Fallece Francisco Ruiz Antón

Volcó su alegría de vivir en el servicio a la sociedad

 

Por José Gabriel Astudillo López

Presidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores

 

Este domingo 7 de junio, al anochecer, falleció en Madrid Francisco Ruiz Antón, después de una larga enfermedad y cuando solo contaba con 53 años.

Fran, para quienes le conocimos, era un hombre corpulento y bueno. Siempre sonriendo, siempre alegre. Pero esa bondad no desmerecía su valía, su brillantez, generosidad y desprendimiento.

Disfrutaba de los momentos gratos que le proporcionaba la vida y hacía disfrutar a cuantos tenía a su alrededor, por esa alegría que sabía transmitir pese a sus momentos difíciles en esta penosa enfermedad que le tocó vivir.

Sentimos su pérdida porque además del excelente profesional que conocimos, respecto al que se ha dicho ya casi todo, su memoria personal engrandecía a cuantos le rodeaban, con su capacidad pedagógica y la ética y la moral que regían sus actos y toda su vida, para atender aquellas cuestiones que más le preocupaban como los valores de la infancia y la adolescencia.

Con un temperamento sin dobleces, limpio y sano, afable, no sólo respetado sino muy querido por sus colaboradores, en quienes seguro ha dejado honda huella y excelente ejemplo, Fran era una persona sencilla y llena de alegría.

En los tiempos que corren, defendió sus valores cristianos compartidos con su familia, y supo complementarlos y asociarlos admirablemente a su trabajo, trazándonos un camino por el que sería muy sensato y lógico seguir sus pasos como humanizador de las comunicaciones y la tecnología, las dos pasiones de su vida.

Sólo por lo dicho hasta este momento, Francisco seguirá presente entre quienes tuvimos el honor de conocerle, aunque ya no esté físicamente con nosotros, porque aportó ese fondo moral a nuestras vidas y una gran humanidad que debe servirnos de ejemplo, de impulso con el que afrontar nuestros actos y que nos dará esa fuerza necesaria en las situaciones tan difíciles de la vida que nos queda aún por llegar. Porque Fran era un hombre bueno que mantuvo siempre la ilusión de querer y ayudar a los demás.

Como creyente, me siento ahora más unido a ese hombre bueno que fue, como diría Antonio Machado, un hombre, “en el mejor sentido de la palabra, bueno”. Y creo que así se le recordará y no de otro modo, sino como un hombre bueno, sin maldad. Y no es ninguna forma complaciente de definirle, sino una realidad, como pueden afirmar para definir su vida cuantos le conocimos.

Por eso no debe faltar ahora un cariñoso recuerdo para su familia, una conocida saga granadina de empresarios, periodistas, profesores y hasta sacerdotes, y en la que siempre destacó por su simpatía compañerismo y generosidad.

Fran fue un cristiano sincero, coherente con su fe, trabajador infatigable en un mundo por el que luchó para ayudar en la tarea de transformar a la sociedad a través de unos valores limpios en una actitud permanente de servicio a las familias. Toda su vida fue una alegre carrera de servicio a la sociedad.

Por eso pese a la triste noticia, me tranquiliza pensar en el soñado cielo al que ya ha llegado con toda la hermosura y grandeza de su alma, con toda su felicidad y amor que ahora, desde allí arriba, va a volcar en su legado, en todo aquello que aquí ha dejado prendido en nuestros corazones.

Francisco Ruiz Antón era el mayor de una familia de diez hermanos.

Estudió en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, iniciando su profesión en algunas capitales andaluzas.

Completó su formación en Economía y Dirección en la Universidad de Yale en Estados Unidos y en Economía Digital en la Escuela de Organización Industrial en Madrid

En Madrid y junto a Juan Pablo de Villanueva, ya fallecido y fundador del diario Expansión, comienza una nueva etapa en La Gaceta de los Negocios, formando desde la visión del humanismo cristiano, a periodistas que terminarán siendo amigos y mantendrá hasta sus últimos momentos.

Su buen hacer le llevaron a Google, de la mano de Bárbara Navarro, que siempre creyó en sus dotes de comunicación y en su gran carisma para las relaciones institucionales.

En palabras de Álvaro Matud,  “Google encontró así al mejor embajador de su compromiso con España. Trabajó infatigablemente por traer a España nuevas inversiones, nuevas oportunidades para un país castigado por la crisis económica y el desempleo. Por eso, una de las iniciativas de las que se sintió más orgulloso fue «Actívate», un programa para formar a los jóvenes desempleados en las nuevas tecnologías. Con los años, serán decenas de miles los que se formen en ese programa. También impulsó con Ayuda en Acción, el programa «Genios», para superar la brecha social y tecnológica de los niños y jóvenes menos favorecidos.

Mujeres del ámbito rural, personas con adicciones, asociaciones de discapacitados y otros colectivos más necesitados recibirán el apoyo de la multinacional americana de la mano de Fran. Pero no lo hizo solo. Compartió proyectos con la Casa Real, los gobiernos de distinto signo político, las administraciones autonómicas y locales, las patronales y los sindicatos, el Museo Del Prado, la Asociación Española de Pintores y Escultores, que por su labor, distinguió a Google como Socio de Honor de la centenaria entidad, que encontró un apoyo incondicional en su persona.

Ha muerto como quería: rodeado del afecto del cariño de sus padres y hermanos, de su familia humana y espiritual, del aliento de cientos de amigos y de la atención de los profesionales de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, a los que agradeció siempre su profesionalidad y dedicación muy por encima del deber”.

Francisco Ruiz Antón era Director de políticas públicas y relaciones institucionales de Google en España y Portugal

Ha sido director de Reti España, consultora internacional de Relaciones Institucionales y delegado de Fipra en España, red internacional dedicada a la consultoría de Asuntos Públicos para las grandes empresas.

En el ámbito empresarial, fue director de la consultora internacional de Relaciones Insitutucionales Reti España, delegado para España de la consultora de Asuntos Públicos para grandes empresas Fipra, red internacional y de la que pasó a Google.

Entre sus cargos institucionales figuraba el de presidente del Observatorio para la Economía Digital, vicepresidente en la Comisión de Propiedad Intelectual y en el Área Sectorial de Contenidos Digitales de Ametic, vicepresidente de Multinacionales por Marca España, y miembro de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio americana en Portugal, de Autocontrol y de Fundación Cotec.

Ha ejercido el periodismo durante 17 años; inicialmente en la Cadena SER, posteriormente en ABC donde fue redactor jefe, y finalmente en La Gaceta de los Negocios como redactor jefe de la sección de Empresas.

Desde la fundación de EL ESPAÑOL, Ruiz Antón colaboró activamente en la defensa y el papel clave que la transformación digital tenía para España. Fue uno de los grandes impulsores de los Premios Digitales de El Español que anualmente celebra este periódico.

Su velatorio tendrá lugar en la sala 4 del tanatorio de San Isidro en Madrid. Está previsto que se celebren dos Misas a las 13:00 y a las 20:00 en su recuerdo.

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