modo, el primero de esos capítulos –el que se proyectó en la premier en primicia— está dedicado a la noche que Napoleón pasó en la Gran Pirámide de Giza en agosto de 1799. “Esa historia se ha convertido en una obsesión para mí”, admitió.

“Después de quedarme encerrado yo mismo una noche en la Cámara del Rey de la Gran Pirámide tratando de comprender qué le ocurrió a Napoleón allí dentro, mi percepción del mundo cambió. De alguna manera me sentí morir… y quien muere y vuelve de ese trance, muta necesariamente”. Sierra publicó hace unos años La pirámide inmortal (Planeta), una novela sobre esta cuestión; ahora ha filmado este capítulo que ha titulado “La prueba de la pirámide”, y planea lanzar con NORMA Editorial un cómic sobre la cuestión a finales de 2020. “Sí. Es una obsesión”, se reafirmó.

Los nuevos episodios cuentan con notables secuencias cinematográficas rodadas en el interior de la Gran Pirámide y del templo de Abydos, al sur de Egipto. “El talento del director Alfonso Cortés-Cavanillas vuelve a sobresalir, filmando en lugares a menudo hostiles para equipos tecnológicos de última generación, donde grabar es toda una proeza”, explicó Sierra.

La prueba de la pirámide podrá verse en canal #0 el próximo domingo, 22 de diciembre, a las 22 horas. Y una semana más tarde, El enigma de Omm Seti, a la misma hora. Para el resto, tendremos que esperar dos meses. Mientras tanto, los rodajes del equipo de Otros Mundos.

Soledad Lorenzo recibió la Medalla de Honor de la AEPE

En un acto celebrado el pasado viernes en la sede institucional de la AEPE, la galerista de arte Soledad Lorenzo recogió la “Medalla de Honor”, que le fue otorgada de manos de su Presidente, José Gabriel Astudillo, en reconocimiento a su aportación extraordinaria al mundo del arte.

Repleta de asistentes, entre los que se encontraban numerosos socios y amigos, así como diferentes entidades colaboradoras de la Asociación Española de Pintores y Escultores, transcurrió un acto emocionado en el que a modo de introducción, la Secretaria General, Mª Dolores Barreda Pérez, realizó un perfil humano de la galerista, resaltando el homenaje espontáneo, nacido del corazón de todos los que forman la Asociación Española de Pintores y Escultores, y haciendo especial hincapié en los valores humanos que rodean a la persona de Soledad Lorenzo.

Soledad Lorenzo, que en algunos momentos se mostró nerviosa, emocionada y agradecida, y quiso corresponder haciendo un pequeño repaso, siempre desde su experiencia y su especial mirada experimentada, a la situación del arte actual, en la que destacó, no encuentra nada nuevo que la emocione especialmente.

Fueron muchos los amigos y admiradores que quisieron acompañar a Soledad Lorenzo en este acto, como el Director Gerente del Museo Thyssen, Evelio Acevedo, el Presidente de Down Madrid, Ignacio Egea, la Asesora de la Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Isabel Rossel, el representante del Concejal de Retiro, Antonio Pardo, el Director de El Taller del Prado, Francisco Molina, otros ilustres galardonados con la Medalla de Honor, como Rafael Botí Torres y Tomás Paredes Romero, además de los miembros de la Junta Directiva, Juan Manuel López Reina, Alicia Sánchez Carmona, Antonio Téllez de Peralta, Paloma Casado, Carmen Bonilla Carrasco, Fernando de Marta, Ana Martínez Córdoba e Itziar Zabalza.

El Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, José Gabriel Astudillo, hizo especial mención a las autoridades que han disculpado la asistencia al acto, haciendo especial hincapié en la llamada de la Casa Real, en la que S.M. la Reina Doña Sofía, Presidenta de Honor de la institución, y la Infanta Doña Elena, le rogaron hicera llegar su felicitación más cariñosa a la homenajeada.

Como en otras ocasiones, por lo entrañable de las palabras que a modo de introducción realizó Mª Dolores Barreda Pérez, palabras que emocionaron no sólo al homenajeado, sino a todos los asistentes, y por la encendida defensa de su perfil humano, reseñamos a continuación la intervención de la Secretaria General:

«Soledad Lorenzo es una de esas figuras imprescindibles a la hora de hablar del arte en España.

Como siempre les digo en estas ocasiones, pueden acudir a su página web para consultar su biografía, a los libros publicados sobre ella y su trabajo, a multitud de escritos en los que bucear y descubrir su vida.

Lo que me gustaría ofrecerles aquí es sólo unas cuantas pinceladas acerca de su persona, para que puedan hacerse una idea más amplia de su concepción del arte.

Soledad Lorenzo es menuda y meticulosa, paciente, elegante, una dama del arte en toda regla, una mujer hermosa y espigada que ha tenido que sufrir en su vida personal grandes estragos de los que la salvó el arte y el trabajo. Y aunque nunca ha sido coleccionista, a veces se quedaba con obras de artistas que creía eran importantes.

Tras su etapa de iniciación, montó su propia galería de arte, hoy ya mítica entre todos los que somos parte de este mundo, un proyecto que cerró, igual que cerraba una etapa de su vida, pasando página y reflexionando sobre lo logrado.

Fueron 40 años de galerista que, afortunadamente, han quedado plasmados en el libro “Una vida con el arte”, un proyecto elaborado por Antonio Lucas y Mariano Navarro, fruto del premio que la Fundación Arte y Mecenazgo le entregó en 2012.

Profeta en su tierra, ha sido reconocida también con multitud de premios y distinciones, como la de torrelavegense ilustre, la Medalla de Oro de las Bellas Artes, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio…

Soledad Lorenzo aunque no lo sepa, ya posee una obra que la vincula a esta Asociación Española de Pintores y Escultores: se trata de la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid, una obra original realizada por el que fuera Presidente de esta institución centenaria, José Pascual Ortells López…

Hoy recibe otra Medalla, obra de otro de nuestros Presidentes, en este caso, de Fructuoso Orduña, con lo que ya serán dos las obras con las que se acerque a esta nuestra casa…

Siempre ha vivido sucesos y experiencias de manera natural y lógica, aunque desde una perspectiva de curiosidad e investigación.

Fascinada con la vida, cree firmemente en la idea de superación que todos llevamos dentro y nunca se queja por nada.

Desde sus inicios, ha trabajado con artistas vivos, de los que poder aprender y asimilar su creatividad y brillantez, que busca de forma incansable con una exquisita sensibilidad.

Cree que “la maravilla del arte es emocional e intransferible y la cultura es la base del progreso de la sociedad”.

En sus propias palabras, “su meta nunca ha sido el éxito, sino eludir el fracaso”.

Piensa que pese a la libertad de la que gozamos, no hablamos con libertad, pero sin embargo, si se pinta con libertad.

Trabajadora infatigable, es una persona fuerte, que parece haber encontrado la paz lejos de la angustia del fracaso.

Después de haber entregado toda su vida al arte y a los artistas, rodeada de arte en un entorno artístico y cultural único, desde su casa en el Madrid de los Austrias, contempla gustosa su imponente colección, depositada en el Museo Reina Sofía y sigue reflexionando acerca de la realidad cultural y artística de España, colaborando de una forma altruista, en actividades como la que hoy nos ocupa en la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Ella mejor que nadie sabe y conoce los pesares de quienes dedican su vida al mundo del arte; ella, que ha aupado y encumbrado a grandes artistas contemporáneos.

Soledad Lorenzo representa todo aquello ya desaparecido y que tanto echa de menos el artista de hoy en día: el papel de un galerista profesional.

Las galerías actuales se limitan a alquilar sus espacios y confían toda la promoción y el márketing al propio artista, incapaz de cubrir todos los aspectos necesarios para poder desarrollar su carrera.

Ella no, porque ella se manejaba como auténtica intermediaria entre coleccionistas, críticos, comisarios, entre el artista y su obra.

Por eso Soledad Lorenzo significó un antes y un después en el mundo del arte. Ella entendió a los artistas, les guió por el difícil mundo de la creación y supo ponerse además en el lugar de sus clientes, seleccionando para ellos aquellas obras que mejor encajaban en su personalidad.

Soledad, que pese al nombre, nunca ha estado sola, ha entendido que pese a lo sobrevalorado que está el ideal de la belleza, el arte acompaña y reúne y en algunas personas con sensibilidad, como es su caso, es imprescindible en sus vidas, es una necesidad que nunca se agota.

Soledad Lorenzo valora el trabajo de los galeristas en su justa medida, como una profesión en la que el galerista presenta a los artistas que le emocionan y trabajan para que ambos puedan vivir de su trabajo.

Y todo eso es también, y en realidad, todo un arte que los pintores y escultores de todos los tiempos, valoran y echan hoy día mucho de menos.

Todo un arte, como digo, que cuenta con nuestra más profunda admiración por su trabajo y que hoy se ve así recompensada con la concesión de la Medalla de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores tan merecida».

Muchas gracias

 

A continuación, el Presidente entregó la Medalla de Honor a Soledad Lorenzo, quien la recibió emocionada y en las que sólo pudo agradecer el honor y declararse feliz por el hecho de estar allí, y saberse de verdad objeto de una atención tan especial.

Las palabras del Presidente fueron:

«Señoras y Señores, autoridades, queridos socios, amigos:

Bienvenidos a este humilde acto que, aunque no esté revestido de la solemnidad propia e institucional de una entrega habitual de premios, sí encierra en sí mismo, lo mejor de esta Asociación Española de Pintores y Escultores.

Libres así de rígidos protocolos, preparamos este acto con el cariño y el sentimiento de quienes rinden un sincero y emotivo homenaje a quien tanto ha hecho por el arte en España.

Hoy entregamos la Medalla de Honor de la Asociación Española de Pintores y Escultores y me corresponde a mí, como Presidente, el honor de materializarlo.

Un auténtico orgullo por la brillante trayectoria y excelente biografía de nuestra homenajeada, que ha sabido canalizar con tanto acierto su vocación, ayudando a artistas de diferentes estilos y técnicas, a encumbrarse en el siempre difícil mundo del arte contemporáneo.

Soledad Lorenzo los ayudó con su ejemplo hasta alcanzar el reconocimiento y la notoriedad, creando también ella misma, un ambiente propicio para ello, para la creación y transmisión del conocimiento, involucrando a toda la sociedad e invitándola a una labor de reflexión sobre la cultura que se ha visto fructífera y tremendamente positiva.

Y todo lo hizo guiada por su intuición y gracias a su inmenso talento, ese con el que se nace y que no puede aprenderse ni otorgarse alegremente; talento que en la antigüedad era una moneda, una medida de riqueza.

A todos nos viene ahora a la mente la parábola de los talentos, que nos sirve de reflexión para preguntarnos dónde han ido nuestros talentos y admirar lo bien que ha sabido Soledad Lorenzo gestionar los que ella descubrió.

Como todos ustedes saben, la Asociación Española de Pintores y Escultores nació en 1910. El Acta Fundacional la firmaron más de 180 grandes artistas de la época, con los que estoy seguro, Soledad Lorenzo se hubiera emocionado, porque hablamos de artistas como Sorolla, Cecilio Pla, Benlliure, Romero de Torres, Gutiérrez Solana, Miguel Blay, José Clará… y así una larga lista de, permítanme el término taurino, “primeras espadas” del arte.

Arte. Eso es lo que nos une, a Soledad Lorenzo y a esta Asociación Española de Pintores y Escultores, el arte de quienes hemos sabido crear el ambiente propicio para que se desarrolle el talento, reconocerlo, encumbrarlo,  y presentarlo a la sociedad para que lo aprecie.

Vivimos unos años convulsos, no sólo políticamente hablando. La pérdida del rumbo de la sociedad afecta a todos los ámbitos de la vida, y especialmente en lo que rodea al mundo del arte.

Por eso hay que reconocer a quienes como Soledad Lorenzo, como esta misma Asociación Española de Pintores y Escultores, luchan y apuestan por el talento, por quienes reclaman y valoran los talentos que hay en España.

Somos instituciones como la AEPE, como la propia Soledad Lorenzo, convertida ya en institución y leyenda, quienes creímos y seguimos creyendo en ellos. Porque creímos y seguimos creyendo en sus valores, en su vocación.

Y les arropamos con todo nuestro ejemplo. Un maravilloso ejemplo de más de 100 años, en nuestro caso, y un paradigma de profesionalidad como el que reúne Soledad Lorenzo, a quien hoy rendimos sentido homenaje.

Una consideración y un respeto que estoy convencido, Soledad sabrá apreciar porque viene expresamente de los artistas, aquellos a los que a lo largo de su vida tanto ha ayudado.

No es este un galardón pomposo o un título otorgado por altas instancias tan alejadas en la actualidad de la realidad patente y patética que vivimos. Es una sencilla muestra de consideración a quien ha sabido enamorarse del arte moderno, de parte de quienes lo están haciendo en estos mismos momentos, de los mismos artistas que ven con admiración a quien tanto ha luchado a lo largo de toda una vida, por ellos.

Un honor que concedemos a toda una vida de lucha personal y vicisitudes del espíritu, no por gloria ni por lucro, sino por hacer realidad algo que no existía.

Un reconocimiento con el que fomentar que entre todos aquellos que nos escuchan y se dedican a la misma lucha y afanes, haya alguno que algún día se pare aquí mismo, donde hoy se sienta Soledad Lorenzo, y vuelva a servir de ejemplo de tenacidad al servicio del arte y la cultura.

Los artistas, agradecidos, te honramos hoy y aplaudimos, expresándote nuestro más sincero reconocimiento».

Después, llegó el momento de compartir entre todos los asistentes, brindando y celebrando el momento.

 

 

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